miércoles, 29 de julio de 2009

Brasov - Bucarest

Brasov, villa situada a los pies del monte Tampa es uno de los principales puntos de interés junto a Siguisoara y Sibiu. Además uno se da cuenta rápidamente que esta en Brasov, ya que en lo alto de la montaña han colocado un colosal cartel que no pasa inadvertido. A doce km del centro de la ciudad se encuentra la estación de ski de Poiana Brasov que durante los meses de invierno hará las delicias de los aficionados a este deporte y a unos precios muy por debajo del resto de las estaciones europeas. El centro neurálgico de la ciudad es la espectacular plaza del Concejo, cerrada al tráfico, y muy animada tanto de día como de noche en donde se encuentran los edificios más llamativos; el más importante es el edificio del Ayuntamiento (casa Sfatului) que fue sede del gremio de curtidores, aunque posteriormente albergó el consejo de los Cien Ediles de la ciudad; aunque la planta es de origen medieval, posteriormente se le añadió la torre de 48 metros; actualmente alberga el Museo de Historia; sin salir de la plaza , cabe destacar la casa Negustorilor, la iglesia ortodoxa de la Dormición y la casa Muresenilor (en el número 25). Justo al lado se encuentra la plaza del mercado del siglo XVIII y en donde se levanta la impresionante Iglesia Negra ( por el incendio que sufrió en 1689); si decidimos caminar por la peatonal calle Republicii observaremos multitud de fachadas barrocas en un ambiente festivo y de mucho bullicio, evidentemente es la calle mas transitada de la ciudad y donde se concentran los principales comercios y tiendas, mientras que en su parte central está copada por las numerosas terrazas que montan los bares y cafeterías y donde es conveniente sentarse y dejar volar la imaginación, mientras se toma una cervecita fría. En el número 62 de esta calle, se encuentra el imponente edificio de estilo ecléctico del hotel Corona antiguamente el más lujoso de la ciudad.
Pero en Brasov, no solamente existe el casco antiguo y yo os aconsejo que paseéis un poco más allá y descubriréis nuevos lugares. Brasov era una ciudad amurallada que hizo que fuera una de las plazas fuertes mejor defendidas de toda Transilvania; tenía 12 metros de alto por 2.5 de ancho sobre un perímetros de más de 3 kilómetros, pero en el siglo XVI se destruyó parte de la misma para favorecer la ampliación de la ciudad y en la actualidad quedan algunos de los bastiones originales; es verdad que para acceder a los mismos hay que sudar un poco, pero el resultado y las vistas merecen el esfuerzo; un poco mas delante de la iglesia negra podemos ver la torre y puerta de Santa Catalina, la puerta Schei , la casa de Stefan Baciu y la iglesia de San Nicolas; retrocediendo el camino andado y si tomamos como referencia la torre blanca, nos encaminamos hacia lo alto y nos encontramos primero con la torre negra y después con el bastión Graft; para subir a lo alto existen dos maneras: campo a través por el parque o subiendo las casi doscientas escaleras con una pendiente respetable; una vez arriba lo mejor es sentarse en las escaleras, respirar hondo y disfrutar de las excelentes vistas de la ciudad.
En cuanto a los alrededores de Brasov, es visita obligada (aunque para mí resulta casi un parque temático con la venta de todo tipo de regalos relacionados con el conde Drácula) del castillo de Bran construido en el siglo XIII por un sajón de la orden de los caballeros teutónicos y que fue residencia de verano de los soberanos rumanos entre 1920 y 1947; quizás sea uno de los lugares más visitados de Rumanía debido a la leyenda del todo errónea del conde Drácula ya que en su interior no hay testimonio de la presencia de vampiro alguno; ni siquiera Vlad Tepes, el príncipe valaco que inspiró la leyenda de Bram Stoker, vivió nunca en él. Independientemente de la visita al castillo y de sus dependencias, lo más interesante del conjunto sea el museo al aire libre donde se recrea la arquitectura popular típica de la zona con sus casas de madera (algunas del siglo XVII), cuadras y rediles y de las actividades propias de los habitantes de la región. De vuelta hacia Brasov y en un entorno de magníficos paisajes, podemos subir a visitar el castillo de Rasnov( en sajón Rosenau), para mí bastante más interesante. El castillo en pleno proceso de restauración fue construido por los caballeros de la orden teutona en el siglo XIV y permaneció en activo hasta 1850; en su interior se pueden ver la capilla, la cárcel, la iglesia y como curiosidad el pozo de 146 metros de profundidad que excavaron dos prisioneros turcos a los que se les prometió su libertad cuando lo terminaran, cosa que sucedió 17 años más tarde. La vista desde lo alto del pueblo y de las montañas circundantes es de una gran belleza.

Continuando la visita por los alrededores, os aconsejo que os acerquéis a las iglesias fortificadas de Prejmer, Codlea ,Harman y Cristian.

Prejmer, esta situada en la E574 y es célebre por su cerámica y su folklore. Su impresionante fortaleza fue construida ente los siglos XIII y XVI está rodeado de una muralla circular de 80 metros de diámetro y paredes de 3-4 metros de espesor.

