jueves, 25 de junio de 2009

Curtea de Agnes - Sibiu

Regresamos de nuevo hacia Ranmicu para encaminarnos hacia Curtea de Arges de donde parte una de las carreteras de montaña más bonitas de Rumanía denominada “Transfagaras” y que es la ruta que hemos elegido para llega a Sibiu. Por el camino hemos tenido la oportunidad de ver la elaboración del típico licor de ciruelas que elaboraran los campesinos de la zona llamado “palinka” y que tiene la friolera de 80ª; estaban al borde de la carretera y hemos parado para observar como de manera muy artesanal y con un alambique casero destilaban este licor que tuve el valor de probar y que quemaba a su paso por el gañote. Cuando llegamos a Curtea y preguntamos por la carretera, nos dicen que no es posible ir por esta ruta, pero pensamos que no nos han entendido y seguimos un rato más, hasta que en una gasolinera nos confirman definitivamente que ha habido un desprendimiento y que está cortada. Vaya fiasco, con la ilusión que yo tenía en hacer este itinerario, pero estos son los problemas del directo en los viajes. Tenemos que dar de nuevo la vuelta hasta Ranmicu y desde aquí hasta Sibiu con una parada rápida en el monasterio de Cozia que está en esta carretera con mucho tráfico y por momentos con tramos espectaculares bordeando el río y con los Cárpatos de fondo.

Llegamos al atardecer a Sibiu y la primera premisa es buscar alojamiento. Después de aparcar en la plaza de Uniri, comenzamos a caminar por la calle Nicolae Balcescu y nos sorprende su arquitectura de bellos palacios centroeuropeos (destacando el edificio verde del hotel Imparatul Romanilor) y el bullicio que hay a estas horas . Llegamos a la impresionante plaza Mare (el corazón de Sibiu) y atravesamos el pasadizo de la torre del Consejo para acceder a la coqueta plaza Mica en donde nos han dicho que hay otro hotel pero que también esta lleno. Seguimos buscando y al final y aunque un poco más alejado del centro(unos 500 metros) encontramos un bonito alojamiento (Casa Veche) que a su vez es restaurante; como llegar hasta aquí es un poco complicado el dueño me acompaña a recoger mi coche para traerme hasta la puerta. Una vez instalados salimos a comernos la ciudad y la verdad es que nunca había supuesto que fuera tan bonita. Caminar por sus calles peatonales iluminadas da una sensación de paz y tranquilidad absoluta. Esta ciudad que fue capital europea de la cultura en el año 2007 me atrevería a decir sin temor a equivocarme que será con el tiempo una de las ciudades más bonitas de toda Europa. Hay muchos y animados restaurantes para cenar y al final decidimos sentarnos en la pizzería “La Unión” situada en una de las esquinas de la plaza Mica; justo cuando vamos a pedir la cena, un chaval que estaba sentado en la mesa de al lado nos pregunta si somos españoles ¿cómo si no se nos notara? y si estamos de vacaciones, al preguntarle si también él está visitando el país nos cuenta su historia : es de Logroño y lleva viviendo en Sibiu desde hace año y medio; trabajaba en España en una fábrica de componentes para automóvil y un buen día y con esto de la crisis la empresa decidió cerrar y trasladarse aquí: Pidió voluntarios, o sea, tu, tu, tu y tu y el fue uno de los agraciados; nos comenta que le encanta la ciudad, que tiene muchos amigos y que está totalmente integrado, habla rumano perfectamente, le encanta la montaña y que además vive allí con el sueldo de España. Como anécdota del pasado invierno nos comentó que había hecho tanto frío (-20ª) que tuvo que ponerse debajo del pantalón hasta el pijama; posteriormente se incorporaron su grupo de amigos rumanos a los que él se ha encargado de enseñarles castellano y con los cuales tuvimos oportunidad de hablar y de gastar bromas. Después de la cena, paseíto por el casco antiguo y a dormir a nuestro coqueto apartamento. Mañana visitaremos a fondo esta bonita ciudad, antes de seguir nuestro periplo.

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