miércoles, 24 de febrero de 2010

Comer en Lalibela

Desandamos el camino de regreso a Lalibela, e intentamos parar en Bibilla (una aldea antes de llegar al cruce de la carretera menos mala), y digo intentamos, pues nada más descender del coche nos rodea una multitud de gente que nos obliga a subir rápidamente para evitar males mayores. Regresamos a Lalibela y le digo a Naguse que hoy queremos comer en un lugar diferente al que no vayan los faranji.

El restaurante se llama Unique y se encuentra frente al hotel Ashetón que casualmente es donde me alojé en mi anterior visita, es un restaurante humilde( por no decir cutre) y la entrada no augura nada bueno, y en el interior unas mesas con un hule floreado y unas banquetas; estamos solos y tampoco tienen una carta, así que Naguse nos traduce y al final el menú consiste: en espaguetis para mi, pizzas para las chicas, e inyera para él; para beber unas San Georges “betam cascaha” o sea muy frías; sin entrar en detalles de cómo es la cocina y el baño ni mencionarle, si os diré que hacía tiempo que no comía unos espaguetis con tomate tan ricos y según las chicas, las pizzas también están apatecibles. También mientras comíamos y al enterarse que éramos españoles nos han localizado en la Euronews( sitio cutre pero eso sí con parabólica) y nos hemos enterado de las últimas noticias del mundo. Al finalizar la comida, ha salido a saludarnos la dueña; se llama Sisaines y nos cuenta que quedó viuda hace diez años, que tiene 5 hijos (4 chicos y una chica), dos ya se han graduado y uno estudia farmacia en Addis; todos visten a la manera occidental con vaqueros ajustados y camisetas de tirantes y la hija es muy guapa al igual que la madre; también nos invitan a la ceremonia del café y al final hemos pagado la friolera de 200 birr, o sea, unos 10 euros. Es un restaurante recomendable para todos aquellos que no tengan demasiados remilgos.

Pero aún me queda toda la tarde, y la aprovecho para caminar entre las chavolas en las que vive la gente de manera muy humilde y en unas condiciones bastante difíciles, pero también es bonito ver a los niños jugar y como te rodean para que les hagas fotos y se las enseñes y entre todos hagamos unas risas. Estos, son esos instantes del viaje en que uno se ve recompensado por estos chavales que a pesar de no disponer de nada, son las personas más felices del mundo. A pesar de todo, creo que es conveniente pasear por aquí, para ver su situación, pero también tengo que decir que no es aconsejable para personas a las que la pobreza les cause una impresión desagradable, aunque esto también es Etiopía.

Para finalizar el día decidimos ir a cenar al restaurante del hotel Jerusalem, que está próximo a nuestro hotel, aunque llegar es un poco engorroso pues todo el entorno esta completamente a oscuras. Está dentro de un gran patio y el local es agradable, amplio, con buena luz y además estamos solos; en cuanto al trato es amable y la cena abundante y rica ¿Qué más podemos pedir?

De nuevo nos vamos al hotel, pues mañana es día de regreso a Addis y hay que estar en pié a las seis de la mañana.

1 comentario:

Ankami dijo...

Nosotros comimos en el restaurante del hotel Seven Olives. El restaurante, lo mejor del hotel, no estaba mal. Lo que más recuerdo es el kita mar del desayuno, unas tornas con miel que nada tienen que ver con la inyera.

http://www.flickr.com/photos/kolfekeranyo/sets/72157608330029633/