viernes, 26 de febrero de 2010

Camino de Awasa

A toda prisa, salimos al aparcamiento en donde desde hace unas horas nos esperan los que serán durante los próximos 19 días nuestros compañeros de viaje: Huasán y Mapi los conductores, Brahano el cocinero y Tedy el guía. Cargamos a toda prisa nuestras mochilas en los todo terreno, nos despedimos de Naguse y carretera y manta. La salida de Addis es muy complicada por la cantidad de tráfico que hay, sobre todo de camiones que se dirigen hacia el puerto de Yibuti, y continuamente nos desviamos por múltiples atajos para intentar avanzar lo más rápido posible; hasta Mojo, el tráfico es muy intenso, y aunque disminuye a partir de este punto, si que tengo que decir que la conducción es complicada, sobre todo debido a los camiones que aquí llaman “Alqaeda” que transportan lo que aquí denominan “Oro Verde” que no es otra cosa que el “Chat” y que circulan a tal velocidad, para llegar con esta hoja lo antes posible a los mercados, que provocan gran cantidad de accidentes mortales; en el tramo hasta Awasa yo he contado unos cuantos. Al tema del “Chat” le dedicaré una entrada pues se trata de la droga más extendida entre la población etíope y de graves consecuencias para la juventud, aunque por otra parte le reporta al gobierno una ingente cantidad de ingresos, ya que se exporta a la mayoría de países del golfo.

Como llevamos desde las seis de la mañana sin probar bocado, hacemos una parada rápida en Debre Zeit en el restaurante del hotel Dreamlad que cuenta con una estupenda terraza mirando a un lago, de la que no podemos disfrutar, pues comienza a llover intensamente y en donde en un plis-plas nos sirven unos platos de pescado (cotelet y goulach) y patatas fritas, que nos saben a gloria. A la salida la dueña del negocio nos invita a café (como siempre riquísimo) e iniciamos de nuevo la marcha, pues nos quedan aún cinco horas de viaje, está lloviendo y para colmo comienza a anochecer. Durante este trayecto, no podremos disfrutar demasiado del paisaje aunque al comienzo si vemos el lago Zway (que visitaremos a la vuelta, al igual que el Langano) y el resto del viaje lo hacemos de noche. Llegamos a Awasa a las 9 de la noche, bastante cansados pues llevamos en pié desde las seis de la mañana y nos vamos directamente al hotel Pinna 2 en donde dormiremos hoy, pues mañana a primera hora continuaremos dirección Arba-minch en donde disfrutaremos de la gran fiesta del Mescal. Como es demasiado tarde, está todo cerrado, así que a la cama sin cenar.

