jueves, 23 de octubre de 2008

Hacia Si Phan Don (cuatro mil islas)

Ahhhhh, se me olvidaba hacer una pequeña aclaración, y es que los que hayais leído las anteriores entregas de Laos os habreis preguntado lo que es un Wat , pues solamente deciros que es un monasterio budista. Aclarado queda y perdón por el desliz.

Desde Vientiane, para desplazarse hacia Pakse caben dos posibilidades; avión o bus. Yo opté por coger un autobús pero con litera y nocturno. Esto te permite salir de Vientiane a las 20.30 de la tarde y llegar a las 6.30 de la mañana con lo cual te ahorras una noche de hotel. El viaje resulta cómodo y además y aunque parezca mentira se puede dormir.

Pakse, es el punto de partida para visitar la provincia de Champasak -antiguo asentamiento de la realeza- y llegar hasta el archipiélago de Si Phan Don (cuatro mil islas), pero en realidad no merece la pena y los pocos turistas que llegan aquí tienen como objetivo la visita de las ruinas del Wat Phu Champasak situadas a 8 km de la ciudad en dirección sudoeste y a unos 50 km. de Pakse, o establecer la base de operaciones para viajar hacia la meseta del Bolaven

Si llegamos en el autobús nocturno de Vientiane, lo mejor en coger un sawngthaew (dos filas) hasta la estación sur y desde aquí otro mas hasta Ban Luang, ya que llegados a este punto hay que cruzar el Mekong para llegar a Champasak ; desde aquí se puede alquilar una bicicleta para llegar a las puertas del Wat Phu.

Este complejo declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 2001, es un lugar especial, rodeado de una espesa vegetación y con unas bonitas vistas desde el nivel superior; pero su grandeza reside en las ruinas de los pabellones – en el primer nivel -, en el ornamentado santuario dedicado al limgam de Siva , en las enigmáticas piedras del elefante y el cocodrilo y en la tremenda altura de sus árboles que hacen del entorno un lugar casi místico. El yacimiento está dividido es seis terrazas situadas sobre tres niveles principales unidos por un largo tramo de escaleras – algunos bastante pronunciado – y flanqueados por estatuas de leones y nagas. Si ya conoceis los templos de Angkor en Camboya no os resultará demasiado llamativo pero aún siendo así el entorno merece la visita. Podemos alojarnos aquí – aunque no hay buenos hoteles- y hacer una excursión a la isla de Don Daeng en donde parece no haber transcurrido el tiempo. El Wat Phu se puede recorrer tranquilamente en 2 ó 3 horas y si no queremos pernoctar aquí, podemos continuar el viaje para llegar a dormir a Don Khong. Para ello debemos utilizar un transporte hasta el muelle, cruzar en una barca el Mekong, de nuevo otro transporte mas para llegar al cruce de la carretera 13 y aquí sentarse tranquilamente a esperar otro sawngthaew que nos lleve hasta el cruce de Hatsay Khoun, desde aquí mochila al hombro y a caminar 500 metros hasta el embarcadero y de nuevo otro barco para llegar Muang Khong ( isla de Khong) .Así de facilito, estamos en Laos.
Esta isla en medio del Mekong incita a relajarse y disfrutar, y la mejor manera de hacerlo, es alquilándose una bicicleta y recorrerla. La vida en esta isla de 18 km. de largo por 8 de ancho, transcurre tremendamente despacio y aunque LP, dice que es difícil ser molestado por el ruido de algún coche, en la actualidad ya hay mas motos y coches que los que dice la guía –son cosas del progreso. Aún así es una isla pintoresca, llena de arrozales y salpicada de pequeñas aldeas lo que te permite ir parando para disfrutar del paisaje. En los días de mi estancia aquí, ha coincidido que estaban ya en plena campaña de recogida del arroz y era muy gratificante ver como toda la familia colaboraba en las labores del campo. Sentarse en una terraza a orillas del río, también es otra experiencia muy gratificante. Solamente una advertencia, en temporada baja no os descuideis para ir a cenar, pues es muy probable que a las 7 de la tarde ya esté todo cerrado.
Para llegar a las islas de Don Det y Don Khon lo mejor es coger el barco que todos los días sale a las 8.30 de la mañana – hora laosiana – y que aproximadamente en dos horas de navegación nos dejara en el embarcadero.
Estas islas constituían un enclave importante para que la línea que unía Saigón (Vietnam) y Laos pudiera repostar durante la época colonial francesa. Para ello los franceses construyeron un ferrocarril de vía estrecha en ambas islas para poder salvar los rápidos del Mekong , además de unos muelles de carga. Pequeñas locomotoras tiraban de la carga y aún hoy en día se pueden ver los restos de las vías, los muelles y una locomotora abandonada en medio de los arrozales. Como en el resto de las islas, la vida transcurre con tranquilidad y sin prisas. También es importante señalar que a este lugar todavía no ha llegado la electricidad y solo a partir de las 18 horas funcionan algunos generadores. Lo normal es acostarse tempranito – salvo que nos queramos ir de marcha a Don Det que es donde se encuentran los chiringuitos o que necesitemos una cura de sueño – y madrugar al día siguiente para aprovechar el día, alquilar una bicicleta o liarse a caminar; se puede hacer una caminata de cinco kilómetros, para llegar a la aldea de Ban Hang Khon siguiendo la antigua vía férrea y de camino visitar pequeñas aldeas, bosques primarios, y arrozales hasta llegar a la punta donde se encuentra el muelle de carga francés frente a la frontera camboyana y en donde es posible contratar los servicios de una barca para ver delfines del Irawadi una de las criaturas mas fascinantes del Mekong y que se encuentra en peligro de extinción. De vuelta hasta el pueblo podemos parar en la playa del Mekong (e inclusive darnos un bañito) que está nada mas pasar las cascadas de Li Phi – el espíritu atrapado-. Este conjunto de rápidos cuyo ruido se escucha desde muy lejos es para los habitantes de la isla una trampa para los malos espíritus y por lo tanto ellos jamás se bañan allí. Cerca de las cascadas, hay algún puestecito para poder tomar un refrescante coconut, comer unos plátanos o un pescadito asado. Si lo que queremos es llegar al pueblo y relajarnos en una terracita al lado del río, podemos elegir el Seng Ahloune Restaurant en donde podremos degustar un delicioso pescado asado con patatas fritas en un bonito entorno muy cerca del puente. También quiero comentaros que aunque aquí no hay buenos hoteles – si exceptuamos el Auberge Sala Don Khone que es un antiguo hospital de la época francesa y que en estos momentos se halla en pleno proceso de remodelación – son recomendables el Pan`s Guesthouse y los seis bungalows que tiene el Seng Ahloune justo encima del río con unas magníficas vistas y a un precio razonable ( 70.000 kits o 6 euros ). Para finalizar este viaje, si tienes que desplazarte a Bangkok para enlazar con tu vuelo a España, lo mejor es ir desde Pakse hasta Ubor Ratchathani ( ya en Tailandia) y desde aquí enlazar en avión o en tren con Bangkok. ¡Ojo! Si te encuentras en Don Khon y pretendes llegar a Ubor Ratchathani en el día, tómate tu tiempo, ya que se tarda en llegar al menos 7 horas.
Mañana os contaré las diferentes opciones para desplazarse hacia Siem Reap (Camboya) para visitar los templos de Angkor.

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