El resto de las fortalezas son similares y únicamente quiero reseñar que en Codlea se celebraba un festival de primavera de música y tuvimos la oportunidad de asistir a la representación del folklore de la zona en la carpa instalada en los aledaños de la fortaleza.
En cuanto a la restauración deciros que existen infinidad de restaurantes en el casco antiguo de la ciudad, sobre todo de comida italiana. Dos cosas que me llamaron poderosamente la atención: la primera es un gran restaurante chino en la plaza de Sfatului (que no pega ni con cola) y que según nos comentaron fue una concesión de la época de Ceaucescu, y la segunda es que desayunar en Brasov antes de las diez de la mañana es toda una aventura, pues prácticamente todo esta cerrado.
Damos por finalizada nuestra visita a Brasov, y por la carretera número 1 nos trasladamos hacia Bucarest pasando por la montañosa pero a la vez espectacular zona de Sinaia, en donde existen innumerables estaciones de esquí .Esta ruta es lenta y complicada hasta llegar a Comarnic, desde aquí hasta Bucarest es autovía.


lunes, 27 de julio de 2009

Siguisoara

Praid es una localidad tranquila situada en un bonito entorno y muy apreciada como lugar de descanso y vacaciones ya que en sus alrededores existen multitud de balnearios; su riqueza más importante es la explotación de sus minas de sal que pueden ser visitadas por los turistas; existen dos visitas guiadas a las 8.45 y a las 12 y la entrada cuesta 20 leis; puede que sea interesante, pero nosotros hemos llegado tarde y no podemos esperar, así que seguimos la ruta prevista por la carretera 13 hasta el cruce con la 17 para llegar a Siguisoara. Es verdad, que por esta zona se ven más gitanos zíngaros - que me recuerdan mi infancia cuando iban por los pueblos con sus carromatos proyectando películas en la plaza del pueblo – y justo cuando llegamos a Balauseri comenzamos a ver a más zíngaros por la carretera, así que seguimos su rastro y nos conducen a un mercadillo; está muy animado, es el típico mercadillo en donde se vende de todo pero las coloridas faldas de las señoras y los gorros y los grandes mostachos de los hombres le dan un aspecto diferente; como no podía ser de otra manera paseamos, hablamos, gastamos bromas, y hacemos fotos y más fotos. Nuestra próxima parada es ya Siguisoara (también conocida como la pequeña Viena) que me atrevería a decir que en Rumanía es sinónimo de Drácula, pues él vivió aquí. Aparcamos en las afueras, atravesamos la plaza de Hermann Oberth muy animada, rodeada de restaurantes y cafés y dedicada a este ingeniero aeronáutico, y accedemos al casco antiguo bajo la Torre del Reloj, que es el símbolo de la ciudad; data de 1676, tiene 64 metros de altura, está rematada por cuatro torrecillas que coronan la aguja principal y posteriormente se añadió el carrillón con diversas figuras de carácter simbólico; actualmente es sede del museo de historia. A partir de aquí ya estamos dentro del casco antiguo, y aunque en estos momentos están todas las calles en obras, es un conjunto coqueto y muy manejable que conserva su espléndida ciudadela amurallada con nueve de sus catorce torres originales, estrechos callejones y pasadizos y calles jalonadas por sencillas casas de colores vivos del siglo XVI. Desde la torre del reloj si caminamos en dirección a la plaza Cetaji, podemos apreciar a la izquierda la casa, hoy convertida en restaurante, en donde vivió Vlad Dracul, a la derecha la biserica del monasterio dominico y justo al lado el edificio del ayuntamiento. En la bonita plaza Cetaji (sería genial sin coches) se encuentra la casa Hirscherhaus en el nº 10, que es más conocida como “cu cerv” por la cabeza de ciervo de madera con cuernos de tamaño natural colocada como adorno en la fachada del edificio. Si cogemos la calle Scolii nos encaminamos hacia lo alto de la colina accediendo a la misma, a través de la “Scara Scolii” una bonita escalera de madera de 177 escalones; en lo alto de la colina se encuentra la iglesia de la colina, el cementerio sajón, el liceo Haltrich y unas buenas vistas de la ciudad; la bajada podemos hacerla por la parte trasera, siguiendo el trazado de la muralla de más de 1 km de longitud y siguiendo un sendero que discurre entre casas adosadas y pequeños huertos, para poder apreciar(aunque faltan por restaurar) la torre de los Santos y la de los Hojalateros que tiene un bonita galería de madera. Perderse por sus numerosos callejones puede ser otra de las maneras de recorrer y disfrutar de esta ciudad que ganará muchos puntos cuando las obras hayan finalizado. En la parte baja de la ciudad, es recomendable pasear por la avenida 1º de diciembre para ver sus bonitos edificios de estilo renacentista y observar la ciudad desde una perspectiva diferente. Para finalizar el recorrido, podemos sentarnos en una de las terrazas que hay en la plaza de H.Oberth y disfrutar de una cerveza Ursus y un plato de pasta. Yo os puedo recomendar la pizzería Concordia. Después de la comida y de dar un paseo para disfrutar por última vez de esta bonita ciudad, cogemos el coche y nos vamos a Brasov directamente a la Pensiunea Italiana situada en la St.Lunga, 70 wwwpensiunea-italiana.ro que se encuentra a unos 10 minutos caminando al centro pero que su relación calidad-precio es aceptable(35 euros la doble). En el centro de Brasov los precios son bastante caros. Una vez instalados tenemos tiempo para la toma de contacto con la ciudad, cuyo centro neurálgico es la plaza Sfatului. En la próxima entrada os hablaré de Brasov y sus alrededores.