jueves, 25 de febrero de 2010

Lalibela - Addis Abeba

Hoy toca madrugón, pues acaba nuestro periplo por el norte y tenemos que volar a Addis donde nos esperan para continuar viaje hacia el valle del Omo. Nuestro vuelo parte a las 9.30, pero tenemos que estar a las 7, pues los trámites son muy pesados y además no nos podemos arriesgar a perder el vuelo. Así, que después de desayunar, cargamos las mochilas en el coche y recorremos los 25 kilómetros asfaltados que nos separan del aeropuerto. Como ya viene siendo habitual, la carretera es un ir y venir de gente que se dirige al campo, al mercado, a la escuela, etc. A la entrada al aeropuerto hay una garita de madera y una cuerda y los militares nos solicitan nuestros pasaportes y los billetes, aunque Neguse dice que les puedes dar un papel cualquiera, pues no saben lo que es. Nos despedimos de Guez (nuestro conductor ) e iniciamos los engorrosos trámites de pasar por el scanner, para después facturar; cuando estamos en el mostrador de facturación, nos comunican que el vuelo no saldrá hasta las once y media que al final serán las doce y diez; para nosotros es una putada, pues nuestra intención es llegar a dormir a Awasa y esto supone un retraso considerable, pero esto es lo que hay; además ya habíamos oído que a veces en Ethiopían suceden estas cosas, o directamente cancelan el vuelo y punto. Como no podemos salir del aeropuerto, nos dedicamos a dejar pasar el tiempo; visitamos las cuatro tiendecitas y me llama poderosamente la atención el ver un libro que me regaló Javier Gozalbez de una autora española llamada Maria José Friedlander titulado “Etiopía’s Hidden Treasures” que es un magnífico libro de arte etiope y especialmente sobre las pinturas de las iglesias del Tigray; también coincidimos con una pareja de españoles que ya habíamos visto en Bahar-Dar y Gondar y que ahora vuelan hacia Axum. Como disponemos de tiempo, charlamos de todo un poco y casualidades de la vida, conocían De Viaje y también a los dueños de Altair; él se llama Jordi Raich y es escritor y periodista y desde el año 1986 trabaja en temas de ayuda humanitaria como coordinador de proyectos (actualmente vive en Jartum) y además publicó un libro que yo leí hace años titulado “Afganistán, también existe”. Salgo a dar una vuelta por los aparcamientos de la terminal, y se acerca tímidamente un chaval que después de las típicas preguntas en inglés de ¿cómo te llamas? o ¿de dónde eres? me dice a botepronto, que puedo preguntarle por cualquier capital de países del mundo, pues las conoce todas; intento rebuscar algunas complicadas y después de acertar todas, le pregunto que si las ha estudiado en la escuela y me responde que no, que se las ha aprendido en un mapa que tiene en la pared de su casa. Regreso al interior del edificio, e intento avanzar en el diario de viaje que tengo un poco atrasado, hasta que por fin a las 12.10 despegamos, pero cuando ya nos las prometíamos muy felices, una tormenta hace que el avión tenga que dar un gran rodeo y que en vez de una hora de vuelo sean más de dos; son las 14.20 cuando accedemos al edificio del aeropuerto de Addis y tenemos que cambiar dinero para ir al sur (sobre todo billetes de 1birr) y esto nos demora un poco más. El resultado final de este día es que son las tres de la tarde y todavía estamos en Addis.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Comer en Lalibela

Desandamos el camino de regreso a Lalibela, e intentamos parar en Bibilla (una aldea antes de llegar al cruce de la carretera menos mala), y digo intentamos, pues nada más descender del coche nos rodea una multitud de gente que nos obliga a subir rápidamente para evitar males mayores. Regresamos a Lalibela y le digo a Naguse que hoy queremos comer en un lugar diferente al que no vayan los faranji.

El restaurante se llama Unique y se encuentra frente al hotel Ashetón que casualmente es donde me alojé en mi anterior visita, es un restaurante humilde( por no decir cutre) y la entrada no augura nada bueno, y en el interior unas mesas con un hule floreado y unas banquetas; estamos solos y tampoco tienen una carta, así que Naguse nos traduce y al final el menú consiste: en espaguetis para mi, pizzas para las chicas, e inyera para él; para beber unas San Georges “betam cascaha” o sea muy frías; sin entrar en detalles de cómo es la cocina y el baño ni mencionarle, si os diré que hacía tiempo que no comía unos espaguetis con tomate tan ricos y según las chicas, las pizzas también están apatecibles. También mientras comíamos y al enterarse que éramos españoles nos han localizado en la Euronews( sitio cutre pero eso sí con parabólica) y nos hemos enterado de las últimas noticias del mundo. Al finalizar la comida, ha salido a saludarnos la dueña; se llama Sisaines y nos cuenta que quedó viuda hace diez años, que tiene 5 hijos (4 chicos y una chica), dos ya se han graduado y uno estudia farmacia en Addis; todos visten a la manera occidental con vaqueros ajustados y camisetas de tirantes y la hija es muy guapa al igual que la madre; también nos invitan a la ceremonia del café y al final hemos pagado la friolera de 200 birr, o sea, unos 10 euros. Es un restaurante recomendable para todos aquellos que no tengan demasiados remilgos.

