jueves, 30 de octubre de 2008

Las islas Bijagós

¿Habéis oido hablar de las Islas Bijagos? ¿donde se encuentran? ¿Cuántas son? Yo os tengo que confesar, que hasta el día que Gabriela de Newsfactory me llamó para organizar un grupo de prensa y poder visitarlas, también desconocía su existencia. Pero acto seguido, entre en la Wikipedia y salí de dudas.

Las Islas Bijagós o archipiélago de las Bijagós son un grupo de 20 islas principales y docenas de pequeñas, situadas en el Océano Atlántico, y que forman parte de la República de Guinea Bissau. En tiempos precoloniales, las islas eran centros de comercio a lo largo de la costa de África occidental, lo que permitió a los nativos a tener una poderosa armada. En 1535, esto les permitió derrotar a los portugueses cuando intentaron conquistar las islas. Estas no fueron tomadas por Portugal hasta 1936.
Las características mas destacables de estas islas aparte de su aislamiento, son su naturaleza, su flora, su fauna - como el caso de la isla de Poliao donde se produce el rito anual del desove de las tortugas verdes marinas gigantes entre octubre y diciembre – y lo más importante es el contacto con los bijagós- de tradición matriarcal - la etnia mayoritaria que habita estas islas cuyas firmes creencias animistas hacen de este lugar uno de los más particulares y especiales de África, lleno de lugares sagrados y ritos de iniciación.
Además de los bijagós, las islas poseen 23 etnias de las cuales las más importantes son: los balante – 30% de la población - , los fula, los manjaco, los papel, los flup y los mandinga.
El pueblo bijago, es un pueblo amable y hospitalario, de espíritu abierto y muy acogedor con las personas que les visitan ya que todavía no ha llegado a las islas la fiebre del turismo y por tanto del dinero, pero ellos también quieren vivir mejor gestionando sus propios recursos, y para ello cuentan con la ayuda de de la Fundación española CDB-Habitat que gestiona el Orango Parque Hotel y que a través del mismo intenta y está logrando poner en funcionamiento un modelo ecoturístico, pero manteniendo como objetivo fundamental el respeto por el entorno y sus habitantes. Este hotelito, es un pequeño complejo de 7 cabañas y una casa central – en total para 14 personas – sin ánimo de lucro, y cuyos beneficios se destinan a la elaboración de microproyectos que mejoren las condiciones de vida de sus habitantes.

Estad pendientes de mi blog, ya que después de mi visita, seguiré dando más datos, os hablaré de sus rituales, de la tumba de la princesa Kinka-Pampa, de Nindo – el Dios Supremo - y de muchas más cosas, y lo mas importante los contactos y la manera de contratar el viaje para poder pasar unas vacaciones inolvidables en un entorno único en el mundo.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Guatemala. gente naturaleza y cultura

Guatemala es uno de esos pocos países capaces de recompensar con experiencias inolvidables incluso a aquellos viajeros que lo han visto casi todo. Un lugar donde la vida y las costumbres indígenas se mantienen tal y como las encontraron los europeos cuando llegaron por primera vez y donde todavía quedan espacios alejados del camino de las multitudes.


Desde su geografía, hasta sus gentes, el país es una hermosa y compleja mezcla de lo mejor que el hemisferio occidental puede ofrecer. Pocos adjetivos alcanzan a describir la grandeza de la topografía guatemalteca, sembrada de volcanes que marcan el carácter del altiplano y dan al viajero la continua sensación de tener un cono humeante y amenazador a sus espaldas. Pero quizás, el rasgo mas sobresaliente de Guatemala es su gente, una población mayoritariamente indígena apegada a sus tradiciones y a sus antiguas lenguas – el quiché, ixil, man, catchiquel y así hasta 23 – y que mantiene firme sus raíces de otros tiempos.

Cuando me preguntan cuál es el país de Centroamérica más completo, sin ninguna duda les digo que Guatemala ya que, en un geografía relativamente pequeña, el viajero encuentra la mayor variedad de paisajes, de gente, de costumbres, de medios naturales: lo encuentra todo. En mi visita he quedado fascinado por tanta diversidad. Guatemala cuenta con más de 30 volcanes alguno de ellos en plena actividad y que podemos visitar; viven más de 8.000 especies de plantas; con sus 19 ecosistemas las estimaciones apuntan a que hay 250 especies de mamíferos, 600 de aves y 200 de reptiles y anfibios; además cuenta con 30 zonas protegidas.

Guatemala, ha sufrido una de las guerras civiles mas cruentas de todo Sudamérica que por fin acabó con la firma de un “Acuerdo de Paz” el 29 de diciembre de 1996 y que ha supuesto que durante 36 años fueron asesinadas mas de 200.000 personas -muchas de ellas durante el mandato del general Rios Montt–. Un millón perdieron su hogar y aún hoy en día hay millares de desaparecidos. Una de las zonas mas castigadas y que tuve la oportunidad de visitar fue en la sierra de los Cuchumatanes,  lo que se denomina el triángulo Ixil formado por los pueblos de Nebaj, Chajul y San Juan de Cotzal. En estas poblaciones todavía hay gente que no sabe nada de sus familiares. Además me recomendaron que intentara comprar un libro del sacerdote y antropólogo Ricardo Falla cuyo título “Masacres de la selva” Ixcan, Guatemala 1975-1982 que es la reflexión concreta, a partir de realidades tan dramáticas, de las posibilidades de vida en pueblos y comunidades que enfrentan la oscuridad de la muerte y nos muestran que este poder puede ser vencido. Su lectura me dejó impresionado.

martes, 28 de octubre de 2008

¡ Nos vamos a esquiar !

Para los que no me conozcais, os voy a confesar un secretillo, y es que a la temprana edad de 50 años me dió por aprender a esquiar y lo que yo pensaba que iba a ser una perdida de tiempo, pues se ha convertido después de 5 años en un vicio. Mi afición por el deporte me viene de lejos, he practicado atletismo durante mas de 30 años – en mi currículum figuran muchos maratones corridos y acabados- también he participado en algunos duatlones y triatlones y siempre tuve como asignatura pendiente el aprender a esquiar hasta que lo conseguí.

Una vez dicho esto, os tengo que decir, que no pensaba tocar este tema hasta un poco mas adelante, pero el día de hoy se tercia para hablar de ello, pues ha llegado el frío, esta nevando en algunos lugares y además ha coincidido que hoy se presentaba en Madrid la nueva temporada de esquí de la estación andorrana de VALLNORD – Pal Arinsal, Ordino y Arcalis – que todos los años presentan a los medios de comunicación las novedades de la nueva temporada de la mano de su Director General Martí Rafel.
Este año se han invertido 10 millones de euros y las principales novedades son el nuevo telesilla desembragable de 6 plazas en Arinsal y la ampliación y mejora de la red de innivación artificial en los tres sectores.

Para los que no esteis en el mundo del esquí, pero a partir de ahora querais estar, os diré que Vallnord es un referente en este universo blanco. Un paraíso con tres dominios esquiables, 1149 Ha, 91.5 kilómetros repartidos en 88 pistas con 44 remontes y 360 cañones de nieve artificial. Pero aparte de los datos técnicos, lo más importante para los que os apunteis a este carro, es el ambiente tan agradable y familiar que se respira en esta estación, en donde los niños cuentan con las mejores escuelas para iniciarse en este deporte, además de jardines de nieve y babyclubs. Los más arriesgados también disponen de su espacio de Freestyle (40000m2), el freeride o fuera de pista y este año incorpora la novedad importada de los Álpes franceses del Speed Riding que fusiona las posibilidades del parapente con el esquí.

En definitiva, que la llegada de la nieve supone para muchos un motivo para practicar su deporte favorito y al mismo tiempo de poder viajar y disfrutar de la naturaleza en estado puro. Yo os animo a todos a que lo intenteis y seguro que no os vais a arrepentir pues si yo lo he conseguido vosotros también.
Ahhhhhh y si quereis tener toda la información sobre esta estación solamente teneis que entrar en www.vallnord.com.
Esta es la primera entrega del invierno, a lo largo de la temporada os daré más información de nieve y recorreremos otras estaciones.

lunes, 27 de octubre de 2008

Momentos inolvidables.Anécdota de mi viaje a Laos

Es verdad, que los viajes tienen la particularidad, no sólo de conocer nuevos destinos, nuevas culturas y formas diferentes de entender la naturaleza de las cosas, y también es verdad que los viajes están llenos de grandes vivencias, pero también de pequeños detalles o encuentros que hacen de esos momentos algo especial y que recordarás el resto de tu vida con sumo agrado.

