lunes, 29 de junio de 2009

Las Virtudes. Plaza de toros cuadrada

Hace muchos años que tenía una asignatura pendiente -y no me estoy refiriendo a mis estudios que hace años que finalicé- y he logrado aprobarla recientemente; me explicaré: hace mucho tiempo que viajo a Andalucía por la nacional V y siempre que paso a la altura de Santa Cruz de Mudela, observo, un desvío que pone “Las Virtudes, plaza de toros cuadrada del Siglo XVI”, pero por un motivo o por otro nunca había parado. El pasado puente de San Isidro, viajé a Ubeda y Baeza y de regreso a Madrid a una hora prudencial ¿me dije?,hoy es el día de aprobarla, así que dicho y hecho, giro a la derecha y solamente a unos cuatro kilómetros ya estoy en Las Virtudes. Después de aparcar justo al lado, entro en la plaza por la puerta grande, directamente piso el albero y disfruto durante unos instantes del momento de gloria. Efectivamente la plaza es del año 1641, según consta en el dintel de la Casa de la Despensa, es cuadrada y anteriormente fue un asentamiento militar. Se celebran corridas de toros dos veces al año; el día 24 de Abril, día de San Marcos y el 8 de septiembre festividad de la Virgen. Pero independientemente de esta curiosa plaza (quizás la más antigua de España) lo que también llama la atención es la ermita adosada a la plaza y dedicada a la Virgen de las Virtudes; Angel (el santero) es la persona encargada del mantenimiento del recinto y de explicar a los visitantes la historia de este lugar. Las Virtudes, es una pedanía de Santa Cruz de Mudela que tiene unas 150 casas, aunque en invierno solamente están habitadas diez, según comenta Angel, una persona afable y entusiasta. Paso dentro de la ermita (del siglo XIV) que tiene un techumbre mudéjar del siglo XV y una pila de piedra ennegrecida que , puede que fuera utilizada para verter aceite en ella para iluminar el recinto; pero quizás lo más valioso y llamativo de este conjunto, sea el “camarín de la Virgen”, al cual accedo por una puerta que se encuentra al lado izquierdo del altar; después de subir unas cuantas escaleras entramos en el mismo; es una habitación decorada completamente con pinturas( quizás de Antonio Palomino) del año 1699, consideradas como las mejores del barroco de la provincia y representan a las tres virtudes teologales, las cuatro cardinales, y en el centro la coronación de la Virgen. Es un conjunto muy armonioso y es curioso observar como a medida que te vas alejando las columnas dan la sensación que se enderezan; también es muy llamativo un cuadro en donde se observa el embarazo de la virgen. Bueno, lo dicho asignatura aprobada.

viernes, 26 de junio de 2009

Sibiu.La ciudad de los mil ojos


Después de un descanso merecido, por la mañana salimos del hotel en busca de un lugar para desayunar y justo nada mas comenzar a caminar y mientras íbamos charlando, escuchamos una voz que en un castellano con tono francés nos dice “bienvenidos a Sibiu”; se llama Louis Guermond y efectivamente es francés, trabajaba en la banca, se jubiló, se divorció, se casó con una rumana de Sibiu y es el tío más feliz del mundo ¿qué tendrá esta ciudad?; iba a comprar al mercado, nos comentó si queríamos acompañarle y mientras el compraba nos enseñaba un lugar para tomar un café; al final el desayuno ha sido a base de café, huevos fritos y una sopa típica a base de verduras y judías blancas; cuando viene a buscarnos, Luis nos comenta que la gente viene de los pueblos de los alrededores a vender sus productos y duermen debajo de los puestos, aprovechamos para comprar miel y ya con la compra a cuestas, Luis decide que como no tiene prisa nos va a acompañar hacia el casco antiguo para ir explicándonos la historia de cada uno de los edificios emblemáticos (que son muchos) de esta ciudad. Luis, ha sido un placer conocerte, gracias por tu amabilidad y por haber sido para nosotros un cicerone de lujo.


Días después de regresar a Madrid recibí un correo de Luis en el que me comunicaba que acababa de reservar un billete para volar a España el día 1 de julio y me pedía que le contratase un tour para visitar Toledo y Andalucía y que le buscara un hotelito en Madrid céntrico y barato; aprovecho esta entrada en mi blog para comunicarte que todo esta reservado y que solamente tendrás que pasarte por De Viaje para recoger tu bono. Después de despedirnos de Luis, aprovechamos para subir los 183 escalones que conducen a la torre de la iglesia evangélica desde donde tenemos las mejores vistas de los tejados de Sibiu y de sus alrededores.

Son muchos los edificios importantes que se concentran en torno a la las plazas Mare y Mica, pero quizás para mi una de las calles mas coquetas sea la Strada Cetatii en la que todavía se puede ver parte de la tercera muralla del siglo XVI, destacando las torres de los carpinteros, la de los arcabuceros y el foso hoy transformado en zona verde. Para concluir nuestra visita a Sibiu, nos sentamos en la plaza Mica en la terraza del restaurante Orhpee y desgustamos un menú por 22 leis por barba (5 euros) con unas estupendas vistas.