Pero aún me queda toda la tarde, y la aprovecho para caminar entre las chavolas en las que vive la gente de manera muy humilde y en unas condiciones bastante difíciles, pero también es bonito ver a los niños jugar y como te rodean para que les hagas fotos y se las enseñes y entre todos hagamos unas risas. Estos, son esos instantes del viaje en que uno se ve recompensado por estos chavales que a pesar de no disponer de nada, son las personas más felices del mundo. A pesar de todo, creo que es conveniente pasear por aquí, para ver su situación, pero también tengo que decir que no es aconsejable para personas a las que la pobreza les cause una impresión desagradable, aunque esto también es Etiopía.

Para finalizar el día decidimos ir a cenar al restaurante del hotel Jerusalem, que está próximo a nuestro hotel, aunque llegar es un poco engorroso pues todo el entorno esta completamente a oscuras. Está dentro de un gran patio y el local es agradable, amplio, con buena luz y además estamos solos; en cuanto al trato es amable y la cena abundante y rica ¿Qué más podemos pedir?

De nuevo nos vamos al hotel, pues mañana es día de regreso a Addis y hay que estar en pié a las seis de la mañana.

martes, 23 de febrero de 2010

Yemrehanna Kristos

Son muchas las excursiones que se pueden realizar en los alrededores de Lalibela, y en la mayoría de los casos, es para visitar iglesias o monasterios; dependiendo del riesgo que queramos asumir, existe la posibilidad de ir en coche, o ascender a lo alto de la montaña en mula para visitar la iglesia de Asheten Maryam situada en la cumbre a una altura de 400 metros y desde donde hay unas vistas imponentes de todos los alrededores(esto es poco aconsejable para los que padezcan de vértigo). Nosotros nos decantamos por visitar la de Yenrehanna Kristos( en amariña “Cristo nos muestra el camino”) situada a unos 20 km al noroeste de Lalibela, y creo que la más bonita de todas. Los primeros kilómetros de carretera, aunque sin asfaltar son aceptables, pero los últimos son infames, pues el coche no puede subir y nos tenemos que bajar y subir andando por tramos. El entorno es precioso, la gente pastorea o recolecta cereales y mientras disfrutamos del entorno, nos olvidamos de los precipicios que nos rodean; curiosamente al llegar al final de la carretera, en lo que parece una plazoleta, hay una placa en la que dice que esta carretera ¡jajajaaaaaaaaaaaa! se inaguró en el año 1999, y yo me pregunto, si ahora es infame ¿cómo sería antes?.

La iglesia se encuentra situada en lo alto, y para llegar hay que subir una pronunciada cuesta encementada recientemente, que es conveniente subir despacio para no axfisiarse y que además esta jalonada por multitud de gente ciega pidiendo limosna; una vez arriba, nos encontramos de frente con la iglesia bajo una gran piedra basáltica, pero no se ve bien pues también aquí han llegado los bloques de hormigón y han colocado una pared justo delante; podríamos hacer una similitud con nuestro San Juan de la Peña, pero salvando las distancias; aquí nos hemos encontrado con un grupo de aragoneses con los cuales cambiamos impresiones del viaje y con los que visitaremos el interior de esta iglesia; para poder entrar en el recinto hay que descalzarse, y hoy no me he traído mis calcetines antipulgas, así que directamente decido descalzarme, entrar (lo que es seguro que las pulgas hoy no se van a enganchar a los calcetines) y que sea lo que Dios quiera. Esta iglesia está edificada, y no excavada en la roca, cosa inusual en la zona, y tiene la particularidad de que sus cimientos descansan sobre unos paneles de madera de olivo que impiden que se hunda en su suelo pantanoso. En su interior (totalmente a oscuras, aunque hay una lámpara que te permiten encender para poder ver algo) hay una seria de pinturas geométricas muy llamativas que la decoran y que son del siglo XIII. Es realmente bonita.

