Con gran éxito de público y de ventas, la 68 edición de la feria del libro ha terminado y yo por fin después de poner un poco de orden en la librería me voy a dedicar a viajar y a contaros mis viajes en el blog. Creo recordar, pues de esto ya hace casi un mes, que hice una entrada dedicada de manera genérica a Rumanía y ahora quiero contaros con un poco mas al detalle mi periplo por el país. Viajar a Rumania, es sumamente fácil y ya lo avisé, la única pega si tenéis intención de alquilar un coche es su conducción temeraria. Después de aproximadamente 3 horas y media de vuelo (allí es una hora más) llegamos al aeropuerto de Bucarest (Otopeni) que se encuentra relativamente cerca del centro y directamente nos encaminamos a recoger nuestro coche que previamente ya teníamos reservado. La recogida del vehículo, siempre se demora más de la cuenta, pues siempre surgen los problemas de los seguros adicionales, la fianza con la tarjeta, el cargo por aeropuerto, el tipo de coche y otros detalles. Al final nos hacen entrega de un Renault Megane au
tomático prácticamente nuevo e iniciamos nuestra andadura por los extrarradios de Bucarest (con un gran atasco por obras) pues tenemos que atravesarlo completamente para buscar la carretera A-1 que nos conducirá hasta Ramnicu Valcea, que es donde tenemos intención de pernoctar la primera noche. Tardamos bastante en localizar la salida, pero una vez en la ruta (hasta Pitesti es autopista) llegamos con facilidad a nuestro destino y nos dedicamos a buscar alojamiento que finalmente encontramos en el hotel Gemina que se encuentra en lo alto de una colina con unas buenas vistas de la ciudad. El día ha sido completo pues salimos de casa a las 8.30 de la mañana y ya son las 23.30, así que cenita rápida y a dormir. El hotel es tranquilo y descansamos plácidamente; desayuno de rigor y salimos para dar una vuelta por esta ciudad. No tiene demasiado que ofrecer, aunque la zona del Palacio de Justic
ia con sus fuentes y sus edificios y el mercado(en donde hay mucha gente que habla castellano) merecen una vuelta. En realidad, he elegido esta ciudad como punto de partida para visitar los monasterios del valle de Olt (Cozia, Horezu, Arnota, Dintr-un-lemn, Govora,etc) situados entre colinas y amplios valles a lo largo del curso del río Olt; de camino hacia el primero de ellos atravesamos por bonitos paisajes salpicados de pueblecitos dedicados a las labores del campo; la subida al monasterio de Arnota nos despista bastante, pues después de coger una carretera llena de baches y entrar en una cantera, tenemos que preguntar ya que de la cantera sale la pista que asciende a este monasterio que se encuentra en lo alto de la montaña con unas buenas vistas de las gargantas de Bistrita. No hay absolutamente nadie, si exceptuamos a una monja que vigila la iglesia (de 1632 y en obras) y que nos comenta que viven 17 monjas y que el monasterio fue fundado por Mircea El Viejo en 1386. En realidad y después del tiempo perdido,
creo que no merece la pena esta visita. Continuamos hasta llegar al grandioso monasterio de Horezu, construido a instancias de Constantin Brancoveanu y obra maestra del arte brancovino; después de acceder al recinto a través de un arco podemos observar esta fortaleza rodeada de murallas, así como los tesoros que encierra, su magnífica iglesia con sus impresionantes frescos del siglo XVII y su pórtico de entrada con sus diez capiteles labrados en piedra. La actividad dentro del recinto es frenética, pues mientras unas monjas preparan la comida, otras están limpiando; nos movemos dentro del recinto a nuestro antojo pues nadie nos dice nada y en una de esas idas y venidas nos saludan en un castellano perfecto; se trata de Alexandra Gagi
u (Alex para los amigos) una guapa rumana que nos comenta que ha estado varias veces en España y que le gusta mucho nuestro país; después de estar un buen rato charlando, me hago unas fotos con ella y ya de paso le pido ayuda para que pregunte en la hospedería del monasterio el contacto para poder reservar habitación y el precio de la misma; es un lugar agradable y tranquilo para dormir( para contactar hay que llamar al teléfono 0040250860071 y el precio entre 25/30 euros la doble); nos despedimos y nos ofrece su tarjeta de visita para que la llamemos si en algún momento de nuestra estancia necesitamos su ayuda “gracias Alex por tu amabilidad”.
Gracias a ustedes, echaba mucho de menos hablar el espanol, que despues de mi novio es el segundo gran amor de mi vida :)
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