martes, 18 de noviembre de 2008

Chichicastenango

Chichicastenango o “Chichi” como se la conoce, es uno de los destinos más visitados de Guatemala y aunque puede parecer a veces demasiado masificado, uno no puede abandonar Guatemala y no haber visitado esta ciudad. 


Rodeada de valles, con las montañas vecinas levantándose imponentes sobre ella, Chichicastenango parece estar aislada en el tiempo del resto de Guatemala. Su nombre significa “lugar de los chichicastes”, está ubicada en Quiché y contiene una riqueza cultural enorme, aunque a veces sólo la identifiquemos con su gran mercado que se celebra los jueves y domingos. 

Desde tiempos prehispánicos Chichicastenango juega un papel importante en la región. Aún en la actualidad, un día antes de la feria los vendedores comienzan a montar sus tenderetes en la plaza mayor y en las calles de los alrededores para ofrecer a los clientes de todo el mundo sus productos textiles bordados a mano, objetos de cerámica, y una gran cantidad de máscaras, algunas de ellas usadas en danzas tradicionales. 

Perderse por los pasadizos, regatear en la compra y disfrutar de este colorido mercado es una de las experiencias más gratas que podemos añadir a nuestro viaje por Guatemala. Pero tampoco debemos pasar de largo por otro de los aspectos más importantes, y que tiene que tiene mucho que ver con la historia y la cultura. Una vez llegados a la ciudad no es difícil encontrar el parque central en donde se alza la iglesia de Santo Tomás construida en 1540. Aunque dedicada al culto católico, suele ser utilizada para rituales de marcado carácter maya. Lo primero que nos llama la atención es su escalinata de 20 gradas que simbolizan cada uno de los 20 días del mes del calendario maya; aquí es frecuente ver a los “chuchkajaues” (líderes espirituales indígenas) haciendo oscilar sus incensarios que dejan una estela de humo de estoraque y coreando palabras mágicas para mayor gloria de sus ancestros.

Otro de los lugares en donde se celebran rituales religiosos es la iglesia de “El Calvario”,  pero es sobre todo en el santuario de Pascual Abaj (piedra del sacrificio), el más importante de la región, a donde acuden chamanes y doctores de toda Guatemala a practicar rituales. Está situado en una colina próxima al centro y como los sacrificios no tienen un horario fijo, con un poco de suerte es posible ser testigo de alguno. A estos doctores se les tiene un gran respeto, pues se les atribuye el poder de hacer cosas buenas y malas; para este tipo de rituales se suele pedir una fotografía y esta es una de las razones por las que hay que tener sumo cuidado al tomar fotos en el lugar, pues quienes participan en las ceremonias dudan a veces del buen uso que se vaya a dar a dichas fotografías.

El cementerio es otro sitio donde la combinación de la iconografía cristiana y el colorismo maya resulta espectacular. De camino hacia allí se divisa al fondo tanto colorido que no deja desorprender. De nuevo hay que conocer las tradiciones para interpretar lo que se ve. Se utiliza el color blanco, que significa pureza, para enterrar a los padres. Las madres se entierran bajo el color turquesa que significa protección para las mujeres. Los niños se entierran bajo el celeste y las niñas bajo el rosado; los abuelos bajo el color amarillo que significa la protección del sol sobre la humanidad.

Como ya os he dicho anteriormente el mercado se celebra los jueves y los domingos y esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El acudir los jueves, significa que el lugar está menos masificado y por tanto podremos disfrutar de sus puestos sin tanto agobio; por el contrario los domingos está más repleto de gente, pero a cambio se ofrece la posibilidad de ver desfilar a las cofradías, centro de gravedad de toda la vida religiosa.

Si la visita a Chichicastenango la hacemos desde Panajachel podéis coger los autobuses que parten a primera hora y que tardan aproximadamente una hora y media en llegar; para regresar preguntad antes, pues creo que el último bus es a las dos de la tarde, aunque también podemos tomar un minibús, que resulta un poco más caro pero tarda menos, cosa que seguro agradeceremos si volveremos un poco cansados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por otro acercamiento a Guatemala, la verdad es que lo tengo ya como un destino preferencial en mi lista.
Pasear por el mercado o acudir a ritos religiosos tiene que ser una experiencia única. Otra vez, gracias.
Rodaballo