lunes, 29 de diciembre de 2008

Las Bijagos II

A las nueve de la mañana ya estamos todos desayunando (aunque algunos han madrugado mucho más para disfrutar de la salida del sol) en una coqueta cabañita frente al mar. Como ya os comenté ayer hoy es uno de esos días en que uno esta expectante y ansioso de poder observar a esos grandes animales en su habitat natural; me estoy refiriendo a los hipopótamos que además cuentan con la particularidad (creo que es única en el mundo) que se han adaptado al agua de mar. Hoy nos acompañarán Antonio (director del parque), Junior (guarda),Luis y por supuesto nuestras biólogas de lujo en este viaje Nuria y Ana. Para desplazarnos hacia allí lo primero es coger las barcas e ir circunvalando la isla de Orango; en el trayecto vamos observando las aves que Luis identifica (a mi me gusta el buitre de las palmeras); comenzamos a adentrarnos por la desembocadura del Ancarroso, a medida que avanzamos por los manglares estos se van estrechando, y a veces hay que agachar la cabeza para que las ramas no nos golpeen, pero creo queEs un momento de gran tensión, todos queremos estar en primera fila, las cámaras de fotos disparan sin cesar ; de repente Junior nos sugiere que retrocedamos pues parece ser que el macho dominante ha salido mas de la cuenta y amenaza con arrancar , al final solamente ha sido un conato ¿menos mal? pues si estos animales arrancan a correr ¡madre mía la que se lía y sálvese quien pueda! Hemos disfrutado del momento, pero hay que continuar la marcha, primero pasamos por el lugar en donde está situada la cámara del foto trampeo para ver si ha capturado algún ejemplar; Luis abre la caja y comprueba que hay una foto pero no ha salido la cabeza del hipo, da igual se trata de un proyecto y tiempo habrá, pero a pesar de todo se pone muy contento; aprovechamos para tomar un bocata a la sombra de una ceiba y seguimos ruta hasta llegar a la laguna de Canicussa; el panorama que se presenta ante nuestra vista es espectacular, nenúfares, aves de todas las especies, cocodrilos, y en ocasiones también hipos. Está siendo un día de muchas impresiones y la guinda del pastel la pone la impresionante playa a la que desembocamos y en donde nos esperan las barcas para regresar a comer al Orango parque hotel. Continuarán las sorpresas en sucesivas entregas.

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