En la entrada anterior, y cuando caminaba por la Churchil Av. me viene a la memoria un incidente ocurrido en el año 2001, que estuvo a punto de costarme demasiado caro; paseaba yo tranquilamente por esta gran avenida con mi cámara de fotos en la mano, cuando observé un tremendo cartel del atleta Haile Gebreselassie anunciando una marca de refrescos, y me dispuse a disparar una foto de recuerdo, pero cual no fue mi sorpresa que cuando bajé mi cámara, me encontré rodeado por un grupo de militares que con su metralleta en mano me apuntaban; os podéis imaginar que por momentos me quedé paralizado, pues no podía imaginar que por hacer una fotografía a un cartel publicitario hubiera cometido un delito; después de un buen rato que se me hizo interminable, traté de explicarles que para mí este atleta era mi ídolo, pues yo también era corredor de maratón y que esa era mi intención; me acusaban, pues creían que estaba haciendo fotos al edificio que estaba justo delante del cartel y que no era otro que el Ministerio de la Guerra. Todo quedó en un tremendo susto, aunque posteriormente me enteré que por el mismo motivo a un turista italiano le quitaron su cámara y estuvo unos días detenido. Está claro que en Africa no se pueden tener ídolos pues te puede costar muy caro.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
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