Declarada patrimonio de la Humanidad en el año 1995, Luang Prabang es de esas ciudades que sin tener grandes monumentos y atracciones, engancha al viajero que aterriza en ella y hace que permanezca en ella mas días de los previstos. Es aquí, donde se da uno cuenta de la influencia francesa en la arquitectura y sobre todo en la gastronomía: se puede disfrutar de esos desayunos a base de pastas europeas y baguettes que tanto reconfortan en mitad de un viaje y como no de un excelente café proveniente de las llanuras de Bolaven.
La ciudad es tranquila e invita a pasear al mismo tiempo que se van visitando los diferentes Wats donde siempre se encuentra la oportunidad de entablar conversación con los monjes novicios a la espera de poder conversar con un falang y poder practicar así un poco su inglés.
Pasear por las riveras del Mekong viendo la gran cantidad de actividad que se genera en torno al río, visitar el mercado de productos frescos en donde todavía se pueden comprar gusanos, ranas, reptiles, etc o sentarse tranquilamente en la calle principal viendo pasar a la gente y disfrutando de una Beerlao es una de las experiencias mas gratificantes de Luang Prabang. Y por cierto, no podía dejar de mencionar ese mercadillo de artesanía nocturno que es una de las atracciones de laciudad, donde centenares de vendedores ofrecen sus productos en un entorno de paz y tranquilidad, que me atrevería a decir que lo convierten en el mercado mas apacible de todo el sudeste asiático.
Para finalizar el día, nos podemos armar de valor y ascender los 334 escalones que conducen a la cima del Phu Si para ver las magníficas vistas de la ciudad y una estupenda puesta de sol.
Solamente el pasear sin rumbo fijo por Luang Prabang merece la pena, pero además podemos visitar uno de los templos mas extraordinarios, me refiero al Wat Xieng Thong cuya construcción fue ordenada por el rey Setthathirat; otros wat interesantes son el Wat Visoun – el templo en activo más antiguo de L.P.- , el Wat Xieng Luang y justo al lado el Wat Choumkhong que es un bello templo con uno de los jardines mas encantadores de la ciudad.
Ahhhhhhh, se me olvidaba el Royal Palace Museum me defraudó claramente. Mi opinión es que no merece una visita, si acaso una fotito desde los jardines exteriores.
En cuanto a los alrededores, a tres km andando podemos llegar a Ban Xang Khong bonito pueblo a orillas del Mekong y que alberga numerosos talleres de sedas y tejidos, también podemos dedicar un medio día para acercarnos a las cascadas de Tat Luang Si a 32 km al sur de la ciudad en donde en un entorno rodeado de frondosa vegetación podemos disfrutar de una gran cascada en varios niveles, acceder por un camino empinado a lo alto de la cascada, darnos un baño y ver algunos ejemplares de osos malayos.
Pero sin lugar a duda para mí, ya que para el resto de los mortales no es un lugar interesante, fue la visita a la tumba del explorador francés Henri Mouhot mas conocido por ser el descubridor de los templos de Angkor. La tumba se encuentra a 4 kilómetros de el pequeño poblado de Ban Phanon y para llegar se puede alquilar una bicicleta o contratar los servicios de una motocicleta con sidecar. Mouhot falleció de malaria el 10 de noviembre de 1861 y el sencillo monumento erigido en el lugar a orillas del Nam Kham es un lugar apacible y reconfortante.
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