viernes, 19 de noviembre de 2010

La leyenda de Ekambareshvara.

   

Al fondo el árbol de mango
Pero antes de visitar este templo, no quiero dejaros con la intriga de la leyenda de donde le viene el nombre de “el señor del árbol del mango” al templo de Ekambareshvara: Cuentan, que en cierta ocasión la diosa Parvati estaba de muy buen humor, pero no así su esposo Shiva y para provocarle, se acercó de puntillas por detrás y le tapó los ojos con sus manos; lo que ella ignoraba, era que al cerrarse los ojos del gran dios iba a desaparecer la luz en el mundo y que la oscuridad resultante iba a causar el pánico en todas las partes; con suma preocupación, Shiva se desprendió de sus manos bruscamente y tan enfurecido se puso por su comportamiento que al momento la expulsó de su palacio y la condenó a vivir en la selva cercana a Kanchi.

Arrepentida por este suceso, Parvati aceptó la orden y comenzó a hacer penitencia con la firme intención de conseguir su perdón; para ello hizo un “lingam de tierra” como una representación de su esposo, y comenzó a adorarlo meditando bajo un árbol de mango.
Con el tiempo, Shiva deseaba perdonarla pero no sin antes obligarla a pasar un duro examen, y para ello hizo surgir una fuerte tormenta en la zona, por lo que el río cercano se desbordó y la fuerza de la riada se llevaba todo lo que encontraba a su paso; Parvati, despreocupándose de su seguridad personal, se agarró con fuerza al “lingam de tierra” para que la corriente no lo dañara; conmovido por la reacción de Parvati, se desplazó al lugar y el reencuentro fue de una gran alegría para ambos. Este es el “lingam” que actualmente se encuentra en el corazón del templo.

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