El mundo es muy grande, y a veces es inimaginable que puedas coincidir en el mismo lugar, el mismo día y a la misma hora con personas que conoces y que hacía muchos años que no las veías y esto fue precisamente lo que me ocurrió a mí en Laos.

El día 16 de septiembre ( recuerdo perfectamente el día ) yo me encontraba en Luang Prabang y decidimos hacer una excursión de medio día para visitar las cascadas de TAT KUANG SI – lugar agradable a 32 km y en donde hay unas pozas con agua de color turquesa habilitadas para el baño. Una vez efectuada la visita y ya de regreso hacia el aparcamiento público, nos paramos en unos bancos frente a las pozas de baño para descansar y tomar aliento. En esos momentos, me fijé en un fotógrafo que portaba dos cámaras de fotos, un trípode ,una pesada mochila a la espalda y equipado con un chaleco con el logo de Nikon. Mientras él hacía algunas fotos a la poza, yo me dedique a hacerle fotos a él con el propósito de en algún momento poder titular “el fotógrafo fotografiado”, pero cual no será mi sorpresa, que cuando me dispongo a enseñarle las fotos que acababa de tomar, me mira fijamente y me dice: “yo te conozco, tu eres Santos”, todavía sin reponerme del susto, le miro fijamente y en ese momento caigo en la cuenta, se trata de un fotógrafo indio de nombre Ashot que hizo una exposición en la sala de De Viaje hace unos años; lógicamente, y todavía sin reponerme del inesperado encuentro, nos dimos un abrazo y estuvimos charlando durante un largo rato, tratando de resumir en poco tiempo estos últimos años. El viajaba con su sobrina a la cuál había invitado a viajar a Laos para disfrutar de un premio que ganó en los Países Bajos y que consistía en dar una vuelta al mundo. Por la tarde volvimos a coincidir en el bonito y tranquilo mercadillo de Luang Prabang. En el mundo del viaje, estos son esos momentos inolvidables, que hacen que un día que prometía ser igual a los otros, sea un día diferente y especial.

viernes, 24 de octubre de 2008

Los Templos de Angkor

Como os comenté ayer, la mejor manera de acabar este itinerario
– si no lo conocemos y si lo conocemos también – es pasar a Camboya y visitar los templos de Angkor. Este conjunto arquitectónico, enclavado en las proximidades de la ciudad de Siem Reap y muy próxima al lago Tonle Sap es una de esas maravillas del mundo que uno tiene que visitar antes de morir. Declarada patrimonio de la humanidad en 1992 por la Unesco, Angkor parece más obra de los dioses que de los hombres. Este conjunto se sitúa a lo largo de 200 km2 y refleja todo el esplendor de un imperio ya desaparecido: el imperio Jemer o Khmer que comenzó a florecer alrededor del año 800 bajo el reinado de Jayavarmán II y hasta el año 1.225, en que la ciudad fue saqueada por los siameses y abandonada al lecho de la selva que la rodea, donde estuvo perdida durante siglos hasta que en el año 1.860 fue descubierta por el explorador y naturalista francés Henri Mouhot cuando iba detrás de una mariposa.

De los más de 100 templos que conforman este conjunto, los más destacados y por tanto los mas fotografiados son Angkor Wat – el templo mas grande del mundo y el mejor conservado de todos los que integran el conjunto-, el Bayón emplazado en el centro de la ciudad fortificada de Angkok Thom, que con sus 40 metros de altura y sus 170 rostros esculpidos invitan a pasear y perderse en su interior, el Ta Prohm cuya visita resulta inolvidable pues aquí podemos apreciar como las raíces de sus tremendos árboles han crecido entre las piedras adentrándose por las puertas para salir por las ventanas, y la Terraza de los Elefantes que se conserva en un magnífico estado y que se utilizaba como escenario para las ceremonias reales, y así hasta mas de 100.

La mejor manera para visitar este conjunto – mínimo tres o cuatro días – es o bien alquilando una bicicleta o contratando los servicios de un tuc-tuc. El recinto arqueológico se encuentra abierto desde las 5.30 de la mañana – madrugar y ver la salida del sol – hasta las 5.30 de la tarde – puesta de sol desde el puente de entrada a Angkok Wat- . Se pueden comprar entradas para uno y tres días ó una semana y los precios son de 20,40 ó 60 euros aproximadamente, ahhh , es necesario aportar una fotografía. Pero si quereis toda la información sobre este conjunto, no dejeis de comprar la guía de la editorial Libsa “Los tesoros de Angkor” que además esta traducida al castellano.

Existen varias posibilidades para desplazarse a Siem Reap , que es el punto de entrada para visitar esta zona; la primera sería coger un transporte en Ban Nagasang para cruzar la frontera camboyana por Voen Khan (esta opción cuesta 35 dólares y aproximadamente 17 horas de viaje): la segunda opción es desplazarse en una camioneta a Pakse (tres horas) y coger un vuelo directo a Camboya; una tercera opción es navegar por el río desde Voen Khan hasta Stung Treng y desde aquí bus y por último la más aventurera sería contratar los servicios de la agencia Lane Xang Travel – www.xplore-asia.com- que organiza actividades de rafting desde Don Det hasta la frontera, donde un monovolumen te llevará hasta Stung Treng. Una cosa muy importante que es necesario saber, es que así como si vas desde Laos a Camboya el visado te lo dan en la frontera ( una foto y 35 dólares), si vienes de Camboya es necesario traer ya el visado de entrada a Laos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Hacia Si Phan Don (cuatro mil islas)

Ahhhhh, se me olvidaba hacer una pequeña aclaración, y es que los que hayais leído las anteriores entregas de Laos os habreis preguntado lo que es un Wat , pues solamente deciros que es un monasterio budista. Aclarado queda y perdón por el desliz.

Desde Vientiane, para desplazarse hacia Pakse caben dos posibilidades; avión o bus. Yo opté por coger un autobús pero con litera y nocturno. Esto te permite salir de Vientiane a las 20.30 de la tarde y llegar a las 6.30 de la mañana con lo cual te ahorras una noche de hotel. El viaje resulta cómodo y además y aunque parezca mentira se puede dormir.

Pakse, es el punto de partida para visitar la provincia de Champasak -antiguo asentamiento de la realeza- y llegar hasta el archipiélago de Si Phan Don (cuatro mil islas), pero en realidad no merece la pena y los pocos turistas que llegan aquí tienen como objetivo la visita de las ruinas del Wat Phu Champasak situadas a 8 km de la ciudad en dirección sudoeste y a unos 50 km. de Pakse, o establecer la base de operaciones para viajar hacia la meseta del Bolaven

Si llegamos en el autobús nocturno de Vientiane, lo mejor en coger un sawngthaew (dos filas) hasta la estación sur y desde aquí otro mas hasta Ban Luang, ya que llegados a este punto hay que cruzar el Mekong para llegar a Champasak ; desde aquí se puede alquilar una bicicleta para llegar a las puertas del Wat Phu.

