miércoles, 27 de octubre de 2010

Impactante Chennai

El primer impacto de nuestra llegada a Chennai, es el calor sofocante y la gran cantidad de gente que ya a esas horas hay en la calle, pues no les dejan entrar al recinto del aeropuerto; con la incertidumbre de saber si nos estarán esperando, rápidamente vemos un cartel de la empresa Moksha y nos dirigimos con nuestro equipaje hasta el lugar en donde nos espera Rajesh; la bienvenida se produce al estilo indio, y no es otra que poniéndonos un collar de flores en nuestro cuello y pronunciando la frase ¡ namasté ¡. Después de las presentaciones, y en el mismo aparcamiento, desplegamos nuestro mapa y planificamos nuestra primera parte del recorrido que en doce días nos llevará hasta Cochín; el precio fijado por estos doce primeros días será diferente al resto, si decidimos continuar con el coche, pero para esto nos quedan todavía doce días; además Rajesh no quiere que le paguemos nada y quedamos en vernos en unos días en Mamallapuram. Como aún son las cuatro de la mañana y hemos quedado con nuestra amiga - que viaja desde Luanda – a las ocho de la mañana en el hotel Regent, Rajesth nos propone visitar el Mercado de Flores y verduras, la gran playa de Chennay y la catedral de Santo Tomás, antes de recoger a Rosa e ir a desayunar a la terracita del hotel Saravana Vhavan - muy animada por familias de aquí - y en donde tenemos nuestro primer contacto con la gastronomía india. El recorrido hasta el mercado es rápido - pues a estas horas de la mañana no hay muchos tráfico, cosa que cambiará radicalmente unas horas más tarde, como tendremos oportunidad de comprobar – y la actividad dentro del mercado es frenética, pues las flores están presentes en todas las facetas en la vida cotidiana de los indios y a este mercado acuden los minoristas para comprar mas barato y vender en los cientos de puestos callejeros que existen; me llama poderosamente la atención el gran colorido de las muchas especies de flores que iluminan con luces para resaltar su colorido, y la amabilidad de la gente que no sólo no se molesta porque hagamos fotos, sino que nos incitan y posan para que nos hagamos fotos con ellos, además, como podéis imaginar a estas horas de la mañana solamente hay cuatro blancos pululando por el mercado y esto para ellos es toda una novedad. Después nos acercamos a la playa de la Marina – que guarda un triste recuerdo del tsunami del año 2004 en donde el mar se tragó a más de 200 personas -, en donde podemos observar: a mucha gente haciendo yoga, otros paseando, algunos durmiendo en la arena, al fondo una gran cantidad de barcos y redes de pesca y otro grupo ayuda a sacar del agua una barca que acaba de llegar a la playa; aunque estamos bastante cansados -pues prácticamente llevamos 24 horas sin dormir – intentamos relajarnos y disfrutar de estas primeras horas en la India; después hacemos una visita rápida a la basílica de Santo Tomás construida por los portugueses en 1504 y reconstruida en 1893, y en donde se cree que se encuentran los restos del apóstol, cuando supuestamente llegó al sur de la India a mediados del siglo I d.C.. Existen algunos templos hindúes de cierto interés pero como nosotros visitaremos los cinco más importantes de la religión hindú en nuestro recorrido por Tamil Nadú, decidimos dar por concluida nuestra rápida visita a Chennai y trasladarnos directamente a Tirupati, situada hacia el Norte a 130 km de distancia y unas 4 horas en coche.

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