lunes, 22 de febrero de 2010

Incidente en Lalibela

Son cerca de las cinco de la tarde, y como dije al comienzo de esta entrada, era mi intención acabar la jornada disfrutando de la puesta de sol en San Jorge. Y hasta allí me dirijo caminando tranquilamente, cuando veo al fondo a una fila de peregrinos que se dirigen a la iglesia, acelero el paso para poder llegar antes que ellos y poder hacer alguna foto cuando accedan al interior del recinto, cuando aparecen los guardas del recinto – que parece que no están – y me piden la entrada, y aquí empieza el problema, pues no la llevo encima y el guarda se empeña en que si no se la enseño, no accedo al recinto y todo esto en mi inglés raquítico y el suyo nulo; después de un buen rato discutiendo y haciéndole ver que yo ya he estado varias veces, pero que el recibo lo tiene Neguse y no puedo localizarle, y ya por pura cabezonería decido que me acompañe a la oficina para hablar con su jefe. Por el camino le voy diciendo que esa no es forma de tratar a los turistas y el mueve la cabeza como diciendo a mi que me cuentas, mientras sonríe. Cuando llego a la oficina, llevo un cabreo de órdago, pues voy a perder media tarde y no voy a poder hacer las fotos que quería; trato de explicarle al jefe el problema, me pide mi pasaporte y comprueba mi ficha, y al ver que es correcta me pide perdón mil veces, al tiempo que insinúa que le de la mano al guarda y que asunto resuelto; en principio me niego a hacer las paces, pero al final decido que es mejor hacerlo, pues en el fondo parte de culpa la tengo yo por no llevar encima el justificante del pago. Ya de regreso, después de la bronca, disfruto del entorno en completa soledad mientras el sol se pone en el horizonte.

Doy por finalizado el paseo y me dirijo caminando hacia el hotel, por un atajo, haciendo balance de un día inolvidable, en un lugar único. Para completar el día, decidimos encargar unas cervezas frías, en una tiendecita de los alrededores del hotel y cenar en la habitación un surtido de embutido ibérico para ir aligerando la mochila de peso y para no tener que soportar de nuevo el pasotismo y la dejadez de los empleados del hotel Roha.

viernes, 19 de febrero de 2010

San Jorge. La joya de Lalibela

Esta iglesia, alejada del resto es sin lugar a dudas la más bonita, original, impresionante y por supuesto la más famosa. El hecho de de haber sido la última en construirse tenga que ver con su buen estado de conservación, su estructura monolítica, su planta cruciforme adornada con un relieve de tres cruces equiláteras en el techo y el amplio espacio que ocupa, sin ninguna edificación más en sus alrededores hacen de ella una construcción tan especial que asombrará a todo aquel que la visite. Quizás la espectacularidad de esta iglesia se encuentra en el exterior, y para poder verla bien, lo mejor es subirse a un montículo situado a mano derecha según accedemos o un poco más arriesgado es trepar a un árbol que está justo al lado e imaginar el origen de la construcción de esta iglesia. Pero yo os voy a decir lo que cuentan la leyendas: Una vez que el rey Lalibela casi había terminado la edificación de las iglesias, fue severamente reprendido por el patrón de Etiopía en persona (San Jorge) quién se apareció ante el propio rey montado sobre su caballo blanco ataviado con una resplandeciente armadura, ¿pero a que se debió tal reprimenda?, pues el motivo fue que el rey había olvidado construir una iglesia en honor del Santo Patrón. Para remediar esta situación, el rey prometió construir la más bella iglesia que jamás pudiera verse sobre la faz de la tierra y además el propio San Jorge se iba a encargar de supervisar personalmente las obras de su iglesia; queda constancia de ello por las huellas de los cascos del caballo del santo que aún se pueden contemplar en las cercanías de S. Jorge; otra versión cuenta que San Jorge y Lalibela decidieron echar una carrera desde la primera hasta la última iglesia a través de los pasadizos, pero San Jorge cogió un atajo y llegó antes que el rey y por tanto perdió y es así como perdida la apuesta le construyó la más bella de todas las iglesias de Lalibela. Hasta aquí llega la leyenda, y ahora vamos a disfrutar de este foso de 15 metros de altura que sus constructores tuvieron que excavar en la roca. En un día de sol, llama poderosamente la atención el color rojizo de la roca y unas grandes manchas de color amarillo que ilumina la fachada, también y una vez que hemos descendido a través de un pasadizo a su base, observamos el que las ventanas de la parte inferior sean ciegas, aunque esto tiene su explicación en que teniendo en cuenta que este edificio simboliza el arca de Noé y por tanto estas ventanas se encontrarían por debajo de la línea de flotación, lo lógico es que estén tapiadas para que el agua no penetre en su interior. Esta iglesia alcanza su momento álgido con la celebración del Tinkat, pues la vista de su planta rodeada por sacerdotes con sus ropas y paraguas de múltiples colores a su alrededor no se puede explicar con palabras. Como en la vez anterior que la visité, me he dedicado a dar vueltas y más vueltas haciendo fotos y más fotos (cientos de ellas).