Este complejo declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 2001, es un lugar especial, rodeado de una espesa vegetación y con unas bonitas vistas desde el nivel superior; pero su grandeza reside en las ruinas de los pabellones – en el primer nivel -, en el ornamentado santuario dedicado al limgam de Siva , en las enigmáticas piedras del elefante y el cocodrilo y en la tremenda altura de sus árboles que hacen del entorno un lugar casi místico. El yacimiento está dividido es seis terrazas situadas sobre tres niveles principales unidos por un largo tramo de escaleras – algunos bastante pronunciado – y flanqueados por estatuas de leones y nagas. Si ya conoceis los templos de Angkor en Camboya no os resultará demasiado llamativo pero aún siendo así el entorno merece la visita. Podemos alojarnos aquí – aunque no hay buenos hoteles- y hacer una excursión a la isla de Don Daeng en donde parece no haber transcurrido el tiempo. El Wat Phu se puede recorrer tranquilamente en 2 ó 3 horas y si no queremos pernoctar aquí, podemos continuar el viaje para llegar a dormir a Don Khong. Para ello debemos utilizar un transporte hasta el muelle, cruzar en una barca el Mekong, de nuevo otro transporte mas para llegar al cruce de la carretera 13 y aquí sentarse tranquilamente a esperar otro sawngthaew que nos lleve hasta el cruce de Hatsay Khoun, desde aquí mochila al hombro y a caminar 500 metros hasta el embarcadero y de nuevo otro barco para llegar Muang Khong ( isla de Khong) .Así de facilito, estamos en Laos.
Esta isla en medio del Mekong incita a relajarse y disfrutar, y la mejor manera de hacerlo, es alquilándose una bicicleta y recorrerla. La vida en esta isla de 18 km. de largo por 8 de ancho, transcurre tremendamente despacio y aunque LP, dice que es difícil ser molestado por el ruido de algún coche, en la actualidad ya hay mas motos y coches que los que dice la guía –son cosas del progreso. Aún así es una isla pintoresca, llena de arrozales y salpicada de pequeñas aldeas lo que te permite ir parando para disfrutar del paisaje. En los días de mi estancia aquí, ha coincidido que estaban ya en plena campaña de recogida del arroz y era muy gratificante ver como toda la familia colaboraba en las labores del campo. Sentarse en una terraza a orillas del río, también es otra experiencia muy gratificante. Solamente una advertencia, en temporada baja no os descuideis para ir a cenar, pues es muy probable que a las 7 de la tarde ya esté todo cerrado.
Para llegar a las islas de Don Det y Don Khon lo mejor es coger el barco que todos los días sale a las 8.30 de la mañana – hora laosiana – y que aproximadamente en dos horas de navegación nos dejara en el embarcadero.
Estas islas constituían un enclave importante para que la línea que unía Saigón (Vietnam) y Laos pudiera repostar durante la época colonial francesa. Para ello los franceses construyeron un ferrocarril de vía estrecha en ambas islas para poder salvar los rápidos del Mekong , además de unos muelles de carga. Pequeñas locomotoras tiraban de la carga y aún hoy en día se pueden ver los restos de las vías, los muelles y una locomotora abandonada en medio de los arrozales. Como en el resto de las islas, la vida transcurre con tranquilidad y sin prisas. También es importante señalar que a este lugar todavía no ha llegado la electricidad y solo a partir de las 18 horas funcionan algunos generadores. Lo normal es acostarse tempranito – salvo que nos queramos ir de marcha a Don Det que es donde se encuentran los chiringuitos o que necesitemos una cura de sueño – y madrugar al día siguiente para aprovechar el día, alquilar una bicicleta o liarse a caminar; se puede hacer una caminata de cinco kilómetros, para llegar a la aldea de Ban Hang Khon siguiendo la antigua vía férrea y de camino visitar pequeñas aldeas, bosques primarios, y arrozales hasta llegar a la punta donde se encuentra el muelle de carga francés frente a la frontera camboyana y en donde es posible contratar los servicios de una barca para ver delfines del Irawadi una de las criaturas mas fascinantes del Mekong y que se encuentra en peligro de extinción. De vuelta hasta el pueblo podemos parar en la playa del Mekong (e inclusive darnos un bañito) que está nada mas pasar las cascadas de Li Phi – el espíritu atrapado-. Este conjunto de rápidos cuyo ruido se escucha desde muy lejos es para los habitantes de la isla una trampa para los malos espíritus y por lo tanto ellos jamás se bañan allí. Cerca de las cascadas, hay algún puestecito para poder tomar un refrescante coconut, comer unos plátanos o un pescadito asado. Si lo que queremos es llegar al pueblo y relajarnos en una terracita al lado del río, podemos elegir el Seng Ahloune Restaurant en donde podremos degustar un delicioso pescado asado con patatas fritas en un bonito entorno muy cerca del puente. También quiero comentaros que aunque aquí no hay buenos hoteles – si exceptuamos el Auberge Sala Don Khone que es un antiguo hospital de la época francesa y que en estos momentos se halla en pleno proceso de remodelación – son recomendables el Pan`s Guesthouse y los seis bungalows que tiene el Seng Ahloune justo encima del río con unas magníficas vistas y a un precio razonable ( 70.000 kits o 6 euros ). Para finalizar este viaje, si tienes que desplazarte a Bangkok para enlazar con tu vuelo a España, lo mejor es ir desde Pakse hasta Ubor Ratchathani ( ya en Tailandia) y desde aquí enlazar en avión o en tren con Bangkok. ¡Ojo! Si te encuentras en Don Khon y pretendes llegar a Ubor Ratchathani en el día, tómate tu tiempo, ya que se tarda en llegar al menos 7 horas.
Mañana os contaré las diferentes opciones para desplazarse hacia Siem Reap (Camboya) para visitar los templos de Angkor.

martes, 21 de octubre de 2008

¡Atención! nueva colección de literatura de viajes. Heterodoxos

Como amante de la literatura de viajes, es un placer dar a conocer a través de mi blog esta nueva colección que nace de la mano de Altair con cuatro nuevos libros de los cuales el referido a Birmania se me antoja bastante apetecible. En los tiempos que corren y siendo lo más normal que desaparezcan colecciones (como ha ocurrido en los últimos años), es de agradecer que todavía haya quien apueste por un género que en los últimos años, ha experimentado un gran auge, entre otras cosas por la gran cantidad de españoles que viajan y que están ávidos de buena literatura y porque yo siempre digo que a veces es mas importante un buen relato de un país que la mejor de las guías.

Según la definición de la Real Academia de la Lengua “heterodoxos” proviene del griego “hetero” otro y “doxa” opinión. Contrario a la doctrina ortodoxa o a una opinión comúnmente admitida. Que profesa opiniones contrarias a la ortodoxia. Por lo tanto es viajero heterodoxo el que vive el entorno, se interesa por él y es capaz de explicarlo con voz atinada; y es este conjunto de voces las que conforman el cuadro lleno de matices que da sentido a la colección.

Detrás de esta nueva colección está el sello de ALTAIR, que desde su nacimiento en 1979 se ha convertido en toda una referencia para los amantes del viaje, tanto desde el punto de vista de las guías de viaje como de las revistas y un lugar en donde compartir experiencias.

Esta nueva colección que se pondrá a la venta el día 5 de diciembre, pretende cubrir ese vacío que existe en el mundo del viaje, a pesar del tirón que ha experimentado el turismo español en los últimos años.

La colección nace por el momento con cuatro títulos y entre los autores figuran escritores de reconocida solvencia que en otros campos ya narraron sus experiencias viajeras, y autores noveles acostumbrados a viajar por destinos menos transitados y que nos aportarán una visión diferente de sus andanzas. Editados en rústica, una tipografía de fácil lectura y anchas solapas, se ha cuidado el diseño en beneficio del lector

En estos primeros cuatro títulos nos trasladaremos hasta Birmania donde Emma Larkin con “Historias secretas de Birmania” nos presenta una cara del país que el Gobierno militar no quiere que se conozca, visitando los lugares en donde George Orwell ejerció como oficial de la policía imperial.




En “Cuidadores de mundos” Ander Izaguirre da cuenta de esos personajes que madrugan, salen a los caminos con una azada, una hoz, un cuaderno o un equipo de buceo. Custodian paisajes secretos en Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Älava y guardan unos saberes que no pueden quedar en el olvido.





“Pekín me deslumbró” de John Blofeld es una crónica hedonista y refinada de los años treinta de la vida en la ciudad. El autor llegó a Pekín en 1934, con tan solo 22 años y cuando todavía era patente elantiguo esplendor imperial de la capital china. Pekín contaba con ambientes de increíble belleza que sedujeron al joven escritor. Disfrutó de banquetes con decenas de platos, de paseos por parques de geometría exacta, y del exquisito protocolo de las muchachas de las casas de flores. Fruto de todo ello es esta crónica de una ciudad que sería barrida por la historia.

“Crónicas ibéricas” de David Fernández de Castro nace de la lectura de ese magnífico libro de George Borrow que es “La Biblia en España”. Rememorando las andanzas del aventurero inglés, Fernández de Castro sigue sus mismos pasos 170 años después  y las plasma en este libro. El viaje lo llevará de Santiago de Compostela a Cádiz, de los naufragios de la Costa da Morte a la batalla de Trafalgar, le hará encontrar a una profetisa manchega, tropezarse con los gitanos de Badajoz y asistir a una cacería en Almaraz.

