A toda prisa, salimos al aparcamiento en donde desde hace unas horas nos esperan los que serán durante los próximos 19 días nuestros compañeros de viaje: Huasán y Mapi los conductores, Brahano el cocinero y Tedy el guía. Cargamos a toda prisa nuestras mochilas en los todo terreno, nos despedimos de Naguse y carretera y manta. La salida de Addis es muy complicada por la cantidad de tráfico que hay, sobre todo de camiones que se dirigen hacia el puerto de Yibuti, y continuamente nos desviamos por múltiples atajos para intentar avanzar lo más rápido posible; hasta Mojo, el tráfico es muy intenso, y aunque disminuye a partir de este punto, si que tengo que decir que la conducción es complicada, sobre todo debido a los camiones que aquí llaman “Alqaeda” que transportan lo que aquí denominan “Oro Verde” que no es otra cosa que el “Chat” y que circulan a tal velocidad, para llegar con esta hoja lo antes posible a los mercados, que provocan gran cantidad de accidentes mortales; en el tramo hasta Awasa yo he contado unos cuantos. Al tema del “Chat” le dedicaré una entrada pues se trata de la droga más extendida entre la población etíope y de graves consecuencias para la juventud, aunque por otra parte le reporta al gobierno una ingente cantidad de ingresos, ya que se exporta a la mayoría de países del golfo.
Como llevamos desde las seis de la mañana sin probar bocado, hacemos una parada rápida en Debre Zeit en el restaurante del hotel Dreamlad que cuenta con una estupenda terraza mirando a un lago, de la que no podemos disfrutar, pues comienza a llover intensamente y en donde en un plis-plas nos sirven unos platos de pescado (cotelet y goulach) y patatas fritas, que nos saben a gloria. A la salida la dueña del negocio nos invita a café (como siempre riquísimo) e iniciamos de nuevo la marcha, pues nos quedan aún cinco horas de viaje, está lloviendo y para colmo comienza a anochecer. Durante este trayecto, no podremos disfrutar demasiado del paisaje aunque al comienzo si vemos el lago Zway (que visitaremos a la vuelta, al igual que el Langano) y el resto del viaje lo hacemos de noche. Llegamos a Awasa a las 9 de la noche, bastante cansados pues llevamos en pié desde las seis de la mañana y nos vamos directamente al hotel Pinna 2 en donde dormiremos hoy, pues mañana a primera hora continuaremos dirección Arba-minch en donde disfrutaremos de la gran fiesta del Mescal. Como es demasiado tarde, está todo cerrado, así que a la cama sin cenar.