Creo que Sibiu es de visita indispensable e ineludible, pero el viaje tiene que continuar y salimos a media tarde en dirección a Alba Iulia con una parada en Sibiel que según las guías es un pueblo modelo; la verdad es que para mí es un pueblo normal dedicado por entero al agroturismo (hay más de 26 granjas dedicadas a este tema). Aquí hemos tenido la oportunidad de compartir unos instantes con unos apicultores que se encontraban inspeccionando unas colmenas. Hacemos otra paradita en Sebes para visitar su biserica evangélica (que por cierto está cerrada) y directos a Alba Iulia que ha sido otra decepción por lo que damos una vuelta rápida y tomamos la decisión de llegar a dormir a Cluj Napoca, aunque no sea muy recomendable conducir por la noche; llegamos a las 22 horas y nos vamos a la Pensión Italiana, pero ¡que faena! está llena y hay que seguir buscando. Por fin a las 23 horas encontramos alojamiento en el hotel Transilvania.

Para los que tengàis la idea de visitar el castillo de Hunedoara y llegar a Timisoara, justo en la localidad de Sebes está el cruce en la que continúa la carretera 7 que se dirige a estos lugares o la 1 que nos lleva a Sibiu.

jueves, 25 de junio de 2009

Curtea de Agnes - Sibiu

Regresamos de nuevo hacia Ranmicu para encaminarnos hacia Curtea de Arges de donde parte una de las carreteras de montaña más bonitas de Rumanía denominada “Transfagaras” y que es la ruta que hemos elegido para llega a Sibiu. Por el camino hemos tenido la oportunidad de ver la elaboración del típico licor de ciruelas que elaboraran los campesinos de la zona llamado “palinka” y que tiene la friolera de 80ª; estaban al borde de la carretera y hemos parado para observar como de manera muy artesanal y con un alambique casero destilaban este licor que tuve el valor de probar y que quemaba a su paso por el gañote. Cuando llegamos a Curtea y preguntamos por la carretera, nos dicen que no es posible ir por esta ruta, pero pensamos que no nos han entendido y seguimos un rato más, hasta que en una gasolinera nos confirman definitivamente que ha habido un desprendimiento y que está cortada. Vaya fiasco, con la ilusión que yo tenía en hacer este itinerario, pero estos son los problemas del directo en los viajes. Tenemos que dar de nuevo la vuelta hasta Ranmicu y desde aquí hasta Sibiu con una parada rápida en el monasterio de Cozia que está en esta carretera con mucho tráfico y por momentos con tramos espectaculares bordeando el río y con los Cárpatos de fondo.

Llegamos al atardecer a Sibiu y la primera premisa es buscar alojamiento. Después de aparcar en la plaza de Uniri, comenzamos a caminar por la calle Nicolae Balcescu y nos sorprende su arquitectura de bellos palacios centroeuropeos (destacando el edificio verde del hotel Imparatul Romanilor) y el bullicio que hay a estas horas . Llegamos a la impresionante plaza Mare (el corazón de Sibiu) y atravesamos el pasadizo de la torre del Consejo para acceder a la coqueta plaza Mica en donde nos han dicho que hay otro hotel pero que también esta lleno. Seguimos buscando y al final y aunque un poco más alejado del centro(unos 500 metros) encontramos un bonito alojamiento (Casa Veche) que a su vez es restaurante; como llegar hasta aquí es un poco complicado el dueño me acompaña a recoger mi coche para traerme hasta la puerta. Una vez instalados salimos a comernos la ciudad y la verdad es que nunca había supuesto que fuera tan bonita. Caminar por sus calles peatonales iluminadas da una sensación de paz y tranquilidad absoluta. Esta ciudad que fue capital europea de la cultura en el año 2007 me atrevería a decir sin temor a equivocarme que será con el tiempo una de las ciudades más bonitas de toda Europa. Hay muchos y animados restaurantes para cenar y al final decidimos sentarnos en la pizzería “La Unión” situada en una de las esquinas de la plaza Mica; justo cuando vamos a pedir la cena, un chaval que estaba sentado en la mesa de al lado nos pregunta si somos españoles ¿cómo si no se nos notara? y si estamos de vacaciones, al preguntarle si también él está visitando el país nos cuenta su historia : es de Logroño y lleva viviendo en Sibiu desde hace año y medio; trabajaba en España en una fábrica de componentes para automóvil y un buen día y con esto de la crisis la empresa decidió cerrar y trasladarse aquí: Pidió voluntarios, o sea, tu, tu, tu y tu y el fue uno de los agraciados; nos comenta que le encanta la ciudad, que tiene muchos amigos y que está totalmente integrado, habla rumano perfectamente, le encanta la montaña y que además vive allí con el sueldo de España. Como anécdota del pasado invierno nos comentó que había hecho tanto frío (-20ª) que tuvo que ponerse debajo del pantalón hasta el pijama; posteriormente se incorporaron su grupo de amigos rumanos a los que él se ha encargado de enseñarles castellano y con los cuales tuvimos oportunidad de hablar y de gastar bromas. Después de la cena, paseíto por el casco antiguo y a dormir a nuestro coqueto apartamento. Mañana visitaremos a fondo esta bonita ciudad, antes de seguir nuestro periplo.