jueves, 18 de febrero de 2010

Lalibela. Iglesias grupo Sureste

Antes de ir a comer, bajamos andando hacia la más espectacular de todas las iglesias del conjunto no sin antes pararnos para ver como en el patio de un tukul, una muchacha machaca tef en un mortero y observar a un joven muchacho leer el Kebre Negest en voz alta; me estoy refiriendo a la de Bete Giorgis o “Casa de San Jorge, excavada por debajo del nivel del terreno y de 15 metros de altura. Pero de esta iglesia os hablaré mañana, pues creo que merece una mención especial; así que lo dicho nos vamos a comer en la terraza del restaurante Seven Olives con buenas vistas, a base de espaguetis, arroz y pescado, todo ello acompañado de unas cervezas Saint Georges “betam cascaha”. También aprovechamos para entrar en una caseta de chapa que anuncia Internet, y que después de ver el garito yo dudaba mucho que llegaran los correos, pero milagros de la tecnología, si que llegaron.

Después de comer, y con mucho calor, hemos quedado con nuestros escuderos (guía y zapatero) a la entrada de la primera de las iglesias a visitar “Bet Gabriel-Rafael” que junto a la de Bet Enmanuel son las más impresionantes de todo el conjunto, pero vayamos por partes; la primera es un edificio de dos plantas con ventanas y debido a su complejidad arquitectónica puede que fuera utilizada como residencia real antes de convertirse en iglesia; vista desde lo alto se puede ver el aljibe y la cisterna subterránea y en el interior hay unos interesantes pergaminos, unas pequeñas cajas de madera y unas cruces de oro y bronce; en este segundo grupo, el acceso a cada una de las iglesias, es más complicado y laberíntico, pues hay que pasar por continuos pasadizos y túneles a veces a oscuras, para ir de una iglesia a otra; después pasamos a Bet Abba Líbanos de 9 metros de longitud, es un buen ejemplo de iglesia-cueva y según cuenta la leyenda, fue construida en una sola noche por la esposa de Lalibela; su originalidad radica en su fachada, pues el techo está unido a la roca, pero los otros tres lados están separados por un túnel; continuamos por Bet Merkorios con bellas pinturas murales representando a seis reyes; Bet Lehem es la siguiente y según los sacerdotes, esta iglesia era utilizada como panadería y terminamos nuestro recorrido en Bet Enmanuel que cuidadosamente esculpida en un bloque monolítico de roca de 18 metros de longitud, 12 de ancho y 12 de alto es una de las más impactantes como dije anteriormente; pero todo no podía ser perfecto y de nuevo saco a colación esas estructuras metálicas que afean considerablemente estas bellezas. Regresamos de nuevo al comienzo de la visita y después de dar las propinas correspondientes – algún día dedicaré una entrada a comentar este tema – nos despedimos de nuestros ayudantes.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Lalibela. Iglesias grupo noroeste