Esperemos, que éste sea el principio de una gran colección de relatos de viajes de la cual voy a estar muy pendiente para seguir ofreciendo argumentos que ayuden a disfrutar de una literatura de altos vuelos.

lunes, 20 de octubre de 2008

Camino de Vientiane

Creo que ya he mencionado anteriormente, que a la hora de desplazarse en Laos no hay que tener demasiada prisa ya que ni los autobuses parten a su hora, ni las carreteras están en buen estado, se conduce despacito, y al menos esto te permite disfrutar del paisaje. La carretera que parte de Luang Prabang y que nos conduce hasta Vang Vieng es una espectacular carretera de montaña con continuas subidas y descensos prácticamente hasta llegar a Kasi; desde aquí el paisaje de montañas kársticas que van bordeando el río hacen que la llegada a Vang Vieng sea de una belleza singular.

La ciudad, asentada junto al río Nam Song en un terreno kárstico asombrosamente bello, produce reacciones y opiniones muy distintas. Para mi es una ciudad anodina, que no tiene nada de particular, pero los alrededores invitan a realizar excursiones sobre todo para los amantes de la espeleología, ya que dispone de cientos de cavernas y túneles algunas de ellas sin explorar. Además esta zona es frecuentada por mucho mochilero interesados en practicar un nuevo deporte denominado “tubing” que consiste en dejarse llevar por la corriente del río subido en una rueda de tractor. Lo mejor, es alquilar una bicicleta y perderse por sus caminos y visitar alguna cueva. Yo os recomiendo la de “Tham Phu Kham” considerada sagrada por los laosianos y que alberga en su interior una laguna de aguas de color azul verdoso y en la que nos podemos dar un chapuzón. Pero ¡ojito! para los que tengais vértigo, ya que hay unos 200 metros de ascensión por un tramo de montaña bastante empinado; y lo peor no es subir, sino tener que bajar.

También hay que tener mucho cuidado cuando se va a comer con la palabra “happy” que todos sabemos que significa feliz y que aquí ha tomado un sentido diferente. En los bares y restaurantes de esta ciudad, este término antepuesto a cualquier cosa que pidamos – batidos, pizzas – significa que nos pueden añadir marihuana u otras sustancias en la cantidad que mejor le parezca a quien lo prepara.
En cualquiera de los casos, creo que merece la pena pasar uno o dos días de relax de camino hacia Vientiane.

Desde aquí y hasta la capital la carretera es llana, aunque no por ello desciende el número de baches. La llegada a Vientiane situada en un meandro del Mekong no impresiona a nadie aunque aún subsisten algunos edificios de la época colonial francesa; yo diría que hay que pasar por ella, pues sin ser una ciudad demasiado llamativa si que nos da para pasar un par de días y además yo creo que tiene algunos monumentos que merece la pena visitar.

Vientiane es una ciudad que esta en pleno proceso de cambio. Vientiane significa “ciudad de sándalo” y su verdadera pronunciación en lao es Viang Chan ( viang significa “ciudad” o “lugar amurallado” y chan “sándalo”. A pesar de ser la capital de Laos, es una ciudad tranquila, sin demasiado tráfico que te permite recorrer los lugares más interesantes andando. Creo que merece la pena visitar el “Pha That Luang” el monumento maá importante de Laos, símbolo de la religión budista y de la soberanía nacional a la vez.
El “Wat Si Saket construido por Chao Anou y que alberga mas de 7000 budas. Para mí uno de los lugares más bonitos y tranquilos de Vientiane.
Wat Si Muang , el edificio religioso mas frecuentado de la ciudad donde se halla el “lak meuang (pilar de la ciudad) y donde se cree que mora el espíritu guardián de Vientiane.
Haw Pha Kaeo impresionante por su tamaño.
Patuxai que con mucha imaginación recuerda al arco del triunfo en Paris ( ya contaré la historia de la construcción de este monumento).
That Dam stupa apodada “la negra” y que dicen que es la morada de un dragón dormido de siete cabezas.
En la próxima entrega llegaremos al remoto anchipiélago de las 4000 islas ya en la frontera con Camboya.

viernes, 17 de octubre de 2008

En las fuentes del Nilo

Un autobús local en Kampala. Y como todo en África, donde comen dos, comen tres, y donde caben veinte caben treinta. Pues eso, treinta pasajeros Y el autobús no se movió hasta que el último asiento, desplegado a mitad del pasillo, estuvo ocupado.


En una hora y media me dejó en el centro de Jinja – suponiendo que las ciudades y villas africanas tengan centro – después de cruzar el Nilo unos kilómetros antes a la altura de las antiguas cataratas de Owen Falls, hoy en día convertidas en una presa con su correspondiente central eléctrica.

Al bajarme del autobús en Jinja, enfilé en dirección al Lago Victoria, sin más, por una amplia avenida con aspecto de haber sido en su día – antes de Idi Amín – una agradable zona residencial, y hoy en día, con todos sus edificios, aceras, jardines y demás infraestructuras, en un estado calamitoso. Y entonces supe que esa era la manera correcta de llegar a las Fuentes de el Nilo. Solo, a pié, sin guías, sin tour operadores, y sin turistas disparando sus cámaras fotográficas sin ton ni son.

Aquello era Jinja, ¿no?, al norte del lago Victoria y al este de Kampala, actual capital de Uganda. Y en esa dirección estaba el lago ¿verdad ? Pues entonces, Rippon Falls, las Fuentes del Nilo, no podían estar muy lejos.
Después de recorrer, en una espléndida mañana africana y con el sol de África estallándome en la cara, toda la antigua avenida, que pese a su decrepitud y abandono sigue siendo un agradable paseo, siempre y cuando a uno no le importen las miradas de asombro, unas veces, de sorna, otras, e incluso de odio, aunque de estas pocas, de la población local, llegué a la orilla del lago Victoria, sólo unos centenares de metros antes de volcarse en el Nilo, y torcí a la derecha siguiendo la orilla del lago e intuyendo ya el nacimiento del río mas largo de la tierra.

Poco después me interné por una tortuosa vereda que baja hacia un pequeño y miserable poblado de pescadores tendido a la orilla del lago, y formado por un puñado de chozas, mitad cabañas, mitad chabolas. Un chaval de unos veintipocos años con más porquería encima de la que un habitante del primer mundo, de esos que se duchan todos los días, pueda llegar a imaginar, se me acerca y sin perder tiempo me ofrece un paseo en canoa por el lago por treinta mil chelines (unos dieciocho euros). Yo le digo que lo único que quiero es llegar hasta las cataratas de Rippon Falls, o lo que quede de ellas, y volver. Al final lo acordamos por veinte mil. No regateo. A fin de cuentas por dos mil pesetas me van a convertir en un ser privilegiado, acercarme al mismo islote desde el que más de cien años atrás, en 1862 el primer blanco, europeo, inglés, John Hanning Speke, contempló las Fuentes del Nilo Blanco, después de miles de años de búsqueda.

La canoa que me llevó hasta allí, no debía diferir mucho de la que le transportó a él. Eso sí, con motor fuera borda incorporado – más viejo que el mismísimo Speke- petardeando y parándose cada dos por tres. Aunque cuando uno lleva ya algún tiempo en Äfrica, eso no le preocupa, y al final uno sabe que los africanos “casi” siempre, y sin ponerse nerviosos, suelen solucionar “casi” todos los problemas mecánicos, antes o después.

Al desembarcar en el islote en el centro del Nilo, kilómetro cero, y encaramarme al monolito que conmemora la gesta de Speke, contemplo el lago Victoria a mi alrededor. Y el río Nilo, también a mi alrededor. Todo en uno. Y pienso. Sólo hay un lugar en el mundo como este. Y es este. Y aunque las cataratas que describió y dibujó Speke desaparecieron al crecer el nivel del lago a causa de la presa hidroeléctrica construida unos kilómetros mas abajo, todavía se intuye perfectamente la herida en el lago por la que escapa el Nilo.

Y los cormoranes y los martines pescadores zambulléndose sin complejos en las aguas del lago. Y las águilas pescadoras de cabeza blanca, ojo avizor en las ramas de los árboles y arbustos. Y yo allí arriba. En el centro del río. En el centro del Mundo.

jueves, 16 de octubre de 2008

Homenaje a Ángel López Bilbao

Hace unos años, decidí viajar a Kenia y tuve la gran suerte de conocer a Ángel y a Peter que unos meses antes habían constituido una sociedad hispano – keniata llamada DAMASAFARIS y cuyo objetivo era mostrar al turismo el potencial de este país africano. El sueño de África de Ángel, no duró mucho tiempo, ya que después de poco más de un año de estancia en Kenia murió de manera inesperada.
Siempre rondó por mi cabeza, la posibilidad de dedicar un pequeño homenaje a Ángel, y creo que ha llegado el momento de hacerlo. En otra ocasión, os contaré mi viaje por esos escenarios de los cuales nos habla en cu carta y que yo tuve la oportunidad de vivir en vivo y en directo.
Pocos días antes de su muerte, tuve la oportunidad de recibir un estupendo relato de su última excursión a las “Fuentes del Nilo”, que mañana tendréis oportunidad de disfrutar.