lunes, 20 de julio de 2009

Neamt - Bicaz - Praid

La idea de bajar hacia Neamt y no directamente por Bistrita para llegar a Siguisoara y Brasov ha sido debido a que hay una carretera de montaña que va desde Bicaz hasta Georgeni y que atraviesa por el lago Rosso y que he leído que merece la pena y quiero comprobarlo en vivo y en directo.
Después del desayuno ( hoy los huevos fritos iban adornados con nariz y ojos) partimos directamente hasta el monasterio de Neamt que se encuentra a 16 km; por cierto comienza a diluviar y tenemos que resguardarnos en los soportales y ya de paso aprovechamos para fotografiar todo lo que pasa por el patio. Es el monasterio masculino más grande de Rumanía y se accede a través de un túnel. Ya en el siglo XIV era un gran centro de difusión cultural gracias a su escuela de calígrafos, talladores y miniaturistas y además cuenta con una de las bibliotecas más grandes del país con un fondo de cerca de 20.000 volúmenes. Al final del túnel, y en el centro del patio está la iglesia que constituye una de las joyas de la arquitectura moldava. Consagrada en 1497 responde a los cánones de aquel periodo: planta de tres ábsides, ventanas góticas, cúpula octogonal y cubierta a dos aguas; en el exterior cabe reseñar los discos de cerámica dispuestos en horizontal y vertical y en el interior la tumba de Esteban, el iconostasio y algunos frescos originales. Justo frente a la torre de acceso llama la atención un baptisterio de planta circular rematado por una gran cúpula; si seguimos de frente hasta lo alto de la colina, un camino recto nos lleva hasta una curiosa casa de colores rodeada de un bonito jardin. De nuevo retrocedemos hasta la carretera general para acercarnos hacia los monasterios de Secu y Sihastria que también se encuentran dentro del Parque Natural de Vanatori Neamt en un entorno rodeado de bosques y montañas. El monasterio de Secu, aunque construido en 1564, fue destruido en numerosas ocasiones y el edificio actual data del siglo XIX; aparcamos en la carretera y caminamos unos metros para acceder a través de un arco al patio en donde se encuentra la iglesia; es la hora de la comida y todos los monjes acuden al comedor que está muy concurrido; nos invitan a comer, pero son solamente las 12 de la mañana y para nosotros es un poco pronto; después de pasear por el patio y de hacer unas fotos, nos trasladamos al segundo de los monasterios: Sihastria; al haber turismo se respira tranquilidad y solamente se escucha de fondo la voz de los monjes que están celebrando misa. A la salida vemos que también en la zona está el monasterio de Shila, pero cuando cogemos el desvío para acercarnos la carretera está tan mala que nos damos la vuelta. Con esto, damos por finalizada nuestra ruta de monasterios y nos desplazamos hasta Hangu, para desde aquí acceder a la localidad de Bicaz, no sin antes haber recorrido la carretera N15 que a lo largo de 35 kilómetros va paralela a este lago artificial. Una vez llegados a Bicaz, tomamos la ruta N12c hasta el lago Rosu, situado a 983 metroa de altura. El comienzo de la ruta es desalentador por la gran cantidad de fábricas que hay en los márgenes de la carretera, pero a medida que ascendemos y nos adentramos en las gargantas el panorama cambia radicalmente y de repente nos encontramos en un estrecho pasadizo con paredes rocosas de mas de trescientos metros que no dejan pasar la luz y con un río embravecido por su estrechez que produce un ruido ensordecedor; seguimos ascendiendo metro a metro, hasta que coronamos el puerto y la primera vista es la de un lago completamente helado; efectivamente es el “lago Rosu”; este lago producido por un dique natural, debido al desprendimiento del monte Ghicos en 1837; en sus aguas de tono rojizo emergen troncos fosilizados de pinos. Decidimos tomar un cafecito en uno de los bares de la orilla, y ¿Cómo no? nos atiende una chica que en perfecto castellano nos pregunta lo que desaseamos. Ha estado trabajando tres años en la localidad castellonense de Villarreal y ha dejado allí buenos amigos. Ya de paso nos dice que este año las temperaturas han llegado a -30ª y es por eso que el lago todavía está helado; además durante el invierno funciona en el centro una pista de patinaje y se puede caminar por su superficie. Efectivamente doy fe, que en este caso la guía no se ha equivocado, y después del cafecito proseguimos el descenso entre montañas con un paisaje salpicado de nieve hasta llegar a Gheorgeni; después de unos kilómetros en terreno llano, de nuevo ascendemos el puerto de Bucin en cuya cima paramos para contemplar el paisaje y como hace un poco de fresco continuamos descendiendo hasta llegar a Praid, en donde decidimos pasear por sus calles y ya de paso quedarnos a dormir. El lugar elegido se encuentra a las afueras del pueblo, ya en el campo, se llama casa Piratilor y ofrece unas magníficas habitaciones por 35 leis (8 euros). Tomamos posesión de nuestras rooms y salimos a dar un paseo y a tomar unas cervecitas. Cenamos en el mismo lugar y a dormir. Mañana llegaremos a Brasov penúltima ciudad a visitar antes de partir hacia Bucarest.