Una vez situados en el conjunto vamos a comenzar nuestro periplo a través de túneles y pasadizos, poniendo y quitando zapatos al pasar de una a otra iglesia; pero lo primero que tenemos que hacer es pasar por el moderno centro de visitantes, en donde pagaremos los 300 birr- que nos permitirán visitar todo el conjunto-, también rellenaremos un formulario con nuestros datos, al mismo tiempo que revisarán nuestras mochilas para ver si llevamos cámara de video, pues esto supone otros 75 birr. Además nos asignan un guía y un controlador de zapatos que nos seguirá durante todo el día. Una vez que hemos terminado estas gestiones, accedemos directamente a la primera de las iglesias y aunque es primera hora de la mañana, el calor ya empieza a apretar, por lo que aprovechamos la sombra para seguir las explicaciones de nuestro guía; como os decía la primera iglesia del grupo es San Salvador o Bet Medhane Alem que es la mayor del mundo esculpida en una roca y con unas dimensiones de 37X23X11; en el patio exterior hay unos grandes sepulcros vacíos y un pozo, y en el interior cruces antiguas, bastones y otros objetos religiosos; a partir de aquí nos movemos por los múltiples pasadizos interiores para pasar de unas a otras, descalzándonos continuamente y poniéndonos unos calcetines rociados previamente con repelente, por aquello de las pulgas; continuamos la ruta por Bet Maryan o Casa de Santa María (la favorita del rey Lalibela) en la que hay una pila bautismal a la que se atribuyen propiedades curativas, después pasamos a Bet Dhanagel y Bet Meskel excavadas totalmente en la roca y terminaremos el recorrido en Bet Mikael y Bet Golgotá; la primera es una iglesia semimonolitica, que consta de tres naves separadas con capiteles decorados con cruces griegas y desde esta se accede a la segunda que es la única donde no está permitida la entrada a mujeres; quizás sea esta, la más misteriosa de todas y en su interior pueden verse las esculturas de siete santos a tamaño natural. Aquí termina la visita de este grupo de iglesias, y antes de desplazarnos a San Jorge si que me gustaría decir dos cosas: la primera, que la UNESCO no ha estado demasiado acertada a la hora de preservar la integridad de esta maravilla, pues ha puesto unas cubiertas bastante horrorosas que desmejoran mucho estas iglesias y la segunda es que la mayoría de los sacerdotes se ponen unas horribles gafas de sol cuando les haces las fotos –con flash o sin el- que en realidad se parecen a Steve Gonder. También es llamativo observar en los patios, las cuevas excavadas en la roca que utilizaban los anacoretas, y que en alguna de ellas todavía se puede ver los restos de algún esqueleto.

martes, 16 de febrero de 2010

Lalibela I

Por fin estamos en esta ciudad, a la cual acuden miles de peregrinos de toda Etiopía, donde se celebra una de las festividades más impresionantes del país (El Tinkat) y disfrutaremos de ella al menos durante dos días. El principal motivo de visita, sin lugar a dudas es recorrer el recinto de las once iglesias excavadas en piedra, divididas por el río Jordan. ¿quién no ha visto en algún reportaje, la silueta de cruz latina de la iglesia de San Jorge? pero también lo es el pasear por una ciudad- por ponerle un nombre-, sin centro definido, sin grandes edificios, sin centros comerciales, sin calles asfaltadas, sin grandes restaurantes, , con gran cantidad de mendigos pidiendo por todas las partes, pero con unos alrededores de gran belleza ;en cualquier caso es de visita obligatoria si viajamos a Etiopía y además creo que pasear por sus calles polvorientas y casi sin luz, es retroceder en el tiempo a muchos años atrás.

Situada a 2630 metros sobre el nivel del mar, Lalibela (antigua Roha) fue bautizada en honor de uno de los últimos reyes de la dinastía Zagwe que reinó a finales del siglo XII. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, la leyenda cuenta que en un intento de crear otra Jerusalén en suelo africano, cuando el rey Lalibela fue coronado, mandó edificar estas iglesias monolíticas que fueron construidas en tan sólo 24 años y la rapidez se debe a un milagro, ya que los ángeles trabajaban durante la noche, pero a pesar de todo, hoy en día sigue la intriga entre los expertos para explicar como pudieron construirse estos bloques monolíticos con tanta precisión. El primer europeo que visitó esta maravilla fue el padre Francisco Alvarez que acompañaba la embajada portuguesa a Etiopía en 1520 y quedó tan sorprendido que dijo: “me cuesta escribir más cosas sobre estos monumentos, pues me parece que si sigo escribiendo sobre ellos nadie me creerá”.

