Con el estómago entonado seguimos el recorrido tomando en el cruce de Mercadillo la BU-554 una bonita carretera con muchas curvas que se dirige a Arceniega (Alava); justo tocamos unos kilómetros de esta provincia y rápidamente de nuevo a Burgos para tomar la BU-550 hasta el cruce de Angulo; aquí la carretera desciende bruscamente entre bosques, praderas y cuadras hasta alcanzar el valle encajado entre la Sierra de la Carbonilla y los muros de la sierra Salvada y justo nada más salir del pueblo de Cozuela y tomar una curva a la izquierda sale un camino que desciende hasta el aparcamiento para desde aquí caminar hasta la base de la cascada de Peñaladros. ¡ojo! aquí tenéis que ir con mucho cuidado pues no hay indicación y es fácil pasarse e irse a la provincia de Álava para tener que dar la vuelta. Estas cascadas de 13 metros de altura tienen agua durante todo el año y caen sobre una poza rodeada de árboles que dan cobijo a multitud de especies animales. Es un secreto bien guardado que no necesita de marchas agotadoras ni de botas de treking y en donde el sonido ininterrumpido del agua al caer nos reafirma en que hemos visto algo que merecía la pena.Justo al lado de estas cascadas existe un centro de ecoturismo "Las casas de la Cascada" regentado por Koldo y del que os hablaré en una entrada especial.
Después de bajar a la base de las cascadas y disfrutar de la tranquilidad que se respira en ese lugar continuamos nuestro periplo saliendo de nuevo a la carretera BU-550 para ascender el puerto de Angulo y encaminarnos hasta San Pantaleón de Losa. Cuando nos vamos acercando, se divisa al fondo una gran roca (peña Colorada) que parece la quilla de un barco y justo en lo alto la ermita románica de San Pantaleón. Después de cruzar la aldea y ascender por un sinuoso y empinado camino de cemento (nos preguntamos que pasa si se cruzan dos coches, pues solo cabe uno y muy justito) llegamos al aparcamiento justo en el momento de la puesta de sol; en esos momentos solamente se me ocurre una palabra “espectacular”. En lo alto de esta atalaya, solos y como telón de fondo esta maravilla del románico disfrutamos de lo lindo. La ermita levantada sobre un terreno con gran declive fue consagrada en el año 1207, consta de solamente de un tramo bajo cúpula y de un ábside. Llama la atención su fachada principal ya que en su lado izquierdo de la portada representando la mente intuitiva figura un atlante a modo de cariátide y en el lado derecho y representando la mente racional una especie de rayo en zigzag con cinco puntas.
Damos por finalizada la visita a este bello lugar y decidimos encaminarnos hacia la localidad de Medina de Pomar así llamada por estar situada en un valle con muchas manzanas. Nada más llegar llaman poderosamente la atención las dos torres del Alcázar de los Velasco que sobresalen en lo alto; en su animada plaza de Somovilla figura el busto de Juan de Salazar y Espinosa fundador de la ciudad de Asunción y que era natural de Medina. Si comenzamos a caminar por su animada calle Mayor y una vez que atravesamos el arco de la Cadena entramos en la ciudadela en donde se encuentra la iglesia de Santa Cruz, la Plaza Mayor con el edificio del ayuntamiento de 1898, que mira al río Trueba y al fondo el Alcázar de los Velasco. Fuera del recinto urbano podemos visitar el monasterio de Santa Clara, el hospital de la Vera Cruz y la Ermita de San Millán. Para dar por concluida esta jornada nada mejor que sentarse en el animado y concurrido café restaurante del Siglo(situado en la calle Mayor) y degustar alguno de sus típicos platos o de sus ricas pizzas.
Regresamos a nuestra casita “El Prado Mayor” en Quintanilla del Rebollar para descansar y disfrutar de ésta estupenda casa y dar por concluida nuestra estancia en Las Merindades, comarca tan desconocida como maravillosa y a la que espero volver en breve.
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