miércoles, 15 de julio de 2009

Monasterios de Bucovina.Sucevita.Arboré.Dragomina

Atravesamos una preciosa zona de valles y montañas para llegar, para mi, al monasterio más impresionante de todos; me estoy refiriendo al de Sucevita llamado “la joya verde” ya que para llegar a él hay que recorrer un paisaje montañoso de gran belleza. Este monasterio parece una sólida ciudadela de piedra, con torres macizas, contrafuertes y caminos defensivos. El imponente muro de piedra, sin duda, ha servido como protector de los frescos de la fachada norte de la iglesia un caso único por su excelente estado de conservación. Nada más acceder a su interior, lo primero que llama la atención es su grandiosidad con un gran patio rodeado de sus altas murallas y de las colinas de los alrededores. En un clima de gran tranquilidad damos vueltas y más vueltas tratando de encontrar en mejor lugar para las fotos, aunque pienso que para realizar fotos de un lugar tan espectacular da igual la ubicación. Como os dije anteriormente, las pinturas están muy bien conservadas destacando especialmente la fachada norte, con la escena de la escalera de las Virtudes, la más impresionante por su amplitud y contraste. No quiero entrar al detalle de explicar cada una de las pinturas, pues creo que lo más importante es disfrutar de todo el conjunto. Al final de la visita hemos tenido un pequeño percance con una monja al recriminarnos que no habíamos pagado el canon para la cámara de fotos; el tema se soluciona pagando los seis leis y todos contentos. En la salida encontramos unas mesas con unas inmejorables vistas y aprovechamos para darle una alegría al botiquín.
Con el estómago lleno, nos encaminamos hacia el penúltimo de los monasterios que visitaremos en la jornada de hoy; se trata del de Arboré y para no tener que dar una gran vuelta nos metemos por carreteras secundarias y nos encontramos con la desgracia de tener que hacer un tramo de carretera de piedras en un estado lamentable; pero a veces el meterse por lugares intransitables tiene sus recompensas y en esta ocasión y a la salida de un pueblo hemos visto como un artesano recomponía un tejado elaborando las tablillas de madera a mano y con la ayuda de una máquina manual (ver foto). Al final llegamos al monasterio que aunque es uno de los que esta declarado Patrimonio de la Humanidad, me ha parecido el más flojo. La iglesia es más pequeña que la del resto de los monasterios, su construcción debió correr a cargo de un boyardo y carece de torre. Quizás la novedad de este monasterio, radica en que a diferencia de las otras iglesias en donde permanecen los tonos azules y ocres, en Arboré domina el verde con cinco matices diferentes combinado con el rojo, azul y amarillo. Las pinturas están inspiradas en el Génesis y la vida de los santos, pero hay dibujos muy originales con rostros en movimiento y ciudades y edificios en perspectiva; también hay que fijarse en los trajes de los personajes. En el patio dos grandes losas con quince recipientes dan una idea de la gran cantidad de tonos utilizados por los artistas.
Para finalizar la jornada solamente nos queda acercarnos al monasterio de Dragomina que se encuentra muy próximo a Suceava y como las indicaciones no son del todo buenas, una vez más nos perdemos- a pesar que llevamos un copiloto que ya les gustaría a algunos pilotos de rally- aunque rápidamente damos con el lugar. Este monasterio es diferente a todos los visitados anteriormente. Está rodeado de un poderoso muro reforzado de contrafuertes y torres laterales que le da el aspecto de una fortaleza. Se accede al mismo recorriendo una recta jalonada de árboles y la entrada al recinto se hace por una gran puerta con restos de frescos; una vez dentro del patio se alza la espléndida iglesia rodeada de edificios para uso de sus residentes. La iglesia es una joya de delicada elegancia y gracilidad, debido a sus proporciones 42 metros de alto y tan sólo 9,6 de ancho. El exterior carente ya de pinturas presenta los elementos básicos de la arquitectura de Bucovina. A pesar de encontrarnos solos, pues ya es un poco tarde, una monja joven (25 años) nos abre la puerta de la iglesia para que la visitemos. Yo aprovecho para charlar un momento con ella (en francés) y me comenta que en el monasterio viven actualmente 60 monjas, que ella lleva solamente tres meses, que viven prácticamente de lo que producen (su huerto y sus rebaños) y que solamente necesitan comprar los productos de primera necesidad (sal, azúcar, aceite, café, etc). Ha sido sumamente agradable hablar con esta monja. Fuera del recinto el monasterio esta rodeado de un gran lago en donde se refleja la silueta del edificio y en donde se escucha el croar de los cientos de ranas que hay en sus aguas.
Damos por finalizada esta intensa jornada tratando de avanzar en dirección a Targu Neamt en donde dormiremos para mañana iniciar nuestra visita en la zona de los monasterios del valle de Neamt. El hotel elegido es el Deina (36 euros con desayuno) y la ciudad no merece la pena. Una vez instalados buscamos un lugar para cenar y no retiramos a nuestros aposentos. Mañana será otro día

