martes, 10 de marzo de 2009

Uzbekistán. La perla de Oriente

Todos hemos soñado en alguna ocasión, poder contemplar in situ esos lugares míticos que recorrió Marco Polo y que quedaron reflejados en el famoso “Libro de las maravillas” y yo no iba a quedarme al margen, así que justamente hace un año y aprovechando que se celebraba Fitur empecé a recopilar información para viajar a Uzbekistán y poder visitar tres de las ciudades reseñadas en ese libro; me estoy refiriendo a Samarcanda, Bujara y Khiva. Solamente imaginar poder estar sentado el la famosa plaza del Registan de Samarcanda, contemplando sus tres medersas (Ulughbek, Sher Dor y Tilla-Kari) con sus cúpulas y arcos revestidos de azulejos de color azul turquesa y sus imponentes alminares lanzados al cielo, ya me excitaba demasiado como para dejar pasar más tiempo y empecé a planificar inmediatamente este viaje. Cuando comienzas los preparativos, te das cuenta que a veces viajar a ciertos países supone el encontrarte con un montón de trabas, pero puede más el ansia y la cabezonería que todos los problemas del mundo. El primer problema a resolver es el tema del visado y como entonces Uzbekistán no tenía embajada en España, hubo que enviar los pasaportes a París para obtener dicho visado y esto se demoró casi un mes; el segundo problema era que en este país los extranjeros no pueden conducir con lo cual había que alquilar un coche con conductor, y el tercer problema era que en Uzbekistán no hablan inglés y había que entenderse en ruso o en uzbeco. Yo tuve la suerte de conocer en Fitur a Temur Khaitov , director de una agencia de viajes y me sorprendió que hablara perfectamente el castellano (ya os contaré porqué). Bueno, pues de esta manera comienzo a fraguar el viaje a Uzbekistán.

Antes de entrar en materia, si me gustaría hablar un personaje “Ruy Gonzalez de Clavijo” y de su rocambolesca historia, pues fué enviado a principios del siglo XV por Enrique III de Castilla a Samarcanda como embajador ante el gran Tamerlán para sellar con él una alianza contra los turcos que amenazaban Europa; fruto de aquel viaje se publicó un magnífico libro titulado “Embajada a Tamerlán” en el que se relatan todos los pormenores de esa gran aventura que duró tres años y que merecería un mayor reconocimiento por parte de las autoridades que el simple hecho de tener una placa en la plaza de la Paja de Madrid, en la que reza: “Aquí estaban la casas de Ruy Gonzalez de Clavijo, Embajador de Castilla ante el gran Tamerlán, 1403-1406. En cualquiera de los casos os recomiendo que leáis este auténtico libro de viajes que inaguró este género de literatura tanto si tenéis intención de viajar a Uzbekistán como si no.

Pero creo, que lo primero que debo hacer es ubicar este país en el mapa y contaros algo sobre él, ya que cuando dije que iba a viajar allí mucha gente ponía cara de extrañeza y rápidamente preguntaba ¿a dónde has dicho que vas?

Durante siglos integrada en el imperio persa, Uzbekistán está ubicada en Asia Central y tiene como vecinos al norte a Kazajistán, al sur a Afganistán, al noreste con Kirguistán, al sureste con Tayikistán y al suroeste con Turkmenistán. Es república independiente desde septiembre de 1991 y está gobernada con mano de hierro por un tal Karimov. La mayoría de sus habitantes son uzbecos, pero también existen minorías étnicas de rusos, tajikos, kazakos, karakalpakos, tártaros y otras. La capital es Tashkent y es la ciudad más grande de toda Asia Central y como tal será nuestro punto de llegada y de partida.

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