martes, 24 de marzo de 2009

Las Merindades II

Si desde Valdenoceda decidimos hacer una segunda ruta, cogeríamos la N-232 con dirección Logroño para a pocos kilómetros parar primero en Quintana de Valdivieso para ver su decimonónico colegio de Huérfanos, la casa de los Huidobro, el renacentista palacio fortificado de los San Martín y la torre de Loja; un poco más adelante y a la derecha nos desviamos hacia El Almiñé y ver la iglesia románica de San Nicolás con su torre cuadrada y sus cuatro ventanas en cada uno de sus lados; justo en el lateral hay un antiguo potro de herrar y enfrente una antigua casona señorial adornada con su escudo nobiliario. Si retrocedemos el camino y cruzamos al otro lado de la carretera, nada más pasar el río por el más antiguo de los puentes de toda la zona, llegamos a Puente Arenas en donde una pista de cemento nos lleva a San Pedro de Tejeda, una de las iglesias románicas mejor conservadas y más interesantes de todo el románico español; es una pena que todo el recinto este vallado, ya que se encuentra dentro de una propiedad particular. Existe un cartel con los diferentes horarios de visita en función de los meses. Cuando yo llegué estaba cerrada y para poder hacer alguna foto tuve que rodear la valla hasta encontrar un lugar para poder entrar. Continuando por la carretera a este lado del río pasamos por Quecedo ( capital de la Merindad de Valdivieso), Arroyo, Valhermosa, Hoz de Valdivieso( palacio de estilo herreriano) y ¡ojo! pues desde este pueblo sale un desvío que a través de una espectacular garganta llega a Tártales de los Montes; la distancia hasta este pueblo es de 1700 metros y se puede hacer en coche o andando; antes de llegar al túnel excavado en la roca y después de un duro repecho, hay un mirador desde donde se puede ver una bonita cascada y también se puede observar como subían las caballerías desafiando todas las leyes de la gravedad. Continuando llegamos al embalse de Cereceda y cruzando el puente y antes de llegar a la carretera general disfrutaremos de unos kilómetros de encajonamiento entre el río y la montaña. En el cruce siguiente y tras tomar la N-629 en dirección a Trespaderne entraremos de lleno en el impresionante desfiladero de La Horadada en donde la carretera va hundida entre dos paredes de rocas. Desde este pueblo y por la BU-530 vamos camino del desvío para llegar a uno de los pueblos más visitados de la provincia de Burgos; me estoy refiriendo a Frías. Antes de llegar podemos parar en el puente medieval en donde destaca la torre defensiva levantada en el siglo XIV para el cobro de los derechos de paso y desde donde ya se puede divisar al fondo y en lo alto la torre del homenaje de su castillo en un lado y la iglesia de San Vicente en el otro. Una vez dentro de su casco urbano se observa su trazado medieval, en donde se conserva todavía la construcción con entramado de madera. Asomándose a alguno de sus miradores tendremos las mejores vistas de todo el valle de Tobalina. Desde aquí, si desandamos el camino hasta el cruce podemos acabar este recorrido en la coqueta localidad de Oña a orillas del río Oca en donde no debemos dejar de visitar la iglesia de San Salvador. En su interior se encuentra el Primer Panteón Real de Castilla, el fresco de Santa María Egipciaca y la Capilla Mayor, además de un claustro gótico obra de Simón de Colonia. Por sus estrechas calles aún se respira ese ambiente medieval y es sumamente agradable sentarse en la plaza a tomar un cafecito si tenemos de fondo todo el conjunto formado por la iglesia y el monasterio. Por los alrededores se pueden efectuar caminatas por el abrupto desfiladero que discurre entre la vía del tren y la carretera.

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