martes, 14 de julio de 2009

Monasterios de Bucovina. Humor y Moldovita

La carretera está en obras y además debido a la falta de indicaciones a la altura del pueblo de Gura Humorolui nos pasamos el desvío y tenemos que retroceder. Por fin, llegamos al aparcamiento del monasterio y me llama la atención la gran cantidad de puestos de artículos de regalo y los famosos huevos pintados a mano. Rodeamos el muro hasta llegar a la entrada y pagamos los tres leis de rigor(os aconsejo que no enseñéis la cámara de fotos, pues son seis leis más) y para adentro. Es el segundo monasterio que visitamos y el impacto visual no es tan poderoso como el primero, aunque no deja de sorprenderte. El modelo es el mismo, pues en torno a un enorme patio muy bien cuidado por las monjas, se sitúa la iglesia con sus excelentes pinturas exteriores; además en este monasterio hay una gran torre cuadrada en una de sus esquinas. La iglesia fue construida en 1530 y fue dedicada a la Asunción de la Virgen. En cuanto a su arquitectura presenta algunas innovaciones como el atrio abierto a tres lados y el denominado lugar secreto encima de la habitación de las tumbas. En cuanto a lo más llamativo del conjunto que son los frescos exteriores cabe destacar la Anunciación en la fachada sur; el Arbol de Isaí, escenas de la vida de los Apóstoles y San Jorge en la fachada norte; el Juicio Final en la fachada oeste y la pintura monumental de los ábsides. Pero los autores de estas pinturas también quisieron dar un tono de humor pues una pintura muestra al diablo convertido en una mujer astuta y bromista. En cualquiera de los casos y sin profundizar en cada una de las pinturas, yo prefiero valorar el magnífico escenario que forma todo el conjunto.
Retrocedemos de nuevo hasta Vama para tomar la carretera que nos llevará hasta el monasterio de Moldovita. La ruta va paralela al ferrocarril y atravesamos la vía en muchas ocasiones; al llegar al desvío hacia el monasterio nos encontramos con dos carros tirados por caballos que van recogiendo la leche por las casas y vertiéndola en grandes lecheras de zinc; es una imagen típica de la España de los años sesenta. Llegamos al aparcamiento del monasterio y como ya es mediodía las monjas están comiendo y en esta ocasión nos ahorramos los tres leis. Este monasterio al igual que los otros presenta un muro de fortificación de más de un metro de espesor y cinco de altura, conserva tres de las cinco torres originales y la iglesia de 1532 está dedicada a la Anunciación y es una de las obras más importantes del arte rumano. Los frescos exteriores realizados por Tomás de Suceava, son de una gran belleza aunque las dedicadas a la vida de la Virgen, San Nicolás y la escalera de las Virtudes situadas en el lado norte han desaparecido casi por completo, todavía podemos contemplar en todo su esplendor las pinturas del muro sur de color ocre amarillo sobre fondo azul oscuro con representaciones del Arbol de Isaí y el himno a la Virgen. En el exterior se encuentra una estatua de Petru Rares fundador del monasterio y en el museo situado en el antiguo refectorio podemos ver su magnífico trono de madera con respaldo de más de dos metros adornado con la rosa de los vientos y botones de madera.

viernes, 10 de julio de 2009

Monasterios de Bucovina. Voronet

La región histórica de Bucovina dividida entre Ucrania y Rumania, acoge entre sus montañas rodeadas de valles neblinosos y bosques de hayas y abetos, la mayor concentración de monasterios decorados con pinturas de inspiración bizantina tanto por dentro como por fuera. Edificados la mayor parte de ellos entre los siglos XV y XVI durante el reinado de Esteban el Grande y generalmente para conmemorar la victoria sobre el enemigo en alguna batalla. Estos monasterios son como una pequeña fortaleza protegida por una muralla a la cual se van adosando en su interior las dependencias y siempre y como norma para todos, dejando un amplio patio en cuyo centro se sitúa la iglesia, que es el único edificio decorado con majestuosas pinturas inspiradas en temas bíblicos y vida de los santos, pero incluyendo siempre una representación del juicio final. Es muy curioso observar, como gran parte de las pinturas exteriores se mantienen en un espléndido estado de conservación, si exceptuamos las situadas en el lado norte debido al viento y al frío. Podríamos dedicar varios días a visitarlos todos, pero yo os voy a enseñar, creo que los seis más impresionantes y que han sido declarados por la UNESCO como monumentos Patrimonio de la Humanidad. Me estoy refiriendo a los monasterios de Voronet, Humor, Moldovita, Sucevita, Arboré y Dragomina.

Como os comenté en mi última entrada, el alojamiento estaba a cien metros del monasterio de Voronet y por tanto la primera visita comienza en este monasterio. A primera hora ya estamos en la puerta y tras pagar la entrada de 3 leis, accedemos al patio; quizás la primera impresión es tan impactante, que te restriegas los ojos ante tanta belleza y después de unos instante vuelves a la realidad; además tenemos la gran suerte que no hay casi gente y hace un día espléndido. La cámara de fotos dispara sin piedad y poco a poco recupero la tranquilidad después de los primeros momentos de excitación y comienzo a disfrutar y a relajarme. Su iglesia, dedicada a San Jorge fue construida en apenas cuatro meses por deseo de Stefan de Mare para conmemorar su victoria ante los turcos; la gracia del diseño y el valor de los colores utilizados en la realización de los frescos hacen de Voronet, la joya de Bucovina o la capilla sixtina de Oriente según otros. Todas las pinturas se proyectan sobre un fondo de color azul que nunca ha sido igualado. De todo el conjunto, el juicio final representado en la fachada occidental es el más impresionante; en la fachada sur aparece el Arbol de Isaí con mas de cien personajes y un frondoso entrelazado de ramas y parras. El muro norte que es el peor conservado muestra escenas del Génesis. Como curiosidad, comentar que ha sido la primera vez desde que comenzamos el viaje que nos hemos encontrado a un grupo de turistas españoles. Después de tanta maravilla, abandonamos el recinto del monasterio y nos vamos a desayunar para continuar nuestro periplo hacia la segunda visita de hoy que será el monasterio de Humor.