Además, también quiero que veáis la valentía de una persona que disfruta de todas las comodidades de la sociedad occidental y que en un momento de su vida decide romper con todo para irse a África. Esta es la carta que envía después de sus primeros cuatro meses en Nairobi intentando explicar el proyecto perfecto de un mzungu (blanco) loco, y esa excursión a las fuentes del Nilo.

CARTA DESDE AFRICA.- Recibida el 1 octubre 2006

Después de sólo cuatro meses en África, y a un año vista desde que decidí embarcarme en esto e ir a por todas, sólo puedo decir que de momento todo va bien.
La verdad es que es un proyecto arriesgado, tanto en lo personal como en lo profesional, aunque una de las mejores cosas es que ambos aspectos, el profesional y el personal, son sólo uno. Y eso ya por si mismo vale mucho, ya que la mayor parte de las personas, creo yo, que viven en una especie de esquizofrenia indeseada en la mayoría de los casos, teniendo que mostrarse de una forma, que casi nunca sienten, en lo profesional, en el trabajo, y frente a los jefes, y de otra, completamente distinta, durante el resto de su vida. Y lo sé porque me ha pasado a mí también. Sin embargo, para mí, ahora no hay diferencia entre el trabajo y lo que no lo es. Todo es vida, simplemente eso, vida.
Pero el proyecto, ya digo, de vida, y que abarca lo profesional y lo personal, todo en uno, también es bonito, además de arriesgado. Aunque no sí si mucha gente podría entender como se puede considerar bonito el abandonarlo todo, y arriesgarlo casi todo.
Por un lado, la huida de la Mediocridad. No se puede negar que irse a vivir a África, al tercer mundo, e intentar crear una empresa que fundamentalmente venda sueños “El Sueño de África ” en forma de safaris fotográficos en los más bellos y salvajes entornos naturales del mundo, podrá considerarse una locura, o una insensatez o lo que se quiera, pero jamás una mediocridad.
Por otro lado, el Reto. Desde el primer momento he sabido que esto iba a exigirme al máximo. La adaptación a una nueva vida. La soledad. El miedo al futuro y al fracaso. La renuncia a la seguridad y a la comodidad. O se es o no se es. Y punto. Y eso es bonito, o a mí me lo parece. Aunque a veces la parte mas mezquina y ruin del alma intenta jugártela y te hace pensar lo bien que estabas en tu puesto de trabajo asegurado en una multinacional, tu sueldazo, tu cochazo, y tu plan de pensiones. Pero poco a poco, he ido doblegando esa parte tan “sensata” de mi carácter – la madre que la parió – y ya cada vez incordia menos.
Y la aventura. Y la huída de la rutina vital. Porque resignarse a una vida en la que un día es igual a otro y un año igual al siguiente?. Eso era mi vida. Y ya no lo es. Y eso, aunque a veces no es cómodo, lo que si da es intensidad a la vida y los días parece que cunden más. Al no tener asegurado el futuro (que estupidez, pero si nadie lo tiene ) se disfruta más el tiempo y se valoran más las cosas de la vida.
Y la vida salvaje africana. Los grandes paisajes de Masai Mara, Serengueti, Samburu y Amboseli. Y el Kilimanjaro y el monte Kenya, y las Montañas de la Luna. Los lagos Nakuru y Naivasha y Baringo y Bogoria. Meru y Shimba Hilss, Manyara, Tarangire, Ngorongoro y Eyasi y Ruaha y Selous.

Y los grandes gatos: el León, el Leopardo y el Guepardo. Y los pequeños: el serval y el caracal. Y los más modestos depredadores; el chacal, el dorado y el espalda negra, y la Hiena. Y los grandes hervívoros que no temen a nadie; el Elefante, el Rinoceronte y el Hipopótamo. Y las cebras y los ñús, a miles, a millones. Y los antílopes, impalas, elands, kobos, dik diks, topis, búfalos y orix. Todos preciosos. Y las gacelas de Grant y Thomson. Y el cocodrilo. Y los babuinos y los jabalís verrugosos. Y los buitres, los marabús, las águilas, los avestruces, las cigüeñas, los flamencos y los pelícanos. Los estorninos, los calaos, las perdices y las gallinas salvajes de guinea. Las avutardas, los gansos, las garzas y garcetas, las palomas, los cuervos……

El Sueño de África.

Y el pacto por las civilizaciones. O acaso esta empresa no es un ejemplo claro de cooperación entre dos culturas, dos pueblos y dos continentes. España y Kenia. Sin limosnas ni ayudas al desarrollo. Sólo la empresa conjunta de un keniano y un español, en la que cada uno pone lo que tiene y lo que puede. El valor, la ilusión, la profesionalidad, la experiencia, el trabajo, la honestidad. Y también la pasta.

En fin, el proyecto perfecto para un Mzuzu loco

miércoles, 15 de octubre de 2008

Visita a Luang Prabang


Declarada patrimonio de la Humanidad en el año 1995, Luang Prabang es de esas ciudades que sin tener grandes monumentos y atracciones, engancha al viajero que aterriza en ella y hace que permanezca en ella mas días de los previstos. Es aquí, donde se da uno cuenta de la influencia francesa en la arquitectura y sobre todo en la gastronomía: se puede disfrutar de esos desayunos a base de pastas europeas y baguettes que tanto reconfortan en mitad de un viaje y como no de un excelente café proveniente de las llanuras de Bolaven.

La ciudad es tranquila e invita a pasear al mismo tiempo que se van visitando los diferentes Wats donde siempre se encuentra la oportunidad de entablar conversación con los monjes novicios a la espera de poder conversar con un falang y poder practicar así un poco su inglés.

Pasear por las riveras del Mekong viendo la gran cantidad de actividad que se genera en torno al río, visitar el mercado de productos frescos en donde todavía se pueden comprar gusanos, ranas, reptiles, etc o sentarse tranquilamente en la calle principal viendo pasar a la gente y disfrutando de una Beerlao es una de las experiencias mas gratificantes de Luang Prabang. Y por cierto, no podía dejar de mencionar ese mercadillo de artesanía nocturno que es una de las atracciones de laciudad, donde centenares de vendedores ofrecen sus productos en un entorno de paz y tranquilidad, que me atrevería a decir que lo convierten en el mercado mas apacible de todo el sudeste asiático.

Para finalizar el día, nos podemos armar de valor y ascender los 334 escalones que conducen a la cima del Phu Si para ver las magníficas vistas de la ciudad y una estupenda puesta de sol.

Solamente el pasear sin rumbo fijo por Luang Prabang merece la pena, pero además podemos visitar uno de los templos mas extraordinarios, me refiero al Wat Xieng Thong cuya construcción fue ordenada por el rey Setthathirat; otros wat interesantes son el Wat Visoun – el templo en activo más antiguo de L.P.- , el Wat Xieng Luang y justo al lado el Wat Choumkhong que es un bello templo con uno de los jardines mas encantadores de la ciudad.
Ahhhhhhh, se me olvidaba el Royal Palace Museum me defraudó claramente. Mi opinión es que no merece una visita, si acaso una fotito desde los jardines exteriores.

En cuanto a los alrededores, a tres km andando podemos llegar a Ban Xang Khong bonito pueblo a orillas del Mekong y que alberga numerosos talleres de sedas y tejidos, también podemos dedicar un medio día para acercarnos a las cascadas de Tat Luang Si a 32 km al sur de la ciudad en donde en un entorno rodeado de frondosa vegetación podemos disfrutar de una gran cascada en varios niveles, acceder por un camino empinado a lo alto de la cascada, darnos un baño y ver algunos ejemplares de osos malayos.


Pero sin lugar a duda para mí, ya que para el resto de los mortales no es un lugar interesante, fue la visita a la tumba del explorador francés Henri Mouhot mas conocido por ser el descubridor de los templos de Angkor. La tumba se encuentra a 4 kilómetros de el pequeño poblado de Ban Phanon y para llegar se puede alquilar una bicicleta o contratar los servicios de una motocicleta con sidecar. Mouhot falleció de malaria el 10 de noviembre de 1861 y el sencillo monumento erigido en el lugar a orillas del Nam Kham es un lugar apacible y reconfortante.

martes, 14 de octubre de 2008

Tras los pasos de la Ruta de la Seda

Desde el pasado 6 de octubre, fecha de la inauguración y hasta el próximo día 29 tenemos la oportunidad de visitar en el Centro Cultural Galileo la exposición de Pablo Strubell y que tiene por título “TRAS LOS PASOS DE LA RUTA DE LA SEDA”.

Pablo ha recorrido durante ocho meses esta mítica ruta, desde Estambul – punto de partida- hasta China y fruto de su periplo nos ofrece la oportunidad de hacer el recorrido virtual a través de treinta fotografías. El intenta hacernos ver las duras condiciones que soportan los habitantes por los que transita la ruta y al mismo tiempo como transcurre su día a día. Intentar plasmar en treinta fotos ocho meses de viaje es un tanto complicado pero creo que Pablo ha conseguido resumir concienzudamente y trasmitirnos esos momentos difíciles con otros momentos de calma y sosiego, a la hora de hacer un alto en el camino y poder compartir un té con leche y sal. Es verdad que en este recorrido de casi 9000 kilómetros hay que salvar verdaderos obstáculos – puertos de montaña a casi 5000 metros de altura, atravesar los desiertos mas temibles como los de Gobi y Taklamakan- pero lo que mas me ha llamado la atención de esta exposición, quizás porque yo también comparto ese mismo punto de vista es el contacto con la gente; el juego del dominó en Bukhara, el té con leche y sal del lago Chatyr, haciendo pan en la mítica ciudad de Kashgar, tejiendo seda en Yarkand o el trato con los uigures, son imágenes que incitan a viajar en intentar compartir esos momentos tan especiales que Pablo ha tenido la oportunidad de vivir.

El término Ruta de la Seda fue creado por el geógrafo polaco Ferdinand Freiherr von Richthofen en 1877 y consistía en una red de rutas comerciales que unían Asia y Europa. Evidentemente, debe su nombre a la mercancía más prestigiosa que circulaba por ella, pero a través de la misma también se comerciaba con otros productos: marfil, ámbar, especias, vidrio, coral, etc. La ruta de la seda era uno de los escenarios para la aventura en estado puro, pero quizás tan importante como el comercio, la ruta también fue el escenario por donde empezaron a intercambiarse las ideas, los conocimientos artísticos, los idiomas y las religiones. Se cree, que Marco Polo fue el primer europeo en transitar por esta ruta aunque hay muchas dudas al respecto. En cualquier caso la celebridad de Marco Polo se debe a la descripción del viaje reflejado en su famoso “libro de las maravillas”.

Aprovechando que Pablo ha empezado a trabajar en De Viaje, me gustaría hacerte algunas preguntas:

¿Cuándo y por qué decides embarcarte en este proyecto?
El viaje lo realicé en 2005. Dejé mi trabajo, que me tenía viajando entre dos y tres semanas al mes (trabajaba en exportación) y me fui a viajar para disfrutar. Es algo que nunca lamentaré haber hecho y que tal vez un día vuelva a repetir. La Ruta fue casual, al principio sólo tenía claro que quería visitar Turquía e Irán. El resto fue tomando forma en mi mente a través del altas…

¿Qué ha sido lo que más te ha impresionado de tu viaje?
La gran diversidad de paisajes y culturas que hay y a la vez los fuertes vínculos que existen entre ellas. Al viajar por tierra, avanzando poco a poco, uno se da cuenta de los progresivos cambios y de las cosas en común que tienen las gentes; no es como cuando uno coge el avión y aparece en un mundo diferente de sopetón. No hay tanta diferencia cultural entre alguien que vive en Kurdistán y otro que vive en las provincias occidentales de China… y eso que les separan nueve mil kilómetros...

El mejor y el peor momento del viaje
Convivir con los nómadas en Tayikistán y Kirguizistán, fue el mejor, pues su forma de vida es completamente diferente a la nuestra, totalmente sedentaria. El peor, alguna gastroenteritis aguda, como una en Tayikistán, que me tuvo 4 días en cama sin más asistencia médica que unos antibióticos que conseguimos en la botica, y que luego me enteré de que en Europa estaban prohibidos…

Si tuvieras que repetir la ruta ¿Qué cambiarías?
Intentaría añadir más tiempo en cada uno de los países, pero es algo complicado por culpa de las visas, que normalmente no dan para más de 30 días. En el caso de Turkmenistán, por ejemplo, fue un milagro conseguir una visa de tránsito para sólo 5 días… Y desde luego, intentaría que Afganistán estuviera en la ruta, es un gran sueño visitar ese país.

Nos puedes recomendar algún libro que haga referencia a la ruta
Luce Boulnois ha escrito el mejor libro de la historia de la Ruta. Susan Whitfield la mejor recreación de cómo se viajaba en la época de apogeo de la ruta, en los sXII a XV. Y Colin Thubron ha escrito recientemente uno de un viaje como el mío pero a la inversa. Aunque su estilo, demasiado pausado y casi poético, se me hace difícil de seguir.

Pasaste por el Kurdistán. ¿cuál crees que será el futuro de este pueblo?
Lo tienen mal, la verdad. En Turquía, supuestamente más respetuosa que otros países, apenas pueden usar en público algo tan importante como su lengua, ni oírla en la radio o leerla publicada. Tan sólo ahora se les empieza a reconocer unos derechos mínimos pero en el papel: a la vez, se les machaca y humilla, en nombre de la guerra contra el terrorismo, y eso que representan el 20% de la población… Y en Irak o Iran la situación es aún peor…

Desde el punto de vista monumental ¿cuál ha sido el conjunto que mas te ha
impactado?

Seguramente las ciudades oasis de Irán (Kashan, Esfahan, Yazd) o lo poco que queda del Kashgar antiguo, en China. Ciudades hechas de adobe, callejuelas y recovecos, llenos de rincones interesantes, aunque menguantes, sobre todo en el caso de Kashgar: los chinos no tienen ningún respeto ni interés en preservar otra cultura que no sea la suya, la Han. Y eso que hay más de 50 minorías étnicas en su país…

¿Y el paisaje más impresionante?
Sin duda, el altiplano de los Pamires, a más de 4.000 metros de altura. Un desierto con una luz especial… Allí uno se siente muy pequeño, entorno a ese despliegue de naturaleza y belleza… Por fotos he visto que es más o menos similar a los Andes, que todavía tengo pendiente de visitar.

De los países visitados ¿cuál ha sido el mejor ¿y el peor?
Tukmenistán el peor, pero ya no solo por las dificultades propias del viaje, sino por ver las condiciones de represión política de la dictadura que hay allí. La gente vive con miedo y no creo que haya nada peor que eso. ¿el mejor? Seguramente Irán, por lo cercanos, amables y cariñosos que se mostraron en todo momento los ciudadanos, al contrario de la imagen que los medios de comunicación nos envían constantemente…

Si alguna persona que lea esta entrevista, quiere hacer la ruta ¿Qué consejos le darías?
Que la planifique con tiempo, porque los visados no son fáciles de obtener, y mucho menos en ruta. También hay que pensar bien la maleta porque tiene que ir preparada para el calor extremo de los desiertos y el frío de los Pamires: a mi me nevó allí en agosto… Y hacer la Ruta ni es tan caro ni tan peligroso como puede parecer. Todo lo contrario.

Para terminar, me gustaría que nos dejaras una reflexión de este viaje
Este viaje ha sido lo mejor que he hecho en mi vida. Pero sólo por la ruta seguida, sino por el hecho de viajar sin fecha de retorno, sin esa presión de la fecha de regreso. Viajar sin prisas, sin tiempos, simplemente disfrutando del camino como tal, es algo que no tiene precio.

Y ya sabéis, que la exposición estará colgada en el Centro Cultural Galileo, C/ Galileo 39 hasta el día 29 de octubre de 2008.

lunes, 13 de octubre de 2008

Viajando por Laos

Dejamos hace un par de días el viaje a Laos en la nevera.
Vamos a retomarlo ahora y lo primero que se me ocurre es aconsejaros a todos aquellos que os interese a partir de estos momentos viajar a Laos lo hagáis con toda la tranquilidad y relax del mundo, para que podáis disfrutar de la gente y de la extraordinaria naturaleza que atesora este país; quizás me atrevo a decir que es el lugar en donde la naturaleza es más abundante y virgen de todo el sudeste asiático y esto no sé por cuanto tiempo, ya que se comenta que el gobierno chino ha prometido hacer muchas carreteras a cambio de madera. ¿Y que significa esto?, pues que dentro de unos años no van a tener ni madera, ni carreteras.

Y digo lo de la tranquilidad, porque en Laos las cosas van a otro ritmo diferente. Cuando uno se desplaza de un lugar a otro, sobre todo por carretera, tanto los horarios, como las distancias pueden llegar a exasperar al mas pintado, pero los horarios de los autobuses van en función de cuando están llenos para poder partir y las carreteras están en tal estado que lo de intentar calcular el tiempo en función de los kilómetros no corresponde con la realidad que nos encontramos.

El interés por viajar hacia el Norte, tiene que relacionarse con la intención de explorar una naturaleza virgen y gran cantidad de etnias. Los alrededores de Luang Namta y Muang Sing tienen además las infraestructuras necesarias para poder contratar un trekking de dos o tres días para acceder a algún poblado akha además de poder visitar el espacio protegido de Nan Ha con una extensión de 2.224 km2 y que contiene algunos de los bosques mas densos del país. Una de las excursiones recomendadas en esta zona es visitar el pequeño poblado khamu de Chaloen Suk y poder pasar una noche alojado con una familia.

Personalmente y aunque uno decida ubicarse en Luang Namtha, recomiendo alquilar una bicicleta y recorrer todos los poblados de los alrededores. Además los 58 km. que separan Luang Namtha de Muang Sing son de una gran belleza y durante las casi 2 horas de recorrido uno puede disfrutar de este entorno singular ( no sé durante cuanto tiempo), ya que existen varios proyectos para encauzar el río Nan Tha ( esto sería una castástrofe natural).

Encaminándonos en dirección sur, pasamos por Oudomxay y llegamos a Pakmong. Desde aquí hay que pillar un 'tuc-tuc' para hacer los últimos 28 km para acceder al aletargado pueblo de Nong Khiaw situado entre impresionantes montañas y a orillas del Nan Ou. La intención de hacer esta parada, no es otra que seguir la recomendación de mi querido amigo Augusto, para descender por el río Ou desde Luang Ngoi Neua hasta Luang Prabang.

Creo que lo mas interesante del viaje, es la primera parte cuando el río va encajonado entre grandes montañas. Además se puede ir viendo la gran actividad que existe en torno al río; justo cuando el Ou desemboca en el Mekong están las cuevas de Pak Ou atestadas de imágenes de buda de todos los tamaños y estilos.

Es verdad, que no se puede negar lo pequeño que uno se siente navegando por uno de los ríos mas impresionantes y caudalosos del mundo. Y navegando, navegando ya hemos llegado a la ciudad de Luang Prabang, rodeada de montañas y situada a 900 metros sobre el nivel del mar en la confluencia de los ríos Nam Khan y Mekong, es la atracción turística mas destacada de Laos.

viernes, 10 de octubre de 2008

Entrevista a Antonio Picazo




Nacido en Albacete, Antonio Picazo se licencia en periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. El 1975 realiza su primer viaje e inicia así una carrera que le lleva a conocer la mayor parte de países y culturas del mundo. Es colaborador habitual en las principales revistas de viajes (Viajes National Geographic, Altair, Lonely Planet Magazine), así como colaborador en prensa, radio y portales de Internet .En 1985 funda de la tertulia de viajes, la cual mantiene sus reuniones semanales todos los martes a partir de las 20.30 en la librería “De Viaje” y a la cual estáis todos invitados. En 1986 recibe el Premio Nacional de Periodismo “Don Quijote” para reportajes de viajes.

Antonio, llevas gran parte de tu vida viajando ¿por qué viajas?

“Antes viajaba para conocer otras gentes, otros pueblos. Después de treinta y tres años de viajes, he comprendido que nunca podré conocer a esas gentes, a esos pueblos. Aunque sigo viajando, y pienso que viajar es bueno, ya no sé por qué lo hago”

Turista o viajero.

“Turista y viajero, lo que nunca seré es trotamundos empedernido, como me denomina la gente sedentaria, no soporto eso de empedernido y menos todavía cuando me llaman “viajero incansable.”

Cuando tienes un proyecto, que prima antes el deseo de escribir o el de viajar.

“Antes me consideraba un viajero que escribía, ahora soy un escritor que viaja”.

Puedes definirme la palabra aventura

“Es poner a prueba nuestra capacidad de adaptación, esa manera de desenvolvernos en ambientes diferentes al nuestro. No es más fuerte el que más resiste, sino el que mejor se adapta.”

De qué escritor te sientes más cercano

De un tal Sebastián, no sé su apellido, es un escritor desconocido que aparece en mi libro “Viaje a las fuentes del Sol”.

Un escritor español de libros de viaje, y otro que no lo sea.

Josep Pla. C. J. Cela. Aunque ambos escribían sobre sus viajes y sobre otros temas.

Cual crees tú que es el mejor libro de viajes. Y el peor.

“Aunque sea de ficción, “El Quijote”. Es el mejor y más verdadero “road movie” que he leído jamás.”
El peor: “Viajes con Rocinante” Un libro que narra la vuelta al mundo en bicicleta de un tipo que es nulo como escritor. “Rocinante era el nombre de la bicicleta”.

Si te dejaran en una isla desierta y solamente te permitieran llevar un libro ¿con cual te quedarías?

“Con un gran libro cuyas numerosas páginas estén todas en blanco.”.

Cuando viajas, haces un diario de viaje

Sí, para mí es imprescindible, el diario es el mayor enemigo de la desmemoria, y eso que los caprichos de los recuerdos que engordan con el tiempo tienen su cosa.”

Lo mejor que te ha pasado viajando y lo peor

Lo mejor: Conocer a mi mujer, fue en Tanzania cuando recorría la Costa Swahili, es la mejor persona que he conocido jamás y, como tanzana auténtica que es, ha llenado de África nuestra casa”.
Lo peor: el ataque que sufrí por parte de nueve delincuentes en pleno centro de Johannesburgo.”

Un lugar para perderse en el mundo

Isla de Mozambique, y cualquier capital de provincia española que todavía conserve el tono provinciano de los años sesenta/setenta.

De todos los lugares que has conocido, ¿A qué lugar volverías ¿y a cual no?

“Entre otros muchos destinos, volvería a Etiopía (aunque ya he estado dos veces) Y no volvería a Australia.”

Un continente

“Hoy por hoy: África” ayer hubiera dicho otra cosa, mañana no sé lo que diré.

Te gusta viajar sólo o con gente

“Aunque a veces he viajado sólo, soy partidario de ir con alguien más.

Imagino que sigues escribiendo ¿cuál será el próximo continente y cuando?

“Ya he terminado, y ahora estoy corrigiendo, mi tercer libro, sobre África.”

¿Qué es lo que nunca falta en tu equipaje?

“Las ganas de regresar a casa.”

Para terminar la entrevista me gustaría que nos dejases una cita

“O te lo dicen, o ya lo sabes, o no te importa” (Proverbio africano)

jueves, 9 de octubre de 2008

Las fuentes del Sol


Cuando Antonio se sienta frente al ordenador y comienza a escribir el mundo puede empezar a temblar; y no me refiero a que haya un seismo en toda la regla, sino que de todos aquellos países por los que transite no van a quedar en el anonimato. En su primer libro “ Un viaje lleno de mundos, nuevas crónicas de la Americana” fruto de sus numerosos viajes por el continente americano ya demostró con grandes dosis de humor, apuntes literarios de cierto nivel y descripciones precisas y preciosas de los lugares visitados, logro adentrarnos en ese continente y desentrañarnos algunos de sus enigmas.

Tengo la suerte de conocerle desde hace más de treinta años. Comenzamos nuestro periplo viajero por esos mundos de Dios allá por el año1976 cuando estudiábamos Periodismo en la Complutense y se llevaban a cabo los viajes de “Paso del Ecuador y Fin de Carrera”. Nos estrenamos viajando a Grecia y Turquía, y posteriormente a India, Nepal y Tailandia. Desde entonces Antonio no ha dejado de recorrer mundo y fruto de ello es el nacimiento de éste su segundo libro “Viaje a las fuentes del Sol”.

Antonio, es de esos viajeros de casta – de los que ya están en peligro de extinción – que viaja a la antigua usanza y que nos relata sin cortapisas ni tapujos todo aquello que va percibiendo su olfato viajero; siempre dice lo que piensa – sin pelos en la lengua- aunque ello pueda generarle algún conflicto, y por lo tanto sus relatos siempre son interesantes pero al mismo tiempo arriesgados, beligerantes, duros cuando tienen que serlo y humorísticos cuando la ocasión lo requiere.

En este recorrido por Asia nos adentramos en Birmania, India, Tíbet, Nepal, Mustang Bután y una incursión en Calcuta. A través de las 259 páginas de este libro, nos vamos a encontrar con situaciones de lo más hilarantes.
Desde el primer párrafo, el lector va a quedar impactado ya que Antonio tiene que viajar en tren acompañado de unos presos birmanos con toda una ferretería de clausura, pero también nos encontraremos con sacerdotes corruptos, con la doble cara del clero budista y con ese duelo con la ciudad de Calcuta que al final acaba ganando, aunque a veces le duelan los centros.

También hay que agradecerle que nos recuerde que el idioma español es rico en palabras que por desgracia no es fácil encontrar en los libros; me estoy refiriendo a algunas que él nos refresca en su libro: entendederas, desgalichado, corvejones, miriñaque.

Cuando Antonio se pone poético hay que relajarse y disfrutar. Solamente voy a mencionar algunas de estas citas: refiriéndose al sol dice “ irradiaba tantas llamas como números todavía no han hallado las matemáticas”; o esa otra cuando está visitando el mítico hotel Strand en Yangon “en cualquier momento, comenzará una conspiración de puertas prontas para destripar el pretérito imperfecto” y una más para finalizar cuando va en dirección a Jodhpur y con 49º “en este momento vuelvo a tener la cabeza tan insatisfecha como las argollas de un columpio.

No podía dejar de mencionar en esta reseña a “Sebastián” que aparece en muchas situaciones intentando mantener el control de calidad del código viajero.

Para terminar agradecer a Antonio los magníficos momentos que he pasado con la lectura de éste libro que he terminado de leer en Laos intentando buscar las fuentes del sol – que yo tampoco he encontrado- y animar a todas las personas que lean esta reseña a comprar el libro y que disfruten con este relato que nos adentra en tierras asiáticas. Ahhhhhhhhhhhhhhh, se me olvidaban dos cosas

la primera: que visiteis el blog Libros y viajes para saber ´más del libro de Antonio, y

la segunda y más importante: que estáis todos invitados a la presentación del libro que será el próximo jueves día 16 a las 20 horas en Libros De Viaje, Serrano 41 y que contará con la presencia de Javier Moro. Os esperamos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mi último viaje: Laos

Acabo de regresar de viaje. Este año ha tocado el Sudeste Asiático y concretamente LAOS. Es el único país de esta zona que me quedaba por visitar y al final lo elegí entre las diferentes opciones que tenía. Creo que ahora que lo tengo fresco, puedo iniciar mi blog hablando de este lugar.

Quiero comenzar puntualizando, que cuando me han preguntado ¿qué tal por Laos? y yo he respondido algo así como “normalito”, he de decir en honor a la verdad, que me ha parecido un poco pedante por mi parte dar esta respuesta. En realidad y para cualquier persona que vaya allí y sea la primera vez que viaja al Sudeste Asiático le parecerá un país fascinante.

También tengo que puntualizar, que cuando un viajero (como es mi caso) ha viajado a muchos lugares diferentes la capacidad de sorpresa es cada vez menor. Y dicho esto, también puedo decir, que Laos es uno de esos destinos que reciben muy pocos turistas en comparación con otros países limítrofes (Vietnam, Tailandia, etc) y por tanto la gente se comporta de manera más natural y es más auténtico.

Hay que saber que Laos es el paraíso de la tranquilidad y por tanto si alguno de vosotros habéis pensado en ir, es un lugar para descansar, ir sin prisas, disfrutar y relajarse. Aparentemente, nada inquieta a los laosianos y podría decir que el lema nacional es “baw pen nyang” o lo que es lo mismo “no se preocupe”. Ellos suelen decir que trabajar mucho es malo para el cerebro y sienten lástima de las personas que piensan demasiado.

Existen diferentes maneras de organizar el viaje. Sabéis que me gusta viajar a mi aire y, si puedo, improvisar. Lo mejor para mí es sacar un billete de avión a Bangkok y desde allí moverse en autobús, tren o avión (coger un vuelo directo a Vientiane). La elección dependerá del número de días de vacaciones que dispongamos y de si queremos visitar un solo país o varios. Mi recomendación es dedicar las vacaciones (3 ó 4 semanas) a uno sólo y disfrutar de él tranquilamente. En el caso de Laos, es una buena opción acabar en el Sur y dedicar los últimos días a visitar los templos de Angkor, en Camboya (una maravilla).

En mi caso, viajé con Thai en vuelo directo desde Madrid a Bangkok y aquí enlacé con otro vuelo de Air-Asia a Chian Rai (norte de Tailandia); a partir de aquí transporte terrestre (bus) hasta la frontera Chiang-Khong. Esta es la última ciudad en Tailandia y a partir de aquí, hay que cruzar el Nam Kong (o lo que es lo mismo el gran Mekong) y llegar a Houayxay (primera ciudad en Laos) y efectuar los trámites aduaneros (sellar el pasaporte y hacer el visado a razón de 35 $).
Así de fácil ya estamos en Laos. A partir de este lugar se puede plantear el viaje de diferentes maneras:

1.- Se puede navegar por el Mekong contracorriente hasta Xiang Kok y desde allí en autobús hasta Luang Nantha.
2.- Navegar hacia Luang Prabang directamente en dos días con parada en Pakbeng y pasando del norte.
3.- Desplazarse hacia el norte cogiendo un autobús en Houayxay directamente a Luang Namtha y desde allí ir recorriendo el país viajando hacia el sur

Yo elegí la 3ª, pues era mi interés visitar la zona norte y llegar a Muang Sing para después empezar a bajar en dirección a Luang Prabang, Vang-Vieng , Vientiane y desde aquí directamente hacia Pakse –capital de Champasak- para finalizar el viaje en el relajante archipiélago de Si Phan Don (cuatro mil islas).

Seguiremos hablando del tema en los próximos días.

martes, 7 de octubre de 2008

Mi bienvenida

Hola a todos/as, inicio este blog para estar más cerca de todos los amigos. Es un proyecto totalmente novedoso para mí, pero entiendo que en la época de la tecnología , uno no puede permanecer al margen de los nuevos canales de información , aunque tengo que deciros que hasta estos momentos era una persona ajena a las nuevas formas de comunicación. A los que ya me conocéis, solamente deciros que a partir de ahora podremos estar permanentemente en contacto, y a los que a partir de ahora queráis participar de esta nueva iniciativa os aseguro que no os vais a aburrir.

A través de este nuevo blog, voy a intentar mostraros una manera diferente de viajar, quizás un tanto atípica y un poco mas arriesgada, pero en cualquier caso interesante, atractiva y muy dinámica.

Lo que os propongo, es haceros viajar conmigo, dando consejos y recomendaciones y además contando historias, aventuras y anécdotas.

Pretendo contar en primera persona todos aquellos viajes que resulten interesantes y atractivos para que, todos los que lo deseéis, podáis tener a la hora de planificar vuestras vacaciones, nuevas propuestas a los diversos lugares del mundo.

Durante más de diez años, he sido la cara de De Viaje en la multitud de presentaciones que se han llevado a cabo en nuestro salón de actos, pero a partir de ahora y para haceros más agradable y cómoda la librería, nos hemos visto obligados a dedicar este espacio para uso y disfrute de los que venís a ella y por ello nos vamos a volcar en Internet. También voy a seguir colaborando en el programa de COPE “La gran manzana” todos los miércoles dedicado al mundo del viaje, y mediante el cual intento dar ideas y pautas necesarias para todas aquellas personas que quieran viajar a países un poco mas allá de los destinos clásicos.

En definitiva, espero que este blog os guste y que a través de él podamos mantener un contacto virtual, pero no por ello menos ágil e intenso.

Este es mi mensaje de bienvenida. Mañana, si os parece, empezaré a contaros mi último viaje: a Laos.