lunes, 28 de diciembre de 2009

Vamos a cambiar moneda

Como ya os comenté anteriormente no quisimos cambiar en el aeropuerto y dije que fue un craso error y ahora sabréis porqué. Lo que en un principio creíamos que iba a ser un ratito se convirtió en casi hora y media. Y así sucedieron los hechos:entramos en el primer banco que nos encontramos y esta es la conversación, lógicamente en inglés:

- Pregunta. Buenos días, hacen cambio de divisa
- Respuesta. Sí, dólares o euros
- P.- Queremos cambiar euros, ¿a cuanto está el cambio?
- R.- A 18 Birr
- P.- Ok, entonces nos puede cambiar 500 euros.
- R.- Lo siento, pero es que euros no cambiamos.

Seguimos caminando por la calle y encontramos una sucursal del NIB Internacional Bank, así que vamos a intentarlo por segunda vez. Esta oficina, es lo más parecido a una tienda de ultramarinos, eso sí, con unas medidas de seguridad excepcionales que se traducen en una garita destartalada de madera a la entrada y un guardia de seguridad uniformado armado con una porra. Entramos y una vez que nos confirman que cambian euros y a cuanto iniciamos la aventura.

Después de pedirme el pasaporte para hacer una fotocopia y rellenar el formulario, nos hacen pasar a un apartado de donde sacan una maquinita de un armario para comprobar que los billetes son verdaderos, pero la maquinita a medida que pasamos los billetes va dando error en algunos de ellos y por más que cambiamos los billetes sigue dando error y por lo tanto hay que esperar a que llegue el director para que haga las comprobaciones oportunas y de el Ok. Mientras esperamos, la gente nos mira y mi pasaporte pasa de mano en mano; he llegado a contar mas de catorce personas dentro del mostrador; por fin, llega el director y después de comprobar una vez más los billetes, dice que todo está correcto y nos pide disculpas. Por fin, nos entregan una chapita con la que en caja nos hacen la entrega de los billetes; el problema que surge ahora, es que los billetes son demasiado grandes y los queremos más pequeños y hasta que logramos que nos entiendan pasan los minutos, pero por fin y después de casi una hora y media salimos del banco con los birr en la faldriquera y ya podemos ir a comernos Addis, y nunca mejor dicho ya que son las 2 de tarde, y ya tenemos gusa.

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