miércoles, 8 de julio de 2009

Adiós a Maramures

Hoy abandonaremos definitivamente esta preciosa región y dedicaremos el día prácticamente a viajar. Sin madrugar demasiado preparamos nuestras mochilas, y cuando vamos a pagar las habitaciones (70 leis) y nos vamos a despedir, la chica de la casa nos ha preparado café y nos lo tomamos en el patio mientras charlamos con ella. Salimos de la casa y nos vamos a desayunar pero el restaurante todavía está cerrado y decidimos acercarnos a la localidad de Ieud situada solamente a tres km , que cuenta con la iglesia más antigua de Maramures; después de aparcar el coche y caminar paralelos al río( donde dos mujeres lavan la ropa) llegamos a la iglesia de la Colina que data de 1364 y conserva fragmentos de frescos de 1792. En la torre de esta iglesia se descubrió el manuscrito más antiguo conservado en lengua rumana (llamado códice de Ieud). Estamos completamente solos, y disfrutamos durante un buen rato del lugar; de regreso al coche visitamos un museo etnográfico en donde existen útiles de labranza, prendas de vestir y elementos de la vida cotidiana de este lugar. Regresamos a Bogdan y con el restaurante ya abierto damos buena cuenta de un copioso desayuno e iniciamos nuestra ruta. Antes de partir de esta zona y para los que dispongais de más días os recomiendo una ruta en tren de vapor que sale de la estación de Viseu de Sus.. El tren parte todas las mañanas a las 7 horas y durante 12 horas recorre este valle hasta la frontera de Ucrania; hay que tener la precaución de llevar comida y agua y un chubasquero para la lluvia pues lo vagones son descubiertos y en caso de llover no hay sitio para guarecerse; en cualquiera de los casos es otra emocionante aventura.
A los pocos kilómetros de iniciada la ruta llegamos a Salistea de Sos y nos llama la atención la gran cantidad de gente que hay por la carretera, así que con nuestro olfato viajero, esto puede significar que hay mercado(otra de las atracciones de Maramures) y efectivamente hay mercado; aparcamos y nos metemos de lleno entre la multitud de puestos ambulantes que venden todo tipo de productos; entre los vendedores hay muchos de ellos que hablan castellano y nos gastan bromas, pero lo que nos llama poderosamente la atención en un señor mayor con un traje típico de la zona que se pasea por el mercado con una azada al hombro y unas albarcas que me recuerdan a los pastores de mi pueblo en mi infancia.

Continuamos y llegamos a Borsa (localidad turística y con estaciones de esquí) donde comenzamos la ascensión del puerto para adentrarnos en el Parque Nacional del monte Rodnei; justo en la cima vemos una mole de hormigón en mitad del paisaje nevado y al acercarnos constatamos la capacidad del ser humano para cargarse la naturaleza; se trata de una iglesia ortodoxa en medio de la nada y me pregunto: ¿Qué pinta esta iglesia en la cima de este puerto?. Iniciamos un largo descenso hasta llegar a la bonita localidad de Ciocanesti, en donde llaman poderosamente la atención sus casas decoradas con pinturas geométricas. Nos paramos a comer unos bocatas en el parque de Vama y decidimos que en vez de ir a Suceava a dormir nos vamos a quedar al lado del monasterio de Voronet, pues en realidad todos los monasterios que vamos a visitar se encuentran más cercanos desde este punto. La carretera está en obras y tras muchas paradas y mucho polvo, cogemos el desvío que nos lleva a Voronet. Creo que es la primera vez desde que comenzamos el viaje que llegamos pronto a un lugar y nos instalamos en un hotelito a cien metros del monasterio. Paseamos por la carretera disfrutando de la tranquilidad del entorno, y de nuevo me llama la atención, el que cada casa dispone de su pozo de agua decorado de la misma manera que la casa. Cenamos en el restaurante del hotel, pues prácticamente no hay otro lugar y nos vamos a descansar pues mañana a primera hora iniciaremos una de las rutas mas esperadas de este viaje; me estoy refiriendo a los monasterios de Bucovina.

martes, 7 de julio de 2009

Demetrio nos salvó la cena

Como os he comentado en el blog, cuando llegamos a cenar al restaurante de Vogdan Voda, era imposible entenderse con el camarero y tuvimos que esperar a que llegara Demetrio. Este chaval que vive en este pueblo, estaba tranquilamente en su casa, cuando recibió una llamada del restaurante para decirle, que por favor viniera, pues había unos españoles que querían cenar, pero que no les entendían ; el pensó que le estaban gastando una broma y por ello no quería desplazarse, hasta que le convencieron que era verdad. Demetrio apareció en el restaurante, le saludamos, nos tradujo la carta y pedimos la cena, pero mientras nos traían la comida, nos contó su historia y la de su hermano. Quizás la de su hermano sea la más dura, ya que llegó a España engañado por una mafia que tras pagar una cantidad de dinero le ofrecieron trabajo; cuando llegó aquí todo era mentira y lo pasó bastante mal según nos cuenta Demetrio. Su historia fue más fácil, pues llegó después de su hermano y trabajó en Jaén durante tres años, para posteriormente trasladarse a Burgos (buena tierra) para trabajar poniendo pladur a destajo y ganando bastante dinero(según comenta) hasta que llegó la crisis que le ha obligado a volver a Rumanía, aunque tiene que ir periódicamente a España para cobrar el paro. Los españoles le han tratado muy bien y de hecho su novia todavía sigue trabajando es España. Con respecto a las grandes casas que la gente se construye en sus pueblos, nos dice que la mayoría son de la gente que trabaja fuera y que existe mucha envidia entre los rumanos, así que si uno se hace la casa grande el otro intenta que sea aún más.
Le damos las gracias e intentamos invitarle a tomar algo, pero lo rechaza cordialmente. También nos comenta que somos los primeros españoles que ve en su pueblo, lo cual para el es toda una alegría y una sorpresa, pero está muy contento. De paso ya le decimos lo que queremos desayunar mañana para que se lo diga al lumbreras del restaurante para no tener más problemas.

Maramures III Parte

Regresamos de nuevo hacia Sighetu y a la altura de Vadu Izei cogemos la carretera que recorre el valle di Iza para dirigirnos hacia Barsana; en este pueblecito visitamos la antigua iglesia de madera situada en lo alto de una colina, que data de 1720 y que forma parte de las ocho iglesias de los Maramures que son Patrimonio de la Humanidad; pero quizás lo que más fama le ha dado a este pueblo es el monasterio que se encuentra a la salida a la izquierda de la carretera el monasterio de Barsana que si bien fue construido en la década de los noventa y que está compuesto de numerosos edificios ha conseguido convertirse en una verdadera referencia artística; la verdad es que es un conjunto de una gran belleza, se respira paz y tranquilidad, y además las monjas han montado un pequeño hotel de 16 habitaciones en el cual os recomiendo que os quedéis a descansar y de paso probéis su magnífica cocina en la que destaca su famoso plato de arroz con verduras (sarnale). Para reservar vilabarsana.as.ro.
Siguiendo por este bonito valle, nuestra próxima parada es en la pequeña localidad de Strantura que aunque no figura en ninguna guía, tiene una coqueta iglesia de madera con su parte inferior pintada de azul. Aquí nos hemos encontrado con una viejecita de cara alegre y sonriente que nos muestra la tumba de su hija(muerta de cáncer)la de su marido y de paso la suya.
Rozalea será por hoy nuestra última parada y nuestra última iglesia de madera. Esta biserica cerrada al culto y transformada en museo, dice la guía que es la más interesante de cuantas hay en la región, pero llegados a esta altura yo no sabría decir cual es la más interesante de todas las que he visitado. Terminada en 1717 cuenta con cubierta de doble vertiente recientemente restaurada, además de una notable galería de pinturas de los siglos XVIII y XIX.
El día toca a su fin y hay que buscar alojamiento en Vogdan Voda y hoy va a ser de esos días que la situación se complica, pues al ser una zona poco turística, época baja y pocos hoteles o pensioneas no encontramos sitio. En esta zona es habitual que ofrezcan sitio para dormir en las propias casas, pero después de preguntar en muchos sitios la única posibilidad es una de estas casas particulares que de momento no está preparada, pero que nos la prepara en un momento. Es una chica joven que acaba de ser madre y la ayudamos a hacer las camas; se queda bastante sorprendida, pues pensaba que en España estas labores las hacían las asistentas y la explicamos que no todo el mundo tiene asistenta. Nos llama la atención la manera de calentar las habitaciones, pues disponen de unas grandes estufas de cerámica que llenan de leña y en un momento caldea la habitación. Una vez instalados nos queda otra tarea, que es la de buscar un lugar para cenar; por lo que nos comenta esta chica cree tan solo podemos cenar en un lugar y después de sus indicaciones hacia allí nos dirigimos; el restaurante se llama Voievodul, está en una tercera planta y la planta de abajo es un almacén de ferretería. La entrada no augura nada bueno(es bastante cutre) pero una vez arriba el local es grande y está relativamente limpio; entramos, nos sentamos y el problema comienza cuando intentamos pedir de cenar, ya que la carta está en rumano y el camarero es poco espabilado, así que por señas le entendemos que tenemos que esperar cinco minutos ¡para qué!; pedimos unas cervezas y esperamos hasta que aparece Demetrio.(Contar la anécdota del viaje). Por cierto tengo que contaros, que es curioso que en casi todos los bares y restaurantes tienen grandes frigoríficos llenos de cervezas, pero siempre están apagados por lo que las cervezas están calientes; nadie nos ha sabido explicar este misterio( Demetrio nos dijo en broma, que se las beben tan rápido que no da tiempo a que se enfríen). Con la ayuda de Demetrio pedimos y cenamos de lujo por 66 leis (unos 16 euros). Ya entrada la noche, nos retiramos a nuestra casita a descansar.

Maramures II Parte

Mi intención era tomar Baia Mare como base para visitar la zona, pero al final decidí moverme y tratar de buscar sitio para alojarme en cualquier pueblo pues debido al mal estado de las carreteras se pierde mucho tiempo y no es conveniente retroceder. Cierto es, que a veces es difícil encontrar en esta época del año lugar para alojarse, pues es Semana Santa y prácticamente no hay turismo, y eso no significa que el resto del año haya mucho más.
Después d
e dormir en Baía Mare iniciamos nuestro recorrido por el mismo lugar en que acabamos ayer, es decir, por la iglesia de Surdesti: Por el camino disfrutamos del magnífico paisaje y del entorno rural (carretas cargadas de paja tiradas por caballos, mujeres trabajando el campo con azadas y yuntas arando los campos); es una delicia de recorrido y vamos parando a cada momento, pues todo nos llama poderosamente la atención. Paramos de nuevo en Surdesti y continuamos dirección a Cavnic importante estación invernal; ascendemos el puerto que todavía tiene bastante nieve y descendemos hasta Budesti en donde se pueden apreciar las enormes y magníficas puertas de las casas, y unos gorros que llevan los hombres muy curiosos. En este pueblo está otra de las iglesias de madera más destacadas; me refiero a la de San Nicolás que data de 1643 y es de las pocas que han conservado su estructura original desde su construcción; el interior está decorado con iconos sobre cristal y madera y los personajes bíblicos visten trajes tradicionales. Continuamos nuestra ruta para detenernos en la biserica de lemn(iglesia de madera) de Sugatag que se encuentra al lado de la carretera y es una de las más antiguas de la región pues data de 1642. Desde aquí seguimos hacia Sighetu Marmatiei, pues nuestro punto de mira esta en la localidad de Sapanta próxima a la frontera de Ucrania y pueblo célebre por un atractivo muy concreto, el llamado “cementerio alegre” obra de Stan Ion Patrag que murió en 1977; este poeta, pintor y escultor tuvo la idea de dar a un cementerio un toque de alegría pintando con vivos colores las cruces de madera a las que después añadió un poético y a veces irónico epitafio sobre la vida del fallecido, además talló escenas que representan el oficio por el cual fue conocido el muerto. El color que predomina es el azul añil conocido como el “azul sapinta”. La verdad, es que ha sido muy emocionante el poder pasear entre las tumbas haciendo cientos de fotos y la pena es no poder traducir cada uno de los epitafios escritos en las mismas. Solamente la visita a este lugar ya merecela pena la visita a Sapanta, pero también a la entrada del pueblo, justo al lado de la carretera, llama la atención otro cementerio con unos cientos de losas de piedra pero sin ningún tipo de información y también tiene una gran iglesia de madera.

Maramures I Parte

Salimos de Cluj en dirección a Baia Mare que se encuentra a unos 150 km de distancia con la intención de llegar a comer. Baía Mare, es el punto de partida para visitar la zona de los Maramures que mantiene unas tradiciones y un patrimonio folclórico genuino, no en vano sus gentes hacen gala de ser los descendientes directos de los antiguos dacios. Es uno de los lugares más bonitos y menos visitados de Rumania y por momentos, tengo la sensación de retroceder al pasado y encontrarme en mi pueblo pero 50 años atrás, pues la gente todavía utiliza muchos utensilios que en otros países estarían expuestos en un museo. Pero aparte de su atractivo natural, otro de los tesoros que esconde son sus iglesias de madera declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Casi todos estas iglesias se encuentran en los valles de los ríos Mara e Iza y guardan una serie de características comunes que os voy a comentar para luego dedicarnos a recorrer algunos de los más importantes de la zona; están situados en medio de un cementerio al que se accede a través de una verja de madera tallada, corona la iglesia un alto pináculo y si lo rodean cuatro torrecillas, esto significa que era sede de jurisdicción; el interior está dividido en pronaos y naos y la mayorìa de ellas han sido construidas por sus habitantes. Es una ruta sinuosa, de carreteras en mal estado, pero de una gran belleza y donde el ritmo de vida se detiene por momentos. En función del número de días que queramos dedicar, tendremos la oportunidad de profundizar más, pero en cualquiera de los casos yo os digo que si tenéis intención de ir de vacaciones a Rumanía, no dejéis de visitar esta zona pues no creo que les quede mucho tiempo de tranquilidad.

Esta ciudad que significa “gran mina” tiene como punto neurálgico la plaza de la plaza de La Libertad en donde se encuentra la casa de Iancu de Huneadora en el número 18 y el monasterio de los minoritas(en obras) en el número 6; desde aquí también se puede observar la torre Stefan una torre de 50 metros de alto construida en 1347; además Baia Mare cuenta con un gran museo al aire libre, que recrea los pueblos típicos de esta región fronteriza con Ucrania. Después de comer en el Restaurante Chez Philip, la siguiente tarea es buscar alojamiento que encontramos en la Pensionea Ideal (creo que es el mejor sitio de Baia). Por la tarde decidimos hacer la primera toma de contacto con las iglesias de madera y nos vamos hacia la de Surdesti, después de perdernos para llegar se nos hace un poco tarde, pero llegamos con el tiempo justo de dar una vuelta ,hacer unas fotos y disfrutar de este lugar tan agradable; esta iglesia de madera de abeto está rematada por el pináculo más alto de Maramures(74 metros) y tiene pinturas de 1737; me llamó poderosamente la atención el que había un retrato de Juan Pablo II y al preguntar a la señora que nos enseña la iglesia, nos comenta que ellos profesan la religión católica-griega o uniata y por tanto reconocen la autoridad del pontífice; en la época de la dictadura de Ceaucescu, esta religión fué prohibida y no volvió a restablecerse hasta el año 1989. A dos kilómetros se encuentra otra bonita iglesia de madera que no hay que olvidar; me refiero a la de Plopis dedicada a los Santos Arcángeles y construida a finales del XVIII, quizás la originalidad de esta iglesia radica en el perfil tricúspide de la bóveda de la nave principal. Aprovechamos para disfrutar de la absoluta tranquilidad del entorno al tiempo que observamos una magnífica puesta de sol sentados en los bancos de madera de la iglesia. Como mañana la ruta pasa por aquí, pararemos con más calma así que regresamos de nuevo a Baía Mare. Descansamos un rato y salimos a buscar un restaurante para cenar , y mira por donde en una de las calles que parte de la plaza(Vasile Lucaciu,7) encontramos un local que desde la calle nos parece bonito y decidimos que este va a ser el sitio; se llama The Home y lleva abierto solamente tres meses ; cuando nos sentamos y vamos a pedir la carta, nos atiende una chica de nombre Loredana que en un perfecto castellano nos pregunta lo que deseamos cenar; lógicamente la preguntamos por su perfecto castellano y nos comenta que ha estado tres años trabajando en Oruzco de Tajuña y que su novio todavía esta aquí; nos aconseja las especialidades de la casa, nos invitan a unos canapès y a unos chupitos, nos atienden de maravilla, y cuando vamos a pagar nos presenta a la dueña del local de nombre Claudia a la que felicitamos por el buen gusto de este sitio y que yo personalmente os recomiendo si hacéis noche en Baía Mare.