miércoles, 24 de junio de 2009

Bucarest - Valle de Olt

Con gran éxito de público y de ventas, la 68 edición de la feria del libro ha terminado y yo por fin después de poner un poco de orden en la librería me voy a dedicar a viajar y a contaros mis viajes en el blog. Creo recordar, pues de esto ya hace casi un mes, que hice una entrada dedicada de manera genérica a Rumanía y ahora quiero contaros con un poco mas al detalle mi periplo por el país. Viajar a Rumania, es sumamente fácil y ya lo avisé, la única pega si tenéis intención de alquilar un coche es su conducción temeraria. Después de aproximadamente 3 horas y media de vuelo (allí es una hora más) llegamos al aeropuerto de Bucarest (Otopeni) que se encuentra relativamente cerca del centro y directamente nos encaminamos a recoger nuestro coche que previamente ya teníamos reservado. La recogida del vehículo, siempre se demora más de la cuenta, pues siempre surgen los problemas de los seguros adicionales, la fianza con la tarjeta, el cargo por aeropuerto, el tipo de coche y otros detalles. Al final nos hacen entrega de un Renault Megane automático prácticamente nuevo e iniciamos nuestra andadura por los extrarradios de Bucarest (con un gran atasco por obras) pues tenemos que atravesarlo completamente para buscar la carretera A-1 que nos conducirá hasta Ramnicu Valcea, que es donde tenemos intención de pernoctar la primera noche. Tardamos bastante en localizar la salida, pero una vez en la ruta (hasta Pitesti es autopista) llegamos con facilidad a nuestro destino y nos dedicamos a buscar alojamiento que finalmente encontramos en el hotel Gemina que se encuentra en lo alto de una colina con unas buenas vistas de la ciudad. El día ha sido completo pues salimos de casa a las 8.30 de la mañana y ya son las 23.30, así que cenita rápida y a dormir. El hotel es tranquilo y descansamos plácidamente; desayuno de rigor y salimos para dar una vuelta por esta ciudad. No tiene demasiado que ofrecer, aunque la zona del Palacio de Justicia con sus fuentes y sus edificios y el mercado(en donde hay mucha gente que habla castellano) merecen una vuelta. En realidad, he elegido esta ciudad como punto de partida para visitar los monasterios del valle de Olt (Cozia, Horezu, Arnota, Dintr-un-lemn, Govora,etc) situados entre colinas y amplios valles a lo largo del curso del río Olt; de camino hacia el primero de ellos atravesamos por bonitos paisajes salpicados de pueblecitos dedicados a las labores del campo; la subida al monasterio de Arnota nos despista bastante, pues después de coger una carretera llena de baches y entrar en una cantera, tenemos que preguntar ya que de la cantera sale la pista que asciende a este monasterio que se encuentra en lo alto de la montaña con unas buenas vistas de las gargantas de Bistrita. No hay absolutamente nadie, si exceptuamos a una monja que vigila la iglesia (de 1632 y en obras) y que nos comenta que viven 17 monjas y que el monasterio fue fundado por Mircea El Viejo en 1386. En realidad y después del tiempo perdido, creo que no merece la pena esta visita. Continuamos hasta llegar al grandioso monasterio de Horezu, construido a instancias de Constantin Brancoveanu y obra maestra del arte brancovino; después de acceder al recinto a través de un arco podemos observar esta fortaleza rodeada de murallas, así como los tesoros que encierra, su magnífica iglesia con sus impresionantes frescos del siglo XVII y su pórtico de entrada con sus diez capiteles labrados en piedra. La actividad dentro del recinto es frenética, pues mientras unas monjas preparan la comida, otras están limpiando; nos movemos dentro del recinto a nuestro antojo pues nadie nos dice nada y en una de esas idas y venidas nos saludan en un castellano perfecto; se trata de Alexandra Gagiu (Alex para los amigos) una guapa rumana que nos comenta que ha estado varias veces en España y que le gusta mucho nuestro país; después de estar un buen rato charlando, me hago unas fotos con ella y ya de paso le pido ayuda para que pregunte en la hospedería del monasterio el contacto para poder reservar habitación y el precio de la misma; es un lugar agradable y tranquilo para dormir( para contactar hay que llamar al teléfono 0040250860071 y el precio entre 25/30 euros la doble); nos despedimos y nos ofrece su tarjeta de visita para que la llamemos si en algún momento de nuestra estancia necesitamos su ayuda “gracias Alex por tu amabilidad”.