Las iglesias se dividen en dos grupos, separadas por el río Jordán: El grupo noroeste lo componen Bete Medhane Alem, Bete Maryam, Bete Meskel y Bete Gólgota, Bete Mikael y Bete Danaghel; y el grupo sudeste situado en lo alto y atravesando la carretera esta compuesto por: Bete Gabriel-Rafael, Bete Líbanos, Bete Lehem, Bete Enmanuel y Bete Mercurios y más alejada del recinto se encuentra Bete Giorgis que simboliza el arca de Noé y fue construida en honor de San Jorge patrono de Etiopía.

jueves, 11 de febrero de 2010

Los carnavales en Llamas de la Ribera

El próximo fin de semana, se celebran en una gran cantidad de poblaciones españolas los carnavales y un viajero como yo, no podía dejar pasar la oportunidad de recomendaros alguno de esos carnavales que tienen lugar en pueblos pequeños y que no tienen tanta repercusión mediática como en los grandes, pero no por ello dejan de ser muy interesantes. En esta ocasión vamos a viajar a Llamas de Ribera, un pueblecito de 993 habitantes situado en la provincia de León, en donde el domingo 14 de febrero a partir de las 16.30 se celebra su ya tradicional carnaval de “Madamas y Guirrios”. Esta celebración declarada de interés provincial por la Diputación de León, se ha mantenido viva gracias al trabajo de la Asociación Cultural de Guirrios y Madamas que año tras año trabaja duramente para mantener viva esta tradición que se remonta a la época pre-romana. Además estos carnavales nunca dejaron de celebrarse, ni tan siquiera en el transcurso de la guerra civil, si bien es verdad que en los años 70 y a raíz de que unos mozos fueran apaleados por la guardia civil por salir con máscaras, hubo unos años de parón. Pero vamos a lo que en realidad importa, que son los personajes principales de esta fiesta y en la que las estrellas principales son “Los Guirrios”, personaje burlesco, entre lo humano y lo mitológico y cuya indumentaria esta compuesta de: camisa y calzón de lino blanco, abarcas de piel de vaca, correaje de esquilones de cobre, faja negra a la cintura, una colonia que cruza el pecho y su llamativa “mázcara” en forma de cono de 110 cm. de altura que pesa de seis a siete kilos y que está formada por grandes abanicos y flores de papel, que se abren y cierran a la vez que los guirrios saltan; la mázcara va rematada con unos flecos de lana y una coleta de pelo natural. Además este personaje, y como instrumento amenazador porta la vejiga hinchada, unas tenazas de madera utilizadas, y un rabo de cordero (antes crines de caballo) que es utilizado para atizar a los presentes. Los demás personajes que completan este carnaval son: “las madamas” que en la actualidad son mujeres ataviadas con los trajes tradicionales de gala de la localidad, confeccionados con muchos detalles y que acompañan a los guirrios y bailan con ellos; antiguamente eran los madamos, los que ataviados con prendas de mujer y con la cara oculta utilizaban las castañuelas para amenazar y golpear a la gente.
“Las Gomias” personaje que simula a un caballo, pues se identifica con la calavera de equino que porta, en la cual su quijada es movida desde dentro del armazón, y que intenta asestar algún mordisco a los presentes.
“El Toro” como su propia palabra indica, es el personaje con cuernos y rabo que enviste a todo lo que se menea.
“La Rosita” siniestro personaje y muy solicitado por los niños para bailar, va decorado con una túnica de saco y un tronco de árbol hueco decorado con pieles de caballo y con ojos y lengua de cochino.
“El Diablo” ataviado con túnica de saco, mázcara de madera recubierta de pez y rematada con cuernos de chivo y dientes en la boca al que se le pintaban unos ojos para provocar mas miedo.
Por último están “Los Enanitos” personaje gracioso y muy característico en esta celebración.
Solamente deciros que por parte de la Asociación estáis todos invitados a disfrutar de este carnaval y que al final del mismo habrá chocolate con frisuelos gratis para todos los asistentes.
Para más información podéis contactar guirriosymadamas@hotmail.com

miércoles, 10 de febrero de 2010

Camino de Lalibela II

Seguimos la ruta por una carretera con tal cantidad de polvo, que cuando nos cruzamos con otro vehículo no se ve nada, hasta llegar a Debri Zebit en donde iniciamos un pronunciado descenso por la cresta de una montaña con un paisaje espectacular, pero también con unos precipicios no menos espectaculares; al fin llegamos a Gashena y cogemos el desvío a la izquierda que nos llevará a Lalibela, no sin antes haber intentado repostar gasolina sin resultado (ya veremos si llegamos). Este último tramo de carretera en continuo descenso también es bonito, con campos cultivados en terracitas y un cielo azul, que lo que hace más luminoso. Hemos parado en un campo a coger habas y también he recordado el lugar en donde en el 2001 pinchamos en medio de la nada y pronto se acercaron unos niños desnudos y desnutridos a los que regalamos una botella de agua vacía y eran los chavales más felices del mundo con su botella debajo del brazo. Después de tanto traqueteo, y a partir del aeropuerto comienzan los 25 últimos kilómetros de carretera asfaltada hasta llegar a Lalibela. Directamente nos vamos al hotel Roha situado relativamente alejado del centro y muy próximo a otros hoteles (Lal, Tukul, Jerusalem). Después de pasear un rato por las tiendecitas de al lado para desentumecer las piernas después de todo un día de viaje, y de una merecida ducha (eso sí con agua fría, pues caliente no habrá hasta mañana) decidimos cenar en el mismo hotel y creo que nos hemos equivocado, pues solamente tienen un menú a 40 birr (sopa, carne o pescado y papaya) más todas las tasas y no se puede cambiar ni por una mísera ensalada; además el personal no es nada agradable (son funcionarios pero por poco tiempo, pues este hotel lo van a privatizar) y la cena ha resultado un chasco. Así que sin más a dormir que mañana nos espera un día completo.

martes, 9 de febrero de 2010

Camino de Lalibela I

Damos por finalizada nuestra visita a Gondar, y a las ocho de la mañana ya estamos listos para desplazarnos hasta Lalibela. Hoy será un día completo de viaje, pues tenemos que hacer alrededor de 300 km, y esto supone unas 10 horas de viaje, pues tenemos que volver hasta Werota, para desde aquí coger el desvío que nos llevará a Lalibela. Al igual que el resto de desplazamientos que hacemos por carretera, y aunque pueda parecer pesado, vamos disfrutando de un paisaje bonito y como ya viene siendo habitual, de la gran cantidad de gente que continuamente se desplaza de un lugar a otro y que hace que la distracción esté asegurada. Justo cuando estamos descendiendo frente al “dedo de Dios” el coche hace un extraño y estamos a punto de salirnos de la carretera, pero nuestro conductor con gran pericia controla perfectamente y para en el arcén; hemos sufrido un pinchazo, así que manos a la obra; bajamos todas las mochilas, sacamos la rueda de repuesto, la cambiamos, volvemos a colocar las mochilas, subimos la rueda a la baca y continuamos la marcha. Cuando giramos en Werota, la carretera es de tierra, aunque durante unos instantes se produce un espejismo, pues a lo lejos parece que vemos asfalto y es verdad, pero no os preocupéis que tan solo son unos km y después vuelta a la cruda realidad. Hacemos una breve parada en Debre Tábor para comer y arreglar el pinchazo. Esta histórica ciudad, situada en la región Amara fue fundada en el siglo XIII por el emperador Senfa Ared IV y se convirtió en la capital provisional de Etiopía durante el siglo XIX. Mientras arreglan la rueda, caminamos hacia el mercado y disfrutamos con la gente que nos rodea pues somos la atracción del pueblo, además esta zona es más permisiva con las fotos, quizás debido a que no es una ciudad turística; aprovechamos también para comernos un bocata de ibérico, e invitamos a Neguse y a Guez (así se llama el conductor) a compartir nuestra comida; en principio ellos prefieren comer inyera, pero después Neguse se come un bocata de jamón y le sabe tan rico que afirma “esto está de p... madre” y sin embargo el conductor rechaza la invitación, alegando que su religión no le permite comer carne de cerdo.