viernes, 17 de septiembre de 2010

Adiós Etiopía

Este último día en Addis nos lo vamos a tomar de relax y de compras. Sin madrugar demasiado y después del desayuno, nos encaminamos a la colina de Entoto situada a 3350 metros de altura y el lugar en donde el emperador Menelik construyó la primera capital antes de que se trasladara al lugar actual en el siglo XX.


Cuando comenzamos a ascender, es todo un espectáculo ver a cientos de atletas bajando de la montaña después del entrenamiento. En lo alto de la meseta, además de disfrutar de las vistas de la ciudad que son impresionantes,os aconsejo que visitéis el museo que se encuentra dentro del recinto de la iglesia de Entoto Mariam – en donde fue coronado Menelik II en 1882 - que está dedicado al emperador y a su esposa Taytu y en donde existe una muestra de objetos interesantes que incluyen trajes, joyas, armas, regalos ofrecidos al emperador por mandatarios extranjeros, y el tambor que anunció la marcha de Adwa para defender el país de la invasión italiana; también me llamó la atención la foto de la inauguración de la iglesia en donde se mataron 5395 vacas. También se puede visitar el recinto en donde se encuentra el primer palacio del emperador Menelik.

Descendemos de nuevo a la capital, para dirigirnos al “merkato” que quizás sea el mercado más grande del continente africano con una extensión de 114 Ha; aquí podemos encontrar de todo: vendedores ambulantes, mujeres, niños, familias enteras, mendigos, barberos, perros callejeros, artesanos, escribanos, etc . Es el lugar ideal para hacer las compras de última hora, y podéis encontrar de todo, pero yo os diría que si os gustan los objetos de plata – pendientes, anillos,pulseras, etc- aprovechéis la ocasión pues tienen unos diseños muy originales y los precios son tirados; ah, y una advertencia si visitáis este mercado, llevad la vista repartida, pues en donde hay aglomeraciones existe la posibilidad de que te roben. De regreso hemos parado a tomar un café en el “Tamaca” un típico lugar en donde además de tomar un excelente café, también se pueden comprar infinidad de variedades. Aprovechamos el resto de la tarde para comer en el “The Corner” y pasear por la Av. Churchil visitando tiendas y dejando pasar el tiempo, hasta que anochece y regresamos al hotel con el tiempo suficiente para recoger nuestras maletas y dirigirnos al aeropuerto.


Como reflexión final, quiero decir a los que habéis seguido este largo viaje – que ha durado una año -, que hayáis disfrutado tanto como yo con este magnífico país y en lo que a mi respecta, decir, que si antes de este, mi segundo viaje a Etiopía ya estaba enamorado del mismo, esta visita a aumentado mis deseos de regresar lo antes posible y poder conocer nuevas rutas y nuevas etnias, además de disfrutar de la compañía de mis amigos. Y animaros a todos los que os gusta viajar, a ir lo antes posible, pues creo que queda poco tiempo para poder conocer de cerca una cultura única en el mundo.

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