miércoles, 8 de julio de 2009

Adiós a Maramures

Hoy abandonaremos definitivamente esta preciosa región y dedicaremos el día prácticamente a viajar. Sin madrugar demasiado preparamos nuestras mochilas, y cuando vamos a pagar las habitaciones (70 leis) y nos vamos a despedir, la chica de la casa nos ha preparado café y nos lo tomamos en el patio mientras charlamos con ella. Salimos de la casa y nos vamos a desayunar pero el restaurante todavía está cerrado y decidimos acercarnos a la localidad de Ieud situada solamente a tres km , que cuenta con la iglesia más antigua de Maramures; después de aparcar el coche y caminar paralelos al río( donde dos mujeres lavan la ropa) llegamos a la iglesia de la Colina que data de 1364 y conserva fragmentos de frescos de 1792. En la torre de esta iglesia se descubrió el manuscrito más antiguo conservado en lengua rumana (llamado códice de Ieud). Estamos completamente solos, y disfrutamos durante un buen rato del lugar; de regreso al coche visitamos un museo etnográfico en donde existen útiles de labranza, prendas de vestir y elementos de la vida cotidiana de este lugar. Regresamos a Bogdan y con el restaurante ya abierto damos buena cuenta de un copioso desayuno e iniciamos nuestra ruta. Antes de partir de esta zona y para los que dispongais de más días os recomiendo una ruta en tren de vapor que sale de la estación de Viseu de Sus.. El tren parte todas las mañanas a las 7 horas y durante 12 horas recorre este valle hasta la frontera de Ucrania; hay que tener la precaución de llevar comida y agua y un chubasquero para la lluvia pues lo vagones son descubiertos y en caso de llover no hay sitio para guarecerse; en cualquiera de los casos es otra emocionante aventura.
A los pocos kilómetros de iniciada la ruta llegamos a Salistea de Sos y nos llama la atención la gran cantidad de gente que hay por la carretera, así que con nuestro olfato viajero, esto puede significar que hay mercado(otra de las atracciones de Maramures) y efectivamente hay mercado; aparcamos y nos metemos de lleno entre la multitud de puestos ambulantes que venden todo tipo de productos; entre los vendedores hay muchos de ellos que hablan castellano y nos gastan bromas, pero lo que nos llama poderosamente la atención en un señor mayor con un traje típico de la zona que se pasea por el mercado con una azada al hombro y unas albarcas que me recuerdan a los pastores de mi pueblo en mi infancia.

Continuamos y llegamos a Borsa (localidad turística y con estaciones de esquí) donde comenzamos la ascensión del puerto para adentrarnos en el Parque Nacional del monte Rodnei; justo en la cima vemos una mole de hormigón en mitad del paisaje nevado y al acercarnos constatamos la capacidad del ser humano para cargarse la naturaleza; se trata de una iglesia ortodoxa en medio de la nada y me pregunto: ¿Qué pinta esta iglesia en la cima de este puerto?. Iniciamos un largo descenso hasta llegar a la bonita localidad de Ciocanesti, en donde llaman poderosamente la atención sus casas decoradas con pinturas geométricas. Nos paramos a comer unos bocatas en el parque de Vama y decidimos que en vez de ir a Suceava a dormir nos vamos a quedar al lado del monasterio de Voronet, pues en realidad todos los monasterios que vamos a visitar se encuentran más cercanos desde este punto. La carretera está en obras y tras muchas paradas y mucho polvo, cogemos el desvío que nos lleva a Voronet. Creo que es la primera vez desde que comenzamos el viaje que llegamos pronto a un lugar y nos instalamos en un hotelito a cien metros del monasterio. Paseamos por la carretera disfrutando de la tranquilidad del entorno, y de nuevo me llama la atención, el que cada casa dispone de su pozo de agua decorado de la misma manera que la casa. Cenamos en el restaurante del hotel, pues prácticamente no hay otro lugar y nos vamos a descansar pues mañana a primera hora iniciaremos una de las rutas mas esperadas de este viaje; me estoy refiriendo a los monasterios de Bucovina.

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