jueves, 2 de septiembre de 2010

El P.N. de Awash

Ya hemos perdido demasiado tiempo y tenemos que continuar hasta Mojo y aquí tomar la carretera que se dirige hacia el puerto de Djibouti – puerto de entrada de mercancías a Etiopía – que tiene un tráfico de camiones infernal y es muy peligrosa; aquí tenemos un pequeño incidente con nuestro nuevo chófer, pues conduce de una manera muy agresiva y a través de Tedy le decimos que vaya más despacito; el panorama cambia radicalmente, pues de un paisaje verde, pasamos a uno volcánico y seco, también comenzamos a ver a gentes de la etnia “afar” y gran cantidad de manadas de camellos; casualmente y en una de las curvas, aparecen ante nuestra mirada una gran cantidad de ellos desparramados en medio de la carretera, pues ha habido un accidente; dejamos a un lado el lago Basaka -agua negra – y circulamos paralelos a la vía del ferrocarril que llega a Dyibouti. Antes de llegar a la localidad de Awash – nuestro destino final– nos desviamos para visitar el P.N. de Awash.

Este parque, creado en el año 1966, y con una superficie de 830 km2, dicen que es una de las reservas naturales más bellas de Etiopía, donde habitan 392 especies de aves, y 46 de mamíferos, entre las que dicen que se encuentran hipopótamos, dik-dik, orix, leones, leopardos, guepardos, hienas, servales, etc, pero la realidad es bien diferente, pues en nuestra visita solamente divisamos algunos orix, 2 zorros, 1 gacela y unas avutardas; nos acompaña un joven guarda armado por si acaso; dentro del parque se encuentra el volcán Fantale - hoy inactivo – y las fuentes de aguas termales de Filwoda. El río Awash, que da nombre al parque, forma una cascada – normalita -, que continúa a través de una garganta, en donde se pueden ver algunos cocodrilos tumbados sobre las rocas.



 
Para deciros la verdad, y salvo que en otras épocas del año se puedan ver más animales, la visita a este parque ha sido un fiasco y creo que se puede pasar de largo. Se me olvidaba comentaros, que también he visto un león, pero la pena es que estaba en una jaula porque que fué requisado a unos cazadores furtivos.

Cuando ya prácticamente está anocheciendo, nos trasladamos a la ciudad para tomar posesión de nuestro hotel, que dicho sea de paso puede que sea el peor de todo el viaje – creo recordar que era el Genet – aunque como siempre os digo, hay que amoldarse a lo que hay; el hotel tiene un patio, pero todas las habitaciones están llenas, así que por la parte trasera del hotel, atravesamos una calle y entramos en otro patio en donde se encuentra nuestra morada; hace un calor de muerte, no hay aire acondicionado pero si un ventilador que hace un ruido atroz y para colmo de males, justo al lado hay un gallinero en donde los gallos no dejarán de cantar en toda la noche, así que menuda nochecita trianera nos espera; por la mañana vemos un edificio nuevo entre los dos patios y mira por donde se trata del nuevo edificio del hotel que inaugurarán el próximo mes – los próximos huéspedes tendrán mas suerte - pero por lo menos la cena es estupenda – pescado, patatas fritas, espaguetis y cervezas frías – y la noche muy larga.

No hay comentarios: