martes, 11 de agosto de 2009

Caixa Forum. Camboya. Tierra de esperanza

Durante todo el año, en Madrid se celebran multitud de actos, presentaciones, tertulias, exposiciones, etc, pero unas veces debido a la falta de tiempo libre y otras por aquello de “ya lo veré” que aun faltan muchos días para que finalice, nos suele ocurrir que al final dejamos pasar la oportunidad de disfrutar de verdaderas obras de arte; ahora que estamos en verano y es posible que disfrutemos de nuestras merecidas vacaciones sin salir de Madrid, es un buen momento de ver aquello que durante el resto del año no hemos podido; en mi caso he aprovechado el pasado fin de semana, en que venía a Madrid una amiga para acercarme a CaixaForum Madrid (Paseo del Prado,36) y matar dos pájaros de un tiro; me explicaré: de la gran cantidad de actividades que genera este nuevo y estupendo centro cultural hay en estos momentos dos exposiciones muy recomendables: Una de ellas, “Los mundos del Islam” reúne una selección de 180 obras maestras de la colección del futuro Aga Khan Museo que se construirá próximamente en Toronto y que es una de las más importantes del mundo; esta exposición sigue el itinerario de los viajeros, que durante siglos emprendieron el trayecto de Córdoba a Oriente Próximo y a través de ella podemos viajar desde Al-Andalus al Magreb y desde Irán a la India. En el recorrido por la misma que aconsejo hacer con tranquilidad, podemos admirar multitud de cuadros, joyas, capiteles, cerámica, manuscritos, etc de un gran valor, además de poder disfrutar de un audiovisual que nos ofrece la ubicación de las principales mezquitas (de los Omeya en Damasco, Córdoba, Istambul, etc) o monumentos funerarios como es el caso del Taj Majal. Esta exposición permanecerá expuesta hasta el próximo 6 de septiembre.

La segunda exposición a la que me refiero y que permanecerá hasta el 6 de octubre es “Camboya tierra de esperanza” de Gervasio Sanchez. Gervasio ha viajado por todo el mundo y ha fotografiado las terribles consecuencias que ocasionan en las personas la explosión de las minas antipersonales. A través de las fotografías de esta exposición nos acercamos a Camboya, este pequeño país del Sudeste Asiático que quedó marcado por la tragedia después de más de tres dècadas de conflicto y en la que murieron millones de personas. Además Camboya tiene más del 40% de su territorio afectado por las minas y esto afecta a su desarrollo, pues esto no les permite extender la superficie para cultivar más arroz que es el alimento básico del 80% de los camboyanos. En la exposición podemos ver la gran labor que está haciendo el obispo español Kike Figaredo tratando de paliar mediante prótesis de madera y sillas de tres ruedas(modelo Mekong) la gran cantidad de personas a las que les faltan sus brazos o sus piernas; también podemos admirar esa maravilla que son los templos de Angkor en Siem Reap, descubiertos por el naturalista francés Henry Mouhot cuando iba detrás de una mariposa; sus cultivos de arroz o la recuperación de su cultura y tradiciones borradas del mapa por la crueldad del régimen del sanguinario Pol Pot es otra de las facetas que se pueden contemplar. Al hilo de esta exposición se me ocurre recomendaros un libro escrito por el periodista Vicente Romero cuyo título “Pol Pot, el último verdugo” y en donde nos narra las tremendas atrocidades cometidas por los jemeres rojos.

Creo que a todos los viajeros os gustará, y solamente me queda animaros a que os acerquéis a disfrutar de esta exposición que permanecerá hasta el 18 de octubre y puede que después de visitarla os entre el gusanillo de visitar este interesante país.

viernes, 7 de agosto de 2009

Carlos Soria conquista el G I

El pasado 19 de junio partía del aeropuerto de Barajas una nueva expedición compuesta por once miembros camino de los Himalayas con la firme intención de conquistar las cimas del Gashembrun I (8068 metros) y del Gashembrun II (8036 metros). En esta expedición estaba el montañero madrileño Carlos Soria que junto con la aragonesa Marta Alejandre iban a intentar conquistar el GI ya que Carlos ya tenía el la buchaca el G II desde el año 94 e intentaba hollar su noveno ocho mil para acercarse a esa meta que se ha propuesto de ser el primer montañero con mas de 70 años en conseguir los catorce ochomiles hasta el 2013. La expedición de este año, quizás haya sido una de las más complicadas y difíciles de todas las realizadas por Carlos y principalmente debido al mal tiempo. Como todos sabéis, yo soy un gran admirador de Carlos Soria tanto en el aspecto personal, como en el deportivo y me he propuesto hacerle un seguimiento a través del programa de viajes de la Cadena COPE “La gran manzana” siempre que Carlos esté en alguna de sus expediciones hasta conseguir su objetivo, ya que pienso que es el mejor montañero español y el menos valorado a pesar de su currículo. Desde los primeros días en que tuve la oportunidad de hablar con él la situación era bastante complicada principalmente debido a las adversas condiciones climatológicas y sobre todo al fuerte viento. Carlos siempre está pendiente de los partes meteorológicos que le proporciona su amigo Juan Guerra a través de Lalo y en esta ocasión han sido muchos los días en que no ha podido abandonar la tienda del campo base, y tan sólo alguna intentona hasta el campo I y el II, para volver de nuevo a la seguridad del campo base. En cada conexión con Carlos las esperanzas de hacer cumbre eran escasas, pero había que estar allí y esperar que el tiempo mejorara para intentarlo. Además la moral estaba un poco baja, ya que el pasado 18 de Julio desapareció camino del G II el montañero alcoyano Luis María Barbero que compartía permiso con Carlos y al que se le da por desaparecido. Con todos estos componentes, lo más fácil, hubiera sido abandonar, pero Carlos, Marta y el resto de los expedicionarios decidieron permanecer alerta por si surgía la oportunidad, ya que contaban con permiso hasta el seis de Agosto; y la espera tuvo su recompensa ya que aprovechando un cambio en el tiempo y enganchándose al potente equipo de la coreana Oh Eun-Sum ( que con este ya lleva 13) el pasado 3 de agosto a las 13 horas( de Pakistán) conseguían hacer cumbre Carlos, Marta, Oscar, Unai y Arkaitz. Según me comentó Carlos el pasado miércoles 5 de agosto, ya en la seguridad del campo base, aunque roto por el esfuerzo realizado y muy cansado, pero sumamente feliz, la ascensión fue muy dura, no pudiendo ingerir alimentos, y con vientos de más de 50 km ha sido toda una proeza llegar arriba. Ni tan siquiera pudieron ponerse de pié y tan sólo permanecieron unos minutos en la cima. También en esta ocasión, la polémica está servida, pues en el diario deportivo Marca del día 5 se publicaba una noticia firmada por Guillermo del Palacio en la que el mánager de Edurne Pasabán ,Ignacio Delgado pone en duda que la coreana haya llegado a la cumbre, pues(según él) no existen pruebas de la hazaña. Quizás a partir del día 16, en que Carlos llegará a Madrid se puedan aportar pruebas para demostrar todo lo contrario; además tengo que decir que aunque no existieran pruebas de ese instante, para mí la prueba más contundente es que mi amigo Carlos Soria estaba allí y eso va a misa. Solamente me queda el daros la enhorabuena a todos y en especial a Carlos Soria por haber conseguido su noveno ocho mil. Animo y a por el décimo.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Adiós Rumanía

Bucarest, como todos sabéis es la capital de Rumanía y aunque no tiene comparación con otras ciudades europeas, sí merece la pena al menos dedicarle un día. De entrada, nos puede parecer una ciudad fea y poco atractiva, pues es verdad que cuando uno pasea por sus calles y observa los miles de cables colgando por las fachadas y cruzando de un lado a otro de las calle, podemos pensar que es un desastre, pero a medida que nos adentramos en su casco antiguo podemos apreciar que tiene gran cantidad de edificios atractivos mezclados en alguno de los casos con los nuevos edificios de líneas modernas y de cristal. También se pueden ver todavía, las tropelías cometidas en la época de Ceaucescu y que tiene como buque insignia el descomunal edificio del parlamento en el Boulevard Uniri. En esta calle de mas de 4 km de longitud y 120 de anchura, Ceaucescu hizo derribar todas las casas para construir edificios monumentales como símbolo del renacimiento de la arquitectura rumana; la consecuencia de todo esto y es una cosa que me llamó poderosamente la atención desde que llegué a Rumanía, es que por las calles se ve una gran cantidad de perros abandonados y la explicación la tenemos en esta operación llevada a cabo por el dictador, ya que esta zona estaba poblada por casitas bajas con jardines; al derruir estas casas, a sus dueños les ofrecieron un pequeño apartamento en donde no tenían cabida los perros y por ello sus dueños no tuvieron otro remedio que abandonarlos. Pero quizás uno de los puntos más emblemáticos para todos los rumanos, sea la Plaza de la Revolución, ya que en este lugar se iniciaron los enfrentamientos que provocaron la caída del régimen de Ceaucescu en el año 1989; en esta plaza está el monumento a los Caídos frente al antiguo edificio del Senado que fue sede del comité central del partido comunista y desde comenzó la breve fuga de Nicolae y Elena Ceaucescu que dejaron el edificio en helicóptero el 22 de diciembre a las 22 horas. Otro de los edificios que me llamó poderosamente la atención es la antigua sede de la Securitate (la temida policía politica); se trata de un palacete que quedo semidestruido y que se ha restaurado y hoy se puede ver coronado por una moderna estructura de vidrio. En otra de sus calles principales (Victoriei) podemos ver los edificios de la Caja de Ahorros en el nº 13, la antigua sede central de Correos en el nº 12, el museo nacional de Historia, el Círculo Militar y el teatro Constantin Tanase entre otros. Para los interesados por el arte, pueden visitar el Museo Nacional de Arte de Rumanía con una colección de más de 70000 obras. El casco antiguo ( ahora con las calles levantadas) se concentra en torno a la peatonal calle Lipscani a la que se considera el centro de la antigua Bucarest; por esta zona podemos ver palacios del siglo XIX (derruidos o en muy mal estado) , tiendecitas pequeñas y pequeñas callejuelas que evocan al pasado y a los nombres de antiguos oficios artesanos; por ejemplo Lipscani era la calle de los comerciantes de Transilvania; Selari la de los guarnicioneros; Gabroveni la de los comerciantes de telas y Covaci antes de los tapiceros y ahora de los chamarileros; también destaca el edificio de estilo neoclásico de la Banca Nacional y la iglesia de Sfantul Nicolae. Creo que esta zona, si merece la pena recorrerla con tranquilidad a pesar de las incomodidades de las obras. Bucarest es una ciudad demasiado grande para recorrerla a pié, pero si os aconsejo que os desplacéis hacia la salida de la ciudad y en dirección hacia el aeropuerto en donde podéis contemplar el gran arco del triunfo erigido en 1922 en conmemoración de la victoria en la Primera Guerra Mundial y justo al lado el gran complejo de lagos y parques que se pueden recorrer a pié y que es uno de los mas importantes centros de ocio de todos los habitantes de Bucarest.
Bueno, creo que con esto doy por concluido mi viaje por Rumanía, esperando que todos aquellos que visitéis este blog podáis disfrutar tanto como yo he disfrutado, y animándoos a que visitéis este maravilloso país antes de que sea demasiado tarde. También deciros, que cualquier consulta o sugerencia que necesitéis estaré encantado de poderos